Cincuenta Festivales, Cincuenta y tres ganadores, es difícil resumirlo en una Gala de tres horas. Si encima en nuestro país a esas tres horas les hacen recortes peor aún.

La televisión danesa hizo un show fenómeno, en cuanto a producción, salvando excepciones como el coro de bailarines que no sé que pintaban con tanto saltito en medio de temas míticos e imágenes de archivo. Creo que pensaron en la pedestre idea para no asustar al gran público con imágenes como sacadas de túnel del tiempo. Así se modernizaba el evento, hay personas que lo antiguo no les gusta y hacen zapping. Imaginad, algunos cantantes en blanco y negro con un sonido algo precario. En cambio a otros eso les crea curiosidad, que no es la gran parte del público.

Muchos compañeros de fatigas, que lo vieron conmigo, decían que tenía mucho del estilo de Melodi, esa semifinal sueca que tanto gusta a los eurofans por lo brillante de su producción, lo fresco de la puesta en escena y lo excelente de los intérpretes que concursan en ella. Lo cierto que es la Gala fue brillante, actual y ágil. Condensar cincuenta años de historia con 992 canciones, que no “más de mil” como dijo José Mª Iñigo, y que han salido en Eurovisión es difícil. Se hizo dignamente, yo le pongo un siete de nota, porque hubo momentos realmente emocionantes y muchas sorpresas que no imaginé pusieran.

El inicio de la Gala con Katrina cantando el “Love shine a light” con la que venció el Reino Unido por quinta vez en 1997 estuvo genial. Fue un plato fuerte de comienzo de show que iría in crescendo con la presentación del otro partener de la presentadora, Renars Kaupers que fue tercero en representación de Letonia con el tema “My star” que interpretó con la energía que le caracteriza dentro del grupo Brainstorm en el año 2000. Ella tan rolliza, ya se le nota los años, él tan delgadito, hiperactivo y simpático, es un crack de la cámara, enamora a través de ella porque es todo un profesional de los escenarios. Katrina ponía a veces caras de decir, cómo es posible que esto sea verdad, ella que cómo todos sabemos era antiguamente una antieurovisiva de pro, que al estar en el Melodi recientemente, ya renovada, fue imbuida del espíritu eurovisivo y ahora se ha vuelto una asidua del show.

En este país meterte con según que personas puede ser tabú, y más si son periodistas de la talla de Beatriz Pécker o José María Iñigo, que hicieron de comentaristas como un poco de estar por casa. Dirán algunos, ya están aquí los pesados puristas eurofans que no paran de poner peros a todo, pero decidme si realmente nuestros enviados estaban informados de lo que veían o iban un poco al tuntún. No quiero hacer un listado de errores porque además de escandalosos son muchos, cómo por ejemplo el decir la Pécker que “Mirielle Mathieu salió en Eurovisión”, convencida de ello, pero yo quisiera saber ¿cuando y en qué año?… quiero pensar que la confundió con la Mouskouri, por su internacionalidad como artista, o como cuando dijo que “Noruega sólo había ganado una vez, que desde las Bobbysocks no lo habían conseguido nunca más”, ¿y Secret Garden y su violín que nos aguó la fiesta a los españoles en 1995?.

Por parte de Iñigo el empeño pueril y superfluo de estar todo el rato recordando que Dana International era un hombre, y preguntándose cómo era posible que estuviese tan guapa y con ese melenón, en fin, más transfóbico y machista no se puede ser. Además que salga de él que se las da de periodista progre que descubría a todas las modernidades de los años sesenta y setenta, mejor corramos un tupido velo. Otra reflexión memorable de Iñigo es cuando dice que el tema de Dschingis Khan de Alemania ’79 era como “Sin amor” de Iván, para llorar, no será al revés que el rubio español se copió de ellos. Dios mío, se asombra de los vestuarios, no lo entiendo porque ellos seguro los llevaban de la misma guisa ya que ambos periodistas son ya muy mayorcitos. En un momento la Pécker apostilló sobre el estado de salud de Birthe Kjaer, representante de Dinamarca en 1989 y que no pudo acudir a la Gala por esos motivos, Beatriz habló “de cáncer” y el listillo de Iñigo dijo “pues debe estar muy mal para no poder venir a la Gala”, sin comentarios.

Otra obsesión memorable del “genial” periodista español fue su empecinamiento por los cardados, peinados, abundancia de pelo, ¿por qué será?… Tampoco era exacto que Emilja Kokic fuese el nombre artístico de Riva, ganadores de 1989, según la Pécker. Quizá no le informaron que eran un grupo liderado por Emilja. O la traducción de Iñigo sobre el tema que canta Marie Myriam de Vicky Leandros, “L’amour est bleu” en traducción del comentarista por “El amor es triste”. También cuando quiere dar cifras las da al tuntún, cuando habla de los idiomas que han ganado Eurovisión, se deja el sueco y añade una canción en hebreo cuando han sido tres, no cuatro. O la genial reflexión de que todo debía estar lleno de noruegos, suecos y daneses, lo dijo un montón de veces, ¡claro chico si estamos en Copenhague! Debió pensar que estaba en la radio y tenía que hablar y hablar encima de lo que fuera, como fuese y de lo que fuese con tal de copar micro con “brillantes reflexiones”.

Dejando atrás a los “insignes periodistas que nos informaron” vamos con los personajes que fueron a la Gala. Destaca la presencia de Massiel que mantuvo el tipo con una Diosa y hizo una presentación en inglés de Johnny Logan muy digna. Ella conoce el idioma, su hijo nació en Londres y cuando estuvo en 1968 en el Albert Hall recordemos que intercambió unas palabras con la ganadora del ’67 Sandie Shaw. Pero eso no tiene nada que ver, “Mari Feli” o la “Tanqueta de Leganitos” siempre fue una niña muy aplicada y de mundo. Salió una Massiel muy internacional, con su voz profunda, un pedazo de traje, como una de las ganadoras más veteranas después de Lys Assia, debió cantar un trozo de “La, la, la”. Por lo menos quedó patente que fue en los sesenta, setenta y ochenta todo una diva de la canción en nuestro país y Sudamérica porque el vídeo que sacaron de ella con sus temas preferidos como “Miradas”, “Eres” “Supón” “A espaldas de mi pueblo”, etc. demostró que cantaba muy bien. Lo digo por los que ahora la ponen verde por sus charlas en programas del corazón y variedades o por sus costumbres nocturno festivas, de las que nadie puede lanzar la primera piedra. Ante todo Massiel es una gran artista.

También me dejó asombrada la espléndida presencia de Anne-Marie David que con 53 años esta hecha todo una mujerona guapísima, elegante al cien por cien y que conserva ese estilo francés al cantar tan brillante que la hizo una de las cantantes francesas más populares de los años setenta. No sólo hay que darle un diez por su presentación sino por cantar en un popurrí el “Après toi” de Vicky Lendros, tema ganador de 1972, e incomprensible ausente entre las catorce elegidas.

Carola, ¿la veremos en Atenas 2006? me da el cuerpo que sí, por tercera vez en Eurovisión. Bueno pero eso es hacer historia ficción. En cuánto a su vídeo, niña prodigio y las canciones que interpretó, mejor voz no se puede tener. Esta mujer va a más. Lo que no entiendo ese afán por querer parecer más joven con los años gracias a las cirugías y los vestuarios imposibles. Su gusto al vestir deja algo que desear, pero como es una artista estupenda en pista le respetamos la indumentaria. Ella fue la encargada de presentar a sir Cliff Richard.

No sólo Carola parece como si retrocediera en el tiempo, me dejó asombrada la cantante Emilja Kokic que ganó en 1989 dentro del conjunto Riva por Yugoslavia. Sinceramente su proceso de transformación fue como de crisálida a mariposa, con muchos cambios de look, es un poco la Anna Oxa croata. Lo cierto es que estaba muy guapa en Copenhague, ¿qué diría al verla Nina, la exdirectora de la Academia de OT de TVE?, recuerdo que en su día puso el grito en el cielo, tenía razón el tema de Riva es muy malo y la catalana es todo una profesional que ha vendido muchos discos en España. ¡Ah qué se me olvidaba, si Nina no tiene televisión!, ella no ve la tele, transtorna su sensibilidad…

Una que va oscureciendo la piel con los años es la rusa Alsou, que sería el caso inverso de Michael Jackson. Alsou, que tampoco tuvo un tema que fuera nada del otro mundo estuvo en la Gala en representación de Rusia, aunque yo la sigo viendo como si fuese americana, su estilo, el idioma… qué narices podía haber estado la diva más freaky y rimbombante de Rusia en Congratulations, que no es otra que mi querida Alla Pugachova. Lo extremado no tiene límites para ella, por lo menos la recordaron en un vídeo, como a su altísimo y ambiguo marido, Philipp Kirkorov.

Tremendos los cambios, los años no perdonan a nadie, los Bortherhood Of Man y los Herrey’s estaban muy distintos. A los primeros se entiende porque han pasado 29 años desde su triunfo, además hicieron una performance muy simpática, geniales. Fue un tema mítico, además es el primer Festival que yo recuerdo ver entero por televisión, qué emoción. Pero uno de los Herreys’ aquellos “mozabalbetes de sonrisa ecológica” como decía nuestro comentarista del ’84 José Miguel Ullán, estaba muy envejecido. Me refiero a Richard Herrey que fue el que cantó en el escenario danés. Un amigo mío conoció a uno de ellos en Riga 2003 acompañando a los Fame por la delegación sueca de ese año y me comentó que no parecía el mismo, cuántos amores rotos porque recuerdo que por aquellos años enamoraron a un montón de chicas, eran tan monos. En fin, son un caso así como nuestros Pecos, los años no les han perdonado la apariencia. Con todo Richard estuvo estupendo en los popurrís recordando el tema de The Shadows “Let me be the one”, segundo lugar en 1975.

Otro que cuando ganó era un figurín es el chico de Bucks Fizz, que salió uno sólo de los dos guapetones, Michael Nolan, menudo chasco, porque a mí me gustaba un montón cuando ganó en 1981 con ese meneíto de cadera inolvidable y aquellos pantalones blancos inolvidables. Fue a Congratulations con cara de asombro y un poco acomplejado, me lo imagino que el público también notó la diferencia cuando pusieron el vídeo de su victoria. En cambio las chicas estaban muy bien, muy simpática Cheryl Baker en su presentación, con su inconfundible coletita y un generoso escote a lo Rocío Jurado.

Con pose sería pero muy elegante también figuró la ganadora de 1979, Gali Atari y su inolvidable “Hallelujah” otro tema histórico que no sé cómo se cayó de la lista de las catorce cuando fue muy popular en día. También fue entrañable la aparición de Maria Mikaela Lopes, más conocida en el mundo artístico por Marie Myriam, esta francoportuguesa entonó un trozo de su “L’oiseau et l’enfant” y en un popurrí un trozo de otro tema de la gran ausente, Vicky Leandros, “L’amour est bleu” con el que fue cuarta en 1967. Entrañable su aparición, sobria y elegante, muy experta en el mundo televisivo, es una estrella del medio en su país. Lo que Iñigo remarcó de ella “que salía mucho dando los puntos por Francia”, bueno el dato es bueno, si no fuera porque podía haber contado infinidad de cosas más interesantes de esta mujer de la que seguro no tenía ni idea.

La aparición de Sandra Kim estuvo muy bien, la cantante más joven que ha ganado un Festival de Eurovisión. Su edad fue ocultada en su día por miedo a la eliminación, tenía 13 años, no 15. Sandra Caldarone nació en Montegnée (Bélgica) en 1972 y fue niña prodigio de su país. De padre italiano quiso honrar a su país de sangre al cantar el “Non ho l’étà” (per amarti) de Gigliola Cinquetti con la que ganó Italia en 1964 por primera vez y hacer la presentación del tema de Domenico Modugno. Genial en su interpretación, esta pequeñita mujer tiene una voz fantástica, sería otra gran representante si volviese a Eurovisión.

Otra gran ausente como Vicky Leandros fue France Gall, esperado por otro lado ya que tampoco acudieron al 25 Aniversario en Myssen (Noruega). Su tema se vio perjudicado entre los catorce por la mala calidad del sonido del vídeo de su triunfo en 1965. Si ella hubiese acudido y entonado su canción habría tenido mejor resultado que el último puesto. Todos sabemos de su odio por esa etapa de niña prodigio que quiso olvidar al pelearse en 1967 con su descubridor “l’enfant terrible” Serge Gainsbourg y tomar otros giros bien distintos al unirse sentimental y artísticamente al malogrado Michel Berger en 1974.

Cómo coros de lujo, de los que no pudimos ver casi nada excepto hacer un poco de coletilla de unos pesados Olsen Brothers, que además de la canción con la que vencieron en el 2000, nos aburrieron con un tema que no tiene nada que ver con el Festival y que cantan siempre porque por lo visto enloquece a los nórdicos, estuvieron Linda Martin (ganadora del ’92), Eimear Quinn (ganadora del ’96), Charlie MacGettigan (ganador de 1994), todos por Irlanda y Jakob Sveistrub (décimo puesto por Dinamarca en 2005). Excelentes cantantes de los que no vimos su popurri, porque tocaba ver anuncios, qué horror.

Las más recientes en el tiempo fueron la turca Sertab Erener y la grecosueca Helena Paparizou que estuvieron muy bien, lo cierto es que ha pasado poco tiempo de su victoria y están de frequistas como lo estuvieron en 1981 en Myssen Johnny Logan y los Bucks Fizz.

Hablando de afortunado Johnny Logan cantó un trozo de “Hold me now”, se pusieron sus vídeos de 1980 y 1987 y encima cantó otro tema de su actual repertorio que por lo visto puso como condición para salir en la Gala, el espíritu comercial que no falte ante millones de espectadores a través del Mundo. La verdad es que cantó como nadie, está en plena forma aunque algo más fondón cada día. Es un gran eurofan que al final se llevó el tercer lugar con “Hold me now” entre las catorce elegidas, ¿se puede pedir más?…

En contraposición a la seriedad escénica que dio Logan, Dana International, diva gay donde la haya entonó con su gracejo habitual, su pose de estrellona excéntrica y una figura envidiable, el tema “Diva” que enloqueció al público como lo hizo en 1998. Quizá no tuvo una buena clasificación, pero estuvo ahí que es lo importante. Después en los popurrís salió desbordante, “antes muerta que sencilla”.

El momento más culminante de la noche para los españoles fue la aparición de una emocionada Amaya de Mocedades que no pudo cantar con sus compañeros el tema “Eres tú”. Dana International que se encargó de presentarlos al final puso como coletilla un “Viva España” con meneíto de cadera incorporado que dejó atónito al público. Amaya al salir miró al cielo recordando a su hermano Roberto Uranga fallecido hacía tan sólo unos días. Todos de negro riguroso, acudieron tres de los seis que formaban el grupo en 1973 (Amaya Uranga, Carlos Zubiaga y José Ipiña). Fueron segundos en Luxemburgo y recibieron una ovación estruendosa del público danés, pero también recibieron el doce de nuestro país, qué menos. Que al final fueran undécimos sólo sigue siendo una anécdota porque “Eres tú” está por encima de las clasificaciones por ser una gran canción.

Nadie sobra en una Gala, pero estoy segura que todos hubierais escogido a gente más representativa para el 50 Aniversario. No se entiende la aparición del maltés Fabrizio Faniello (que fue noveno en 2001), cuando podía haber salido Chiara o Mary Spiteri que por lo menos dejaron mejor colocado a su país en Eurovisión, claro que Faniello es una estrella en los países nórdicos y seguro los daneses quisieron que estuviese allí, en la misma ciudad donde cantó su “Another summer night”. Tampoco se entiende la presencia en escena de una mediocre Thomas Thordarsson cantando el inolvidable, para los nórdicos y eurofans, tema “Vi maler byen roed” con el que Birthe Kjaer fue tercera en 1989. Problemas de salud hicieron que ella no pudiese estar y fuese sustituida por Thordarsson, haciendo más gallitos que nunca. Podían haber pensado en una danesa del tipo Christen Siggaard, porque es un tema muy femenino.

¿Y qué pintaba Ronan Keating?, aunque fuera uno de los presentadores de Eurovisión ’97. Si querían a una cantante que además fuese eurovisiva y presentadora ¿por qué no llamaron a Aase Kleveland, Lill Lindfors o Corry Brokken?, pero claro estas son muy antiguas y no tienen el reclamo comercial del guapito Ronan que mantuvo a la audiencia pendiente. No es más que un ardid publicitario de la UER para tener al gran público atento, aunque los eurofans estuvieran indignados. Normal. La Gala perdía el encanto eurovisivo, a pesar de que Keating sea un excelente artista, era muy prescindible.

Grandes artistas eurovisivos que no acudieron a la cita por motivos profesionales fueron Cliff Richard, que recordó por vídeo al inicio de la Gala que él fue segundo y tercero -las dos veces detrás de España-. Que “en 1968 todos le preguntaban que porque se presentaba cuando él ya era muy famoso en el mundo, alegando que lo hizo por vender discos”, de hecho vendió más de un millón de copias. La plataforma le vino muy bien, como en 1973. Después presentó a Massiel que fue la que le ganó en su año. Otra que tampoco acudió fue la alemana Nicole que al final salió beneficiada en los votos, séptima de las catorce elegidas por encima de temas más famosos. Lo cierto que su “Ein bisschen frieden” fue un número que todos recuerdan aún hoy día. Mandó otro vídeo, desde luego está muy distinta, con 40 años de edad está mucho más guapa que cuando tenía 17 en 1982, lo que hace una buena peluquería y maquillajes.

Por ejemplo Udo Jürgens, ganador de 1966, estaba entre el público y podía haber salido a cantar o presentar algún tema, por lo menos en 1981 sí cantó su “Merci Cherie” en el 25 Aniversario. Faltaron estrellas en persona de los cincuenta y los sesenta, porque sólo aparecieron Lys Assia, Birthe Wilke –que no ganó Eurovisión, como dijo la Pécker- sino que fue tercera en 1957, y Massiel.

Céline Dion ni siquiera mandó vídeo, a lo mejor estaba enfandada por las imágenes que de ella iban a salir, donde está irreconocible para el gran público. Los que la conocen por su fama mundial tras la película “Titanic”, con los cambios constantes de look no pueden dar crédito que aquella enorme voz, con aquel traje indescriptible blanco en 1988 fuese la Dion, y eso que ganó, por los pelos pero ganó. Era de suponer que una estrella como ella a lo mejor no quisiera recordar sus inicios, aunque le deba mucho a esa época. Los ABBA, que ganaron la gran fiesta de antiguos alumnos también hicieron mutis por el foro como siempre que se les porpone para hablar de Eurovisión. Ellos son reticentes a qué sólo se les recuerde por eso, pero fueron sus inicios, el bombazo internacional y le deben todo lo posterior, aunque tuvieran trabajos incluso mejores al “Waterloo”. Quedó patente, todo Europa les votó no sólo por esa canción sino por toda su carrera, es evidente, nadie les podía hacer sombra.

Domenico Modugno, fallecido en 1994, se vengó por su cero de 1966 con el segundo lugar acercándose a ABBA. Que un tema tan antiguo gustase tanto a los europeos después de casi cincuenta años era evidente por la repercusión del mismo. Lo que no entiendo es porque los bailarines sacaron paraguas, algo en lo que cayeron también nuestros comentaristas, cuando al tema que al que le pegaban era “Piove” de 1959 y no a “Volare”, bueno fue un colage, a lo mejor intencionado.

Lys Assia fue otro momento culminante de la Gala, salió su vídeo, algo recortado. Era como si fuese una imagen sacada del cine más que de la televisión por la calidad de la cinta. Con todo ella entontó también un poco de su “Refrain” presentó a la última ganadora Helena Paparizou y allí se juntó la más veterana y la más novel, qué maravilla. Creo que fue la mejor idea de la noche que una presentase a la otra. Todo empezó con el triunfo de una mujer y 50 años después gana otra mujer que deja claro que este es un Festival de mujeres. Una frase genial de la más veterana fue “todavía estamos aquí, seguimos juntos”, lo que demuestra a los que siempre odiaron el Festival que a pesar de las modas, los años y los cambios, desde 1956 a 2005 cada año hemos tenido nuestro Certamen para la Gran Familia Eurovisiva, cantantes, músicos, presentadores, jurados, productores y espectadores.

El toque humorístico lo puso la constante repetición del vídeo de Nicole y Hugo, representantes de Bélgica en 1973 y que fueron últimos, recompesados con los aplausos del público cuando al final de Gala salieron vestidos con trajes similares, el de Hugo desde luego de una talla mayor. Bailaron un poco la divertida coreografía del tema “Baby, baby”. Son tan graciosos. Fue otro momento fantástico del show, hicieron un homenaje a los últimos puestos.

De los cortes de TVE no hablaré porque nuestro compañero Kiko Cuadrado ya los ha tratado en su columna “Un Congratulations mutilado”. Sólo decir que es como si a una película le cortasen trozos para poner anuncios en encima, o a un partido de fútbol le quitasen goles o jugadas interesantes en pos de la publicidad, pero ay chicos hablamos de Eurovisión y todos sabemos el fanatismo antieurosivo que en España tienen los medios por el evento. No cabe duda que se ensañan con él porque lo siguen considerando algo demodé, les da igual que unos cuantos miles de personas lo sigan con fervor tenga varios millones de audiencia, les da igual porque el prurito que les produce es ya crónico, sin solución ni remedio.

Personalmente eché de menos en la Gala a Isabelle Aubret que si estuvo en el 25 Aniversario, a Gigliola Cinquetti, que no entiendo por que no va nunca a estas Ceremonias, ella podía haber sido otra presentadora formidable del show. Hubiera sido un bombazo ver a Olivia Newton-John en el escenario, a pesar de que fuese cuarta en 1974, Salomé hubiera dado un toque de elegancia también con su presencia o Julio Iglesias, Lulu, Toto Cutugno, Katja Ebstein, Mary Hopkin, The Shadows, Anna Vishy, los Wind, Umberto Tozzi, Dulce Pontes, Franco Battiato, Iva Zanicchi, Michael Ball, Jacqueline Boyer, Natascha St.Pier, Edyta Górniak, Imaani, Doris Dragovic, Sandie Shaw, Lara Fabian, Esther Ofarim en fin muchos que no estuvieron y son más que remarcables. Sé que todos en el escenario es inviable por que sino la Gala hubiese durado 6 horas, pero ya sabéis que los seguidores de esto no tenemos nunca basta. Por lo menos de casi todos los nombrados pusieron vídeos recordatorios.

La Gala terminó con todos en la pista entonando el tema vencedor, “Waterloo”, un poco como en 1981 cuando casi todos los ganadores de los 25 Años en Myssen salieron a saludar al público dando palmas. En aquel entonces estaban Jean-Claude Pascal (fallecido en 1992), Frida Boccara (fallecida en 1996), Grethe Ingmann (fallecida en 1990) y a los que dedico este artículo, ganadores estupendos de la Historia de este Festival que por fin cumplió 50 años, esperamos que cumpla muchos más y Feliz 2006 a todos los seguidores de esta web, Feliz Navidad de vuestra amiga Reyes.

Reyes del Amor 11/12/05