Acabo de caer en la cuenta de que esta es la columna número 13. Espero que no seáis supersticiosos y esto no nos traiga mala suerte, aunque en esta ocasión hablemos de RTVE y las sociedades que la conforman. También es casualidad ver que en los momentos de publicar esta historia de amor de nuestro organismo público de radio y televisión hay una noticia en la que el Departamento de Festivales a través de mi nueva diva Susana Vega, comunica que aún no hay planes para la preselección del próximo año. La televisión sueca ya ha desestimado miles de canciones para su particular Elige nuestra canción.

No desesperemos, que RTVE nos ama, aunque parezca lo contrario, aunque creáis que sus galas eurovisivas son horteras y casposas. Por lo menos se molestan en participar en el Eurofestival. Otros ejemplos de televisiones que no aman el festival los tenemos en Marruecos, Líbano, Luxemburgo… Aunque ya he cometido el mismo error que comenten muchos eurofáns: decir RTVE cuando en realidad se quiere decir TVE.

No es RTVE la que participa en Eurovisión, sino TVE. RTVE es el Ente público propiedad del Estado a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi), mientras que TVE y RNE son sólo Sociedades Anónimas que, junto con el Ente Público Radio televisión Española conforman el Grupo RTVE. Osea, la tele no es el ente. Correos también es un ente público. Pero, ¿qué es un ente? Que se lo pregunten a la niña de El exorcista.

RTVE está adscrita a la Sepi desde el año 2000, quien desde el año siguiente mantiene un comité de implantación y seguimiento sobre las labores del ente. Y ahora, con el informe aquel de sabios, se cambiará de nuevo el marco jurídico de las sociedades que conforman el Grupo y el propio ente. Qué cosas.

Pero en el fondo, tanto TVE como RNE y RTVE nos quieren. No son tan malos, lo que pasa es que no tienen ideas frescas sobre el festival. Ellos saben que no nos merecemos preselecciones como la del pasado mes de febrero. Pero tener contento a tanto fan es muy complicado. Con ello no quiero excusar ni a los creativos, ni a los programadores ni a nadie, sólo necesitan que alguien les explique cómo se consuman las historias de amor con los fans. Querida Susana Vega, querida diva mía, con un poco de eurovaselina todo entra. Que con el Júnior lo hacéis siempre mucho mejor.

El 10 de octubre, seguiremos hablando, que entre el cincuentenario y el Júnior no paramos…

Roberto Oviedo.