SAME HEART

Hallo Copenhaguen! El equipo de enviados especiales de eurovision-spain.com formado por José García, Manu Mahía y servidor de ustedes ya está en Copenhague, capital de Dinamarca y sede de Eurovisión 2014. Primer día, y primeras impresiones, como siempre unas positivas y otras negativas. Yo soy de los que piensan que la última palabra es la […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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SAME HEART

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Hallo Copenhaguen!

El equipo de enviados especiales de eurovision-spain.com formado por José García, Manu Mahía y servidor de ustedes ya está en Copenhague, capital de Dinamarca y sede de Eurovisión 2014. Primer día, y primeras impresiones, como siempre unas positivas y otras negativas. Yo soy de los que piensan que la última palabra es la más contundente así que estas líneas comenzarán por la parte mala y finalizarán por la parte buena, para dejar un sabor dulce, fruto de la sensación real de positividad que me han dejado estas primeras 24 horas sobre el suelo de Eurovisión.

Copenhague está engalanado de Eurovisión. Practicamente en cualquier lugar y soporte encuentras referencias al festival. La gente de a pie, asimismo, parece estar encantada de que su ciudad organice la competición y reciba miles de eurofans y turistas de todo el continente. Copenhague, sin embargo, comienza sus preparativos el próximo lunes 10 mayo. Todos los profesionales y visitantes que han llegado desde el comienzo de los ensayos del certamen se han visto envueltos en cierto caos organizativo.

El principal handicap al que nos hemos encontrado es el transporte. Solo un bus, con una frecuencia de una hora, y un trayecto de 40 minutos, realiza el servicio entre el centro y el astillero. Este hecho dificulta sobremanera el trabajo de todos los medios de comunicación que saturamos la línea y perdemos mucho tiempo en algo imprescindible para una buena organización como las comunicaciones.

La llegada a la Isla de Eurovisión, tal y como fue bautizada por la televisión pública DR, ha sido sin embargo lo que ha ocasionado más caras de sorpresa. Ni isla, ni Eurovisión, por no haber, no hay ni siquiera asfalto. Nada. Los alrededores del B&W Hallerne se encuentran totalmente desangelados, entre la maleza propia de un lugar abandonado, chatarra y palés e, incluso, un coche calcinado del cual prometo dejar constancia a través de las redes sociales.

Me pongo en la piel de España y TVE como organizadores de Eurovisión 2014, con el mismo panorama, y los buitres de ciertos medios de comunicación y algunas redes les sacarían los ojos y todo lo existente debajo de ellos. A estas alturas, la llegada y distribución de la gente, especialmente los próximos martes, jueves y sábados en las semifinales y final, me inquieta mucho. No hay mal que por bien no venga, la gymkana dispuesta por la organización para acceder al estadio y centro de prensa, ha propiciado algunas de las bromas y comentarios más divertidos del día.

Una vez dentro, sanos y salvos, cruzamos la barrera de lo malo a lo bueno. El escenario de Eurovisión 2014 se convertirá en el mejor de sus 59 años de historia. Un diseño que combina la majestuosidad y el diseño con la funcionalidad y la realización, mejorando experimentos previos, y aumentando el listón en varios peldaños. Un derroche técnico y visual que ha impresionado a los medios eurofans más veteranos y a la prensa generalista más incrédula. Definitivamente, la belleza está en el interior.

El centro de prensa está construído de la nada mediante unas carpas aunque es cómodo, bien distribuído y organizado, y carente de irritantes problemas tecnológicos. El euroclub, el lugar de reunión y desconexión de las delegaciones, artistas, prensa y fans, ha sido bien elegido, céntrico y buen comunicado, en la conocida discotéca Sala Vega. Sus dimensiones son mucho más reducidas de lo habitual aunque se habilitarán nuevas zonas con el paso de los días. Sus precios, asimismo, se han reducido prácticamente a la mitad, en comparación a la vecina Malmö, lo cual es de agradecer para los bolsillos sureños ya enfurecidos con la economía escandinava. La primera y estresante jornada de adaptación entre mapas, alojamiento y transportes, todo lo relacionado con la organización , y nuestra propia ubicación sobre el terreno nos ha dejado estas primeras impresiones, algunas al acabar estos días de ensueño para cualquier eurofan serán acertadas, y otras equivocadas como cualquier primera imagen.

La primera noche, por su parte, nos dejó la primera y esperada fiesta en el Euroclub, rodeado de amigos, españoles y extranjeros, muchos de los cuales solo vemos de año en año. La música la puso DQ (Dinamarca 2007), la visita los guapísimos y simpatiquísimos Freaky Fortune & Riskykidd (Grecia 2014), y el espectáculo Eurofalsh, mis adorados eurofans de Israel, quienes han profesionalizado una afición que comenzó reproduciendo y parodiando las actuaciones del festival. Ojalá pronto Israel gane y organice Eurovisión. Nunca me cansaré de decir que sus eurofans son los más divertidos, entusiastas y simpáticos. Una noche con muchos besos, más abrazos, e innumerables muestras de cariño, unidas a las vuestras, después de unos días de retiro médico.

Eurovisión nos puede unir, o separar, esta afición nos convierte en una familia por la que late un mismo corazón.

Copenhague, a 3 de mayo del 2014.

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