Si en la anterior columna me despedí a punto de cerrarse el casting on-line de TVE, y os emplazaba al combate Soraya-Melody (bailando con… bueno, bailando acompañada), finalmente vuelvo tras el casi evidente triunfo de la artista extremeña. Si es que entre las cutreces, la desorganización, los jaleos y demás anécdotas que nos han regalado desde el ente (que finalmente desembocaron en un programa musical de calidad mínima exigible) ni tiempo tuve de asentarme psicológicamente y llegar aquí e intentar plasmar un análisis situacional…

Ahora, unos días después de la elección, así como el fin del proceso remendado mil y una veces, estoy aquí, preparado para que me acompañéis un año más en este embolao', siempre sin duda divertido, de la candidatura de TVE.

He decidido titular esta columna con una frase totalmente perfecta que mi querida Eva Cebrián, directora de Programas de TVE, ha tenido a bien soltar en la presentación oficial de la representación de España en el festival de la UER, qué mejor lugar para expresar la declaración de principios de este proyecto de la cadena: Se promocionará “sin necesidad de enviar a la artista fuera”. Es decir señores, visto el plumero, un año más… interés cero, vamos a ir sin arriesgar a que ganemos, que si no tenemos que matarnos a trabajar para un cutre-festival que vale 30 millones de euros -¡menos mal que es cutre oiga!-.

Lo que no entiendo es ese empeño por aparentar que el ente quiere ir a por todas, y además tiene la manía de levantar el orgullo patrio obligando a los animadores de las preselecciones a hacerles gritar al público  frases que están por debajo del nivel intelectual del ciudadano medio, tipo “este Eurovisión lo vamos a ganar”, eslóganes que cada año la cadena tiene por bien variar. Creo que ningún otro país europeo precisa hacer halago de semejantes tonterías. Si es que es mejor hacer una preselección un poco más “silenciosa”, más tranquila, sin parafernalias y egocentrismos, ya no porque no refleja la realidad de las intenciones sino porque meterte en un proyecto que luego te queda grande…

En estos momentos lo que realmente me preocupa es la posición de la propia Soraya, porque se va a encontrar cuando debata el proyecto con TVE, que casualmente hay ciertas cosas que pretenderá hacer que “no son posibles”, por unas razones… cualquiera, como “no lo permite la UER” por ejemplo (cuando claramente se ha visto que TVE ni se sabe las reglas del evento). La chica está muy muy ilusionada, ya no profesional si no personalmente, y con razón, porque la propia Universal ya tenía en mente su lanzamiento en Europa, apoyado por ese camino junto con Kate Ryan, y ahora el festival le viene que ni al pelo. Pero TVE no está dispuesta a arriesgarse ni de casualidad (bastante tuvieron en 1995, que tenian ciertas partes como corbata en las votaciones), de hecho ahora mismo ya se deben estar comiendo las uñas para parar a esta chica porque realmente lo toma tanto a lo profesional como a lo personal que la tendrán que parar sí o sí. Por el momento, la propia Cebrián (y seguramente sin hablarlo con Soraya anteriormente) ya le acaba de asegurar que no se va a mover de aquí si es por TVE, así que a ver qué hace Universal ahora, si es que TVE “le permite” llevársela por ahí de promoción, que seguramente es lo que pretenderían y pretenderán en un principio.

La cadena se ha visto probablemente sin comerlo ni beberlo con una representante que sí sabe y está enterada del festival, casi una “euroflan”, según el señor Garrido (el casi tan ignorante en estas esferas como Mariola, que lo llegó a confesar en el programa del locutor). Ahora no va a tener fácil torearla porque se encuentra con alguien que no se va a dejar guiar por cutreces porque sabe más que bien qué tipo de festival es y lo que tiene que hacer. Los pobres NASH (para mí nunca serán con d') no pudieron hacer gran cosa, y en palabras del propio Mikel, se quedó “en bombita” cuando podría haber sido “la bomba”. Veremos si Universal y Soraya se dejan torear tan fácilmente…

La suerte de TVE, fuera de que guste o no en el televoto La noche es para mí, es que ahora con el tema del jurado va a ser más difícil y relativo gustar a todos, a cada país y cada jurado, van a ser el doble de juicios a representar en las puntuaciones y los votos serán más dispares porque con la fuerte influencia del jurado, teniendo la mitad del poder en las votaciones, y dividiéndose únicamente en 5 miembros por delegación, se van a llegar incluso a impregnar levemente los gustos personales y/o profesionales de cada uno de los mismos. Y ese ya es otro tema, que personalmente creo que se podía tratar a parte, pero me esperaré a mayo a ver cómo acaba realmente de funcionar.

Durante estas semanas, mis queridos compañeros han descrito fenomenalmente bien lo ocurrido en las galas de producción propia de TVE. Y no pienso añadir más calificaciones y más leña de semejante árbol caído, pero sí quiero dejar constancia de mi impresión al respecto, del impacto que personalmente me produjo, sobre todo porque cuando uno ya está metido en el mundo de la tele, y realmente ve semejantes cosas, pues te parecen surrealistas, sobre todo en una cadena tan importante, de tantos medios y profesionales como es RTVE. Es simplemente increíble.

Centrándome definitivamente en la canción ya designada para representar a España, he de decir que a pesar de que en un primer momento cuando escuché el tema me gustó, sé que el estilillo del mismo está tan trillado en Eurovisión que la propia canción va a ser un problema para Soraya. Fuera de lo que quiera arreglar tanto en el inicio como en el final (abogo por lo último sobre todo), sin una puesta en escena muy impactante, el tema estaría malamente en mitad de la tabla (aunque insisto que la función del jurado va a traer cola, y esta vez me temo que es difícil calcular puestos). Además creo que realmente en lo que respecta al televoto, vería a la cantante en un puesto entre el 10 y el 15, porque a pesar de la canción, que sí es cierto tiene a primera escucha un pragmatismo mayor que la mayoría de los temas presentados hasta ahora, la puesta en escena (el 40% de la percepción humana externa, ante el 30% de la sonora), y siguiendo fielmente el sello de la delegación TVE, no daría de sí y sería pisoteada por las candidaturas no tan robustas musicalmente pero sí visualmente.

Y es ahora cuando Soraya no debe dejarse llevar por el ente y plantar cara en el proyecto y hacer un espectáculo al estilo Julian Bulku (Grecia 2008) o el propio Fokas Evangelinos (Ucrania 2008, Grecia 2005 y Rusia 2006). En su lugar, contrataría a este último y… tiembla Llano, tiembla…

Para finalizar, y antes de olvidar el formato de este año, quería echar una preguntar al aire… ¿Creéis que el jurado oficial de TVE, que ha tenido la misma importancia en la decisión del representante que el público y tendrá así el mismo valor en las votaciones de Moscú, está capacitado para tales funciones? (evidentemente sin contar con Víctor Escudero)

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