Ya han pasado un par de semanas desde que se celebró la última edición del Festival de Eurovisión y tras la marejada del euroleaks y las polémicas sobre la canción ganadora, me he puesto a reflexionar al respecto del sistema de votación y me gustaría compartirlo con vosotros. Tras el desastroso resultado de nuestra candidatura, me refiero al puesto alcanzado y no a la actuación en sí que aunque mejorable no me pareció mala, el jefe de la delegación española afirmó que había que consensuar un nuevo sistema de votación ya que este era injusto para las posiciones intermedias. Para comprobar por mis propios ojos si esto era así he realizado la siguiente simulación.

La simulación consiste en ordenar por país con derecho a voto en el ESC, las candidaturas participantes en la final según la preferencia de los jurados por una parte y por el televoto por otra, otorgando 25 puntos a la candidatura mejor valorada y 0 a la menos, excepto en el caso de los países que participan en la final que no se pueden votar a sí mismos por lo que los 0 points se los quedarían ellos y el último clasificado obtendría 1 punto. Este sistema se denomina recuento de “Borda” por el matemático francés que lo creó en el siglo XVIII y que se utiliza en algunos sistemas electorales.

Tras haber realizado esta operación primero con el televoto y después con el voto del jurado he sumado los votos de ambos y este ha sido el resultado en la edición celebrada en Estocolmo 2016:

En la columna de la derecha en rojo he puesto el resultado que alcanzó cada país en el concurso para comparar con la posición que hubieran obtenido según el sistema de la simulación que he realizado con el recuento de “Borda”.

La diferencia con el sistema actual es que mientras que en esta simulación todos los candidatos son valorados por todos los países que votan, y por tanto, obtienen puntos en relación con las preferencias otorgadas por sus espectadores y jurados, en el sistema que actualmente opera en el festival sólo los 10 candidatos más votados obtienen puntos y los otros 15 o 16 no obtienen ningún voto indistintamente si ha quedado en el puesto 11 o el 26.

Una cosa importante que ocurre con esta simulación es que se atenúa el voto geopolítico, ya que aunque haya países que otorguen sus máximas puntuaciones a otros afines, el resto de candidaturas obtienen puntos según su posición, por lo que la diferencia de puntos en este caso se vería contrarrestada con el voto de países donde el voto geopolítico no es tan evidente.

Como podéis observar, en este caso, cambia el ganador, fundamentalmente porque en el sistema actual Australia se ha visto penalizada en el televoto, ya que algunos países la han colocado en posiciones intermedias que no le da derecho a obtener ningún voto, al contrario que Ucrania que en la mayoría de los países ha entrado en el top 10 del televoto.

 

En el resto de las posiciones del Top 5 el único cambio sería Suecia que intercambiaría su puesto con Francia y en el bottom 5 los cambios afectarían mínimamente al Reino Unido que pasaría del 24 al 22, a Croacia que pasaría del 23 al 24, Serbia entraría en este grupo convirtiendo su 18º puesto en el 23º y el más destacado España que del fatídico 22º puesto pasaría a una 15ª posición.
El caso de Serbia sería un ejemplo de atenuación del voto geopolítico o vecinal, ya que Serbia ha obtenido las máximas puntuaciones de los países de la ex-yugoslavia y posiciones discretas o bajas del resto de países, con el sistema actual sube posiciones, ya que obtiene un colchón de puntos que otros países que no se cuelan en el top 5 pero obtienen mejor valoración en general no pueden contrarrestar.

Otros cambios significativos serían el de Malta que pasaría de una cómoda 12ª posición a un puesto más cercano al bottom (19ª), todo lo contrario que Justs (Letonia) que ascendería 5 posiciones colándose en el TOP 10. Por último, otros cambios leves pero que llaman la atención serían la mejora de puestos para Hungría, Israel, Chipre e Italia y la salida por poco del Top 10 de Polonia (del 8 al 11).

CONCLUSIONES:

– El sistema actual de votación a grandes rasgos muestra los resultados de los votos emitidos por televoto y jurado pero se producen algunas imprecisiones, en especial en las posiciones intermedias, por que es prácticamente un sistema de todo o nada, ya que si no te cuelas en el Top 10 del jurado y televoto de cada país no obtienes puntos. Por esta razón tiene especial incidencia el voto geopolítico o vecinal en las posiciones intermedias.

– Este sistema a mi parecer es más justo pero tiene el incoveniente de que es menos televisivo y que afectaría a una tradición tan importante en el festival como los 12 points.

– La correción de la posición de España en este caso, pasando del bottom 5 a una posición más adecuada a lo que fue valorado por público y jurados no es una excusa para que RTVE se ponga las pilas para alcanzar posiciones mejores, ya que un 15º puesto no deja de ser un puesto muy pobre para una televisión que debería aspirar a estar en los puestos más altos.

En fin, ésta ha sido mi reflexión me gustaría que me dijerais que opináis vosotros al respecto.