¿POR QUÉ DEBERÍA VOLVER LA MÚSICA EN DIRECTO A EUROVISION?

Estos últimos días hemos leído la noticia en la que la UER proponía los coros grabados para Eurovision 2021, y muchos de nosotros hemos albergado un terror más que justificado, ya que cada vez más se está acabando con la verdadera esencia de lo que es el Festival de Eurovision en particular y la música […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¿POR QUÉ DEBERÍA VOLVER LA MÚSICA EN DIRECTO A EUROVISION?

Estos últimos días hemos leído la noticia en la que la UER proponía los coros grabados para Eurovision 2021, y muchos de nosotros hemos albergado un terror más que justificado, ya que cada vez más se está acabando con la verdadera esencia de lo que es el Festival de Eurovision en particular y la música en general. Conociendo la historia del eurofestival, tememos que lo que hoy es experimental, mañana será obligatorio, y lo que actualmente se efectúa en los coros, podría llegar a extenderse al vocalista principal con la única excusa de “favorecer el show y potenciar la creatividad”. No, señor. Lo que se está buscando es vender un show mediocre como excelente por cuatro duros, y eso es inaceptable si es que sentimos respeto por lo que ha sido y es el Festival de Eurovision.

Para 2021 se proponen los coros grabados como experimentales. ¿No pasa nada, verdad? Pues sí que pasa. La música en directo también era eliminada de forma experimental en 1999, y acabó prohibiéndose en 2004. Hablemos de la música en directo, que desde 1956 hasta 1998 fue una de las señas de identidad del eurofestival y que nos sirve de ejemplo ante la crisis creativa que se nos viene encima. ¿Por qué la música en directo debe volver al Festival de Eurovision?

  • Por encima de todo, Eurovision es un festival de canciones, es un festival de música. Esta razón debería ser lo suficientemente legítima como para no tener que exponer más argumentos, pero para los que no penséis igual, allá van más razones.
  • Muchos artistas que han ido al certamen europeo antes y después de 1998 han manifestado lo mucho que les gustaría poder tocar en directo con su banda o con una orquesta.
  • La orquesta o la música en directo nunca han de ser sinónimo de “antiguo” o “rancio”. Como prueba, el italiano Festival de Sanremo, certamen en el que se inspiró Eurovision y que aún provee a los artistas de orquesta y música en directo en 2020, en su 70ª edición. El Festivali I Kenges albanés también pone de manifiesto lo expuesto en este punto. En 2015, una de las mayores preselecciones de Europa, el Melodi Grand Prix noruego, también puso a disposición de sus participantes la KORK, la orquesta de la NRK. Saltando al otro lado del charco, el Festival de Viña del Mar, en Chile, también ofrece la posibilidad de actuar con música en directo, a pesar de la eliminación de músicos de cuerda en la orquesta viñamarina en las dos últimas décadas. Recordemos que el Festival de Viña del Mar es el principal festival latino de todo el mundo, con más de 60 años de trayectoria.
  • La música en directo significa libertad de elección. Desde 1973, Eurovision permitió a cada país participante elegir entre tres opciones: música en directo de forma íntegra, mezcla de música en directo y música pregrabada, o música pregrabada de forma íntegra. ¿Por qué deberíamos arrebatar a cantantes, compositores y músicos en general la libertad de decidir lo que deseen? Obligarles a actuar bajo música enlatada es una forma de autoritarismo que no debería tener cabida en un pensamiento moderno.
  • La orquesta no ha de suponer un aumento atroz del coste de la producción del eurofestival. Desde 2001 hasta la actualidad, la Metropole Orkest (orquesta pública de Países Bajos, considerada la mejor orquesta de pop y jazz del mundo) se ha ofrecido gratuitamente a arropar a los artistas que participen en Eurovision. La razón es que los empleados de la Metropole Orkest son empleados públicos, y su sueldo no aumenta en función de los bolos que hagan, por lo que no habría ningún motivo de preocupación en cuanto a lo económico.
  • La música es arte, y el arte no se crea en cadena de montaje. La música se crea en el momento de componerla y en el momento de interpretarla, y el conjunto de sensaciones y emociones que lleva implícitas es demasiado importante como para ser obviado. Música es creación, es emoción, sentimiento, y sólo la música en directo es capaz de transportar algo así al espectador.
  • La música en directo y la orquesta pueden aumentar aún más el ya imponente grado de espectacularidad del que goza Eurovision hasta el día de hoy, No sólo por los motivos musicales comentados anteriormente, sino por motivos escenográficos, de realización, etc…
  • La música en directo y la orquesta pueden hacer ganar muchos enteros a canciones que en teoría no tienen demasiado que ofrecer. Sólo pondré uno de los muchos ejemplos que podría citar: “Vuelve conmigo” de Anabel Conde era una canción demasiado simple y plana en su versión en estudio como para poder cautivar a alguien en Eurovision 1995 (de hecho iba última en apuestas). Pues bien, los impresionantes arreglos orquestales elaborados por Eduardo Leiva, más el importante apoyo de los coristas y la prodigiosa voz de Anabel Conde hicieron posible el último segundo puesto obtenido por TVE y España en el Festival de Eurovision. Sólo la legendaria “Nocturne” de Secret Garden por Noruega pudo con la representación española de aquel año. Por el contrario, un temazo como “Occidentalis Karma” de Francesco Gabbani por Italia en 2017 (cuya gran fortaleza en el directo de Sanremo fue la impecable interpretación de Gabbani y la poderosa orquestación en vivo) se vio mutilado por una insípida versión pregrabada que condenó al sexto puesto a una canción que tenía todo a su favor para poder devolver la victoria al país transalpino tras 27 años de espera.
  • Muchas voces en oposición de la música en directo y la orquesta alegan el elevado número de canciones que la orquesta debería aprenderse en menos de un mes. Desconocen estas personas que muchas orquestas han interpretado óperas y conciertos de más de tres horas de duración, mucho más árduos que las canciones que se presentan al eurofestival año tras año. Además, hemos de tener en cuenta que el retorno de la orquesta no supondría que los más de 40 países participantes la escogieran como principal opción a la hora de interpretar sus respectivos temas. En 1998, sin ir más lejor, 17 de 25 países utilizaron la orquesta de forma parcial o total.

Podríamos estar días y días enumerando razones por las que apoyar la música en directo, pero para no aburriros, prefiero pasar de la teoría a la práctica. Aquí tenemos un resumen de diversas actuaciones de la Metropole Orkest, la cual mencioné antes, en el que se ponen de manifiesto los múltiples estilos musicales que puede cubrir una buena orquesta de pop y jazz, y que podría ser perfectamente capaz de arropar a los intérpretes de futuras ediciones del Festival de Eurovision:

Por favor, tened en cuenta lo que puede pasar con nuestro querido Festival si cada vez lo vamos pregrabando y enlatando más. Que la eliminación de la orquesta y la música en vivo sea una lección que nos enseñe a apreciar lo que tenemos hoy en día, lo que tuvimos hace unos años y todo lo que podemos perder en un futuro. Make Eurovision Great Again!

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