“¿QUIÉN?” Y “¿QUÉ?” LLEVAR A EUROVISION

Hoy se cumple justo una semana desde que se celebrara el que a mi parecer, es el festival musical más grande e importante del mundo: Eurovision, que concurría con su sexagésima edición y más vivo que nunca a pesar de lo que muchos califican de “muerte del festival”. Y a la escucha de las más […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

“¿QUIÉN?” Y “¿QUÉ?” LLEVAR A EUROVISION

Hoy se cumple justo una semana desde que se celebrara el que a mi parecer, es el festival musical más grande e importante del mundo: Eurovision, que concurría con su sexagésima edición y más vivo que nunca a pesar de lo que muchos califican de “muerte del festival”. Y a la escucha de las más de mil canciones que se han presentado a este nuestro festival, radiadas en ESC.Radio, que ahora mismo tengo en curso, comienzo a plantearme las primeras premisas para el próximo festival de festivales a celebrar en Suecia, (otra vez). 

Pero antes de plantear mis ideas, pensamientos y propuestas, quiero hacer una refexión sobre lo que este año ha supuesto para mi, y quizás para muchos, el festival de Eurovision, junto a la candidatura española y algunas más. 

¿Era Edurne la mejor elección que tenía TVE en el panorama musical español?
¿Era “Amanecer” la mejor canción para nuestra representante, una vez elegida?
¿Era esa la puesta en escena que el tema requería para llegar a Europa?
¿Es justo el puesto 21º que ha cosechado Televisión Española y por consiguiente, España?

En primer lugar, me gustaría decir, que Edurne, nunca ha sido una de mis artistas fetiche y que algunas de sus canciones más famosas como “Te falta veneno” o “Amores dormidos” me parecen auténticos bodrios, no así las canciones de su último disco “Climax” (aunque no todas) donde “Pretty Boy” y en muy mayor medida “Painkiller” me parecen dos temazos en la voz de la artista. Pero desde que comenzó a sonar en todos los foros como posible representante de España, hasta su designación, me fui informando, viendo videos y poco a poco, admirando sus cualidades vocales y artísticas hasta el punto de ver a Edurne como una de las artistas más completas del panorama musical español. Donde encontrar a un@ cantante que cante y baile sin ahogarse, es tremendamente dificultoso. Por lo tanto, la primera pregunta que planteaba al principio sobre si era Edurne la mejor elección que tenía TVE en el panorama musical español, queda respondida: Para mí, una de las mejores opciones, por voz, capacidad vocal, presencia escénica, dominio de los idiomas…

Ahora vamos con la segunda pregunta: ¿Era “Amanecer” la mejor canción para nuestra representante?
Vaya por delante que a mi, Amanecer me parece una obra de arte. No se si porque no tengo un gusto musical muy desarrollado, o porque verdaderamente lo es, pero me parece preciosa. Ahora, ¿era la mejor opción? Yo creía, y estaba convencido completamente de que si, pero al parecer no lo ha sido. 
“Amanecer” en la voz de Edurne quedaba magistralmente interpretada. Una canción con corte épico, banda sonora de cualquier película bélica de la Edad Media, al princpio la imaginaba como banda sonora de la película animada de “El Cid”, pero quizás sea cierto, tras haber pasado el festival, que no era la canción adecuada para esta edición del certamen. 
Repito, a mi la canción me parece una obra de arte y en la voz de Edurne, aún más, pero si no ha convencido ni a jurados ni a televoto, supongo que será por algo. No gusta. 

Respondiendo a la tercera pregunta a cerca de la puesta en escena. Yo creo que una canción como “Amanecer” podría haber llevado una puesta en escena más a lo Emmelie de Forest, menos recargada, más sencilla pero efectista. Aún así, el trabajo realizado por Tinet Rovira, por Gestmusic y Miryam Beneditez me parece estupendo. Bajo mi humilde y sencillo punto de vista, es una de las mejores y más trabajadas puestas en escena, si no la que más, que España ha enviado ante el público Europeo en toda su historia (sin contar la de Beth en 2003). Pero no, no era la más acertada. Y ojo, yo era uno de los defensores acérrimos del trabajo y el esfuerzo que tanto Edurne como su equipo habían hecho los meses previos. Criticando sin piedad a aquel que se atrevía a menospreciar dicho trabajo, pero es que, una vez visto, creo que le faltaba y sobraba algo al mismo tiempo. 

Como resultado a este análisis, respondo a la pregunta número cuatro. ¿Es justo el puesto 21 en el que España ha quedado? 
A mi parecer, no. Vale que la canción quizás para esta edición ya se quedaba antigua. Vale que la puesta en escena aún elaborada con más trabajo que ninguna, no era la adecuada, pero ¿Y la interpretación de nuestra representante? ¿Dónde queda la valoración de los jueces a una voz que estuvo perfecta (salvo el gallo final, el cual justifico como una falta de aire motivada por el nudo en la garganta al haber estado llorando)? ¿De verdad no gustamos nada al jurado? 

Son cosas que deberíamos plantearnos. 

En definitiva creo que hemos tenido una representación excepcional de la cual podemos sentirnos tremendamente orgullosos. Por su esfuerzo, por su trabajo, por su dedicación. Pero una Edurne con un Painkiller, podría haber arrasado. Podría haber gustado tanto a los jurados como a los espectadores del resto de países europeos, porque es un estilo poco visto en por parte de España, porque es un estilo que permite a Edurne mostrar sus cualidades vocales y artísticas al bailar y cantar al mismo tiempo y por muchas otras razones que no enumero porque si no, no acabo la columna ni para el festival del año que viene. 

Ahora paso a la segunda parte y el tema principal de esta. ¿Qué y quién deberíamos mandar a Eurovision?

Muchos son los artistas consagrados que no se atreven a dar el paso de representar a nuestro país en el certamen europeo, quizás inconscientes de lo que supondría para ellos ser visto por cientos de millones de espectadores a lo largo  y ancho de todo el mundo. Australia, toda Europa, Latinoamérica, China… aún así, creo que si TVE se toma en serio Eurovision, debería contactar con alguno de estos cantantes que voy a citar ahora. 

Siempre que hemos acudido al festival con canciones de este tipo (ahora lo diré) hemos obtenido buenos resultados (generalmente). Ritmos latinos. 
A España se la conoce por ser un país de fiesta, marcha y pindongueo (nunca compartiré esta visión que hay en el extranjero) pero ¿por qué no explotar esta parte que tanto gusta a nuestros vecinos europeos?
Un “Dile que la quiero” un “Dime” quizás se queden anticuados para un festival que ha ido evolucionando y reinventándose con el paso de los años, pero quizás si funcionase un “Aunque se acabe el mundo” como el tema con el que compitió Jorge González el año pasado para acudir a Copenhague (Bien interpretado, eso si) ¿Por qué no un “Cobarde” de David Bustamante?, ¿Por qué no un “Al-Andalus” de David Bisbal? 
Raíces latinas, ritmos del sur que tanto nos han funcionado con anterioridad, con un toque más moderno, menos casposo, podría volver a dar resultado en un festival en el que se han hecho hueco países como Suecia, por enviar auténticos temazos que quedan en la memoria del espectador, tanto por puesta en escena, como por musicalidad (supuestos plagios a parte). 

He aquí los ejemplos de las canciones que he propuesto:
https://www.youtube.com/watch?v=jOVGYeYetvo https://www.youtube.com/watch?v=1d6gaJfjQnI https://www.youtube.com/watch?v=gDvkp989Dtw

Del mismo modo que propongo canciones latinas, españolas, acompañadas del nombre del intérprete que las canta, propongo al propio cantante. 
¿Podría resultar satisfactorio enviar a un David Bustamante a Eurovision? Quizás ya soñar con un Bisbal (que tampoco es santo de mi devoción) sería mucho. Pero ese carisma con el que cuenta el cántabro, un atractivo que en ocasiones funciona y atrae (como con Sakis Rouvas), una buena voz y una buena canción, nos haría arañar votos de países que han mandado ritmos latinos en alguna ocasión, como Noruega en 2007, como Letonia en 2002, como Lituania en 2004 y 2007, como Azerbaiyan en 2009 (muy pachangueo al estilo español) y varios nombres más. (Casualidad que ahora mismo en ESC.Radio esté sonando “Dile que la quiero de David Civera, hablando de latinadas)

Por otro lado, el Eurovision Song Contest que hoy conocemos, va por otros derroteros. La introducción de música más alternativa, más moderna, la llegada del minimalismo y de ritmos del pasado como el Rock de los 50' o el country pop, van tomando lugar a las composiciones, que si bien no son desvancadas, tienen que compartir tabla con lo nuevo. Me refiero a canciones como Países Bajos 2014, Estonia 2015, Bélgica 2015 (de mis favoritas), Letonia 2015… que quizás en nuestro país no son tan valoradas como en otros países porque nuestra cultura musical está más anclada a lo que antes he citado, lo latino. Pero podría ser un incentivo para captar votos de otros países. ¿Por qué no un Raúl Gómez, ganador de “El número 1” hace un par de años? No es que sea un portento de voz com podría ser el citado Bustamante, pero si un cambio de aire hacia algo más moderno, más alternativo, mñas fresco. Y por qué no con una canción como “The Blower's daughter”? (versión de otra canción que él ha hecho, que por cierto, me parece preciosa y mágica en voz de este chico). Algo íntimo, bien interpretado, que cree una atmósfera que atrape. Al mismo tiempo cito a otro “imposible” para nosotros. Pablo Alborán, a quien muchos odian y detestan, al que no sigo acérrimamente, pero pienso que con una composición intimista de las suyas como “Quién”, “Por fin”, “Te he echado de menos” o “Éxtasis” (la cual me encanta) podría resultar bien o hundirnos en el Bottom 3, pero por intentarlo, que no quede. 
https://www.youtube.com/watch?v=lKNeDSpHO_s

Otras de las voces que creo podríann impactar (siempre que la canción acompañe), serían la de Angy (aunque no la soporte), pero voz, su capacidad al igual que Edurne, de bailar y cantar al mismo tiempo, sumado a su energía en el escenario, podría reportarnos un buen resultado, o no. O la de Roko, a la cual le aplico la misma descripción que a Angy. 

¿Por qué Suecia se ha convertido en el país rey del Festival de Eurovision en este siglo XXI? ¿Por qué en tan solo cinco años han conseguido un 3º puesto en 2011, ganar en 2012 convirtiéndose en un hit mundial, un 3º puesto en 2014 y volver a ganar en 2015? Porque van más allá de lo que yo considero clichés eurovisivos. 
Si, vosotros diréis que siempre tiran de divas de ventilador y gritos interminables entre medias de la canción. Pero yo lo llamo calidad musical. ¿O es que alguien duda de la calidad musical que Sanna Nielsen nos ofreció con su voz y con “Undo” el año pasado? ¿O que Loreen no hizo gigante, un tema ya de por si grande? ¿O que Eric Saade, a pesar de ser detestado por muchos, dejó a Suecia en un tercer puesto con una canción moderna y resultona? (coros a parte) y sin ir más lejos, el reciente ganador (acusaciones de plagio a parte) ha sabido ganarse al publico y jurado europeo con una interpretación sublime y una puesta en escena original y vistosa. Aunque para mí, las dos canciones que presentó anteriormente al Melodifestivalen, sobre todo “Cara mia” era infinitamente mejor. 

Con esta última reflexión quiero llegar a la conclusión de que, debemos cambiar el chip. Mandamos artistas muy buenos, vease Soraya, vease Pastora Soler, vease Ruth Lorenzo, Edurne, incluso El Sueño de Morfeo me parecen muy buenos en su estilo. Pero no acertamos con la canción, que aunque nos guste, como ha sido el caso de este año a mi, aunque a la mayoría no, no encaja con los gustos de otros países. 
La idea pasa por ver que se lleva en Europa, pararse a escuchar las listas de éxitos, plantear que es lo que suena en las radiofórmulas y qué no. Y tras eso, buscar en nuestro panorama, algo que encaje con esas características y si no, tirar de la manta de nuestra cultura y llevar algo latino, que creo que es lo que verdaderamente funcionaría en el festival, para una España que no encuentra su sitio. 

Mi propuesta para el año que viene sería un Raúl Gómez con una cancion como la mencionada anteriormente. Un David Bustamante con algo como lo que también he mencionado. 
Quizás me criticaréis por decir que debemos alejarnos de los clichés y estar proponiendo al mismo tiempo, a los mismos de siempre. Pero que le vamos a hacer, la mentalidad y los gustos humanos, son inescrutables, como los caminos del señor, o eso dicen. 

Un placer haber escrito para vosotros estas (extensas) líneas y espero que no sean las últimas. Y recordad: con respeto, siempre podemos opinar. 

Un saludo: 

Víctor. 

Conversación