QUÉ GRANDE ES EUROVISIÓN!!!

Queridos amigos, hemos asistido a una nueva edición de nuestro entretenimiento favorito y ha sido una noche intensa, una vez más. Se han agolpado las emociones, desde el individuo ese que ha deslucido la actuación de Dani Diges hasta el vibrante momento de las votaciones en las que no ha habido la emoción e igualdad […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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QUÉ GRANDE ES EUROVISIÓN!!!

Queridos amigos, hemos asistido a una nueva edición de nuestro entretenimiento favorito y ha sido una noche intensa, una vez más. Se han agolpado las emociones, desde el individuo ese que ha deslucido la actuación de Dani Diges hasta el vibrante momento de las votaciones en las que no ha habido la emoción e igualdad que todos preveíamos. Eso sí, el resultado me remito a mi anterior columna, ha arrojado el resultado que yo esperaba desde hace semanas: la victoria de Alemania, una victoria que muchos cuestionaban en los comentarios de la anterior columna.

Nos guste o no el resultado, estemos convencidos de que el puesto de Diges sea más o menos justo, tenemos que reconocer la grandeza de un concurso que año tras año, rompe todos los tópicos. Si algún «listillo» dice que las baladas ya no ganan Eurovisión, va un país y gana con ese estilo; que uno dice que es necesario mandar una canción en inglés para ganar, llega Serbia y gana en su propio idioma… y con una balada. Que otro pseudo conocedor de Eurovisión dice que el Big Four nunca ganará, va Alemania y triunfa.

Con lo cual, ya no nos vale esa excusa. Del Festival de esta noche, se deduce que nadie odia a los paises del Big Four por estar directamente clasificados para la final. ¿Y si lo consiguió Alemania, por qué no lo pueden hacer Francia, Reino Unido o España? Tan sólo hay que acertar con la canción y punto.

Otra teoría que se derrumba con la victoria de Alemania es la de las puestas en escena. Mientras aquí nos pegamos por cómo se verá en el escenario nuestra canción, o Soraya atribuye su fracaso a la puesta en escena, llega una jovencita alemana que canta sola con un coro, con una canción pegadiza y una cara simpática. Parece que fueron ingredientes suficientes para la victoria sin preocuparse de más historias. Incluso alguno de vosotros tildaba la actuación de sosa sin tener en cuenta que estamos ante un Festival de música, no de un festival de acrobacias, como parecía en otras ocasiones.

Tercer tópico que rompe el triunfo de Lena. Eurovisión lo ganan sólo grandes voces. Obviamente no es el caso de la ganadora de 2010, al menos lo que ha podido demostrar en este Satellite que tampoco necesita la voz de Marta Sánchez para cantarla de un modo efectivo y llamativo para la audiencia.

¿Dónde quedan las Divas?

Ya lo comenté en 2008 y lo reitero en 2010. Estamos asistiendo a un cambio sin que los eurofans nos demos casi cuenta. Las divas, estilo Safura, Hera, etc que eran las diosas eurovisivas en otra época, poco a poco han perdido fuerza entre la audiencia del Festival.

A las pruebas me remito después de lo ocurrido anoche. Ese tipo de diva da paso a otro tipo de cantante, más joven, más fresca, más natural. Ya en 2008 triunfaron Kalomira o Sirusho aunque no llegaran a ganar.Ha sido el precedente que ya nos alertaba de la victoria de una chica de ese estilo que ha sido Lena, salvando la diferencia de carácter de cada una.

¿Por qué Alemania se merecía una victoria?

Independientemente de que Alemania nos ha acompañado los últimos años en el infierno del bottom 5, siempre he defendido que este país luchaba por salir de esa situación de un modo más imaginativo que nosotros por ejemplo.

Refresquemos un poco la memoria:En 2005, los alemanes lo intentaron sin demasiada fortuna con una canción que se aproximaba al rock, aquel «Run and Hide» de Gracia. Ante el fracaso, al año siguiente cambiaron el sistema de elección por uno en el que elegían tres candidatos para que la audiencia se pronunciara. Mediante ese sistema, en 2006 ganó un grupo country Texas Ligthning con el «No no never», en 2007 esa grandísima voz procedente del jazz de Roger Cicero. Un año más tarde aquel grupo de mujeres guapas, las No Angels con «Dissapear» no fue tan buena apuesta ni tampoco Oscar en 2009 por mucho que estuviera acompañado por Dita Von Tease.

Sin embargo, tenemos que reconocer algo y es que Alemania ha hecho apuestas diferentes año tras año, unas veces con mejor acierto, otras con menos y siempre con malísimas votaciones. A mi siempre me ha parecido que este país se lo ha «currado», que han hecho lo posible por ir bien representados aunque desde fuera pensáramos que se hubieran equivocado.Tanto interés tenían que este mismo año han vuelto a cambiar de sistema de preselección y curiosamente pusieron en marcha algo parecido a aquello de «Misión Eurovisión» que tan mal se gestó en España y que ellos han perfeccionado hasta encontrar la cantante idónea y la canción llamativa.

Alemania además era de esos países que teóricamente habían perdido el interés por el Festival. Sin embargo, cada año han organizado una fiesta en algún lugar al aire libre con miles de personas. Sólo hay que recordar las imágenes de Hamburgo anoche para darnos cuenta del tirón que tiene este evento, a poco que la televisión en cuestión se tome un mínimo de interés por promocionarlo debidamente.

¿Y Daniel Diges qué?

Desde aquí declaro mi admiración sin recato hacia Daniel Diges. Anoche me sentí más orgulloso que nunca de un artista español. Guste más o menos la canción, guste más o menos la puesta en escena, guste más o menos Daniel como cantante, el papelón al que se enfrentó anoche este artista de Alcalá de Henares y el resto de bailarines, es de esos que dejan clara la profesionalidad de alguien. Que de repente salte un espontáneo en mitad de la actuación y no te quedes mudo, al estilo de las Azúcar Moreno en su época, demuestra la talla de alguien que va a ser muy importante en este país.

Ya sé que muchos dirán que se puso nervioso, que su actuación no fue del todo magistral, como lo habían sido los ensayos pero vamos a ponernos en su pellejo por un momento. Uno sale nervioso a este evento y se encuentra con uno de los peores imprevistos posibles. Tú actuando, un señor saliendo al escenario, después los de seguridad y tú haciendo como que no pasa nada. No sé si le pudo favorecer o perjudicar este incidente. Desde luego en el voto del jurado ni una cosa ni otra porque ya sabemos que emiten su veredicto la noche anterior en el ensayo general y en la audiencia, es difícil de predecir el impacto que tiene algo así. Yo creo que en todo caso, pudo ser más bien positivo porque la UER además estuvo ágil y arbitró enseguida la posibilidad de que saliera por segunda vez al escenario.

¿Qué le falta a España para ganar?

Este año lo teníamos todo desde mi punto de vista. Un cantante carismático, como Rybak o Lena, una canción diferente a las demás, que no pasó desapercibida desde luego, una gran voz y una interesante puesta en escena. Pese a todo, quedamos en decimoquinta posición. El puesto es más valorable si tenemos en cuenta que delante de nosotros, nos encontramos a muy corta distancia países como Serbia, Rusia o Ucrania que parten con más puntos de nosotros antes de actuar por el número de vecinos que apuestan por ellos año tras año.

Sin embargo, no nos debemos escudar en los vecinismos. Noruega el año pasado ganó y este ha quedado por detrás de nosotros, Finlandia ganó en 2007 y ni siquiera estuvo en la final, Alemania el año pasado fue un desastre y éste ha triunfado. Es decir que una buena canción, una que llame la atención de verdad y no pase desapercibida es apoyada por todos sin importar si eres vecino o no.

De hecho, anoche la canción española curiosamente recibió muchos puntos de países tan lejanos a nosotros, como Lituania, Letonia, Ucrania, Rusia o Moldavia mientras que los más cercanos, excepto Portugal, nos daban la espalda. Probablemente si hubiéramos gustado más a los «occidentales», hoy estaríamos aún más contentos con el resultado.No obstante, desde aquí mi más sincera enhorabuena a Daniel Diges que ha sido un dignísimo representante para España, trabajador, humilde, profesional y artista, un gran artista.

¿Qué pequeñitas son las tertulias eurovisivas de TVE?

Gracias a la suerte, y a la selección española de fútbol, no tuvimos que tragarnos esos infumables especiales de RTVE en el que unos señores empiezan a soltar todos los tópicos habidos y por haber sobre el Festival.

Todos los años la misma retahíla. Antes de empezar el Festival, somos los mejores, el resto no valen mucho… En el transcurso, tenemos que seguir soportando cómo el Sr Uribarri acierta que Grecia da 12 puntos a Chipre y que los tertulianos lo subrayen como una muestra de una cultura eurovisiva sin precedentes. Ese mismo señor que dijo en esta página que este año sería la lucha de «los países del este contra los nórdicos». Me gustaría saber a mí donde situamos a Turquía y a Alemania dentro de esos dos bloques.

Y ya lo más repetido es el final. Cada año la misma historia que si los países del este, que si se votan entre ellos, que si así no podemos ganar nunca. ¿Pero coño, no os habéis dado cuenta que ha ganado Alemania? Cambiar el discurso de una puñetera vez que parece que el discurso también os lo ha escrito el guionista, Abel Arana. Siento que se me note enfadado pero la mediocridad del post festival no fue capaz de trasladar a la audiencia lo relevante que es la victoria de un país occidental y del big four. Que sí, que alguno lo citó pero una vez más se cargaron las tintas en lo de siempre y la verdad ya aburren incluso a los que nos gusta el Festival.

En fín, creo que como primera reflexión nada más terminar el festival no está mal. Yo personalmente estoy muy contento de esta edición. Me siento orgulloso de España y ganó la que predije que lo iba a hacer, Lena. Junto a ello, otros países por los que aposté como Turquía o Bélgica hicieron muy buen papel aunque reconozco que en otros casos, como Israel o Estonia no se cumplieron mis expectativas. Un saludo a todos y hasta pronto.

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