NUESTROS NIÑOS SON UN CRACK

¿Quién podría imaginar que un Festival que nació como hijo pequeño de Eurovisión pudiera darnos tantos éxitos? Empiezo mi crónica con una pregunta, es la reflexión que me he hecho durante la pasada noche, y seguro muchos de vosotros también lo hicisteis. Pues sí, la Tercera Edición de Eurojunior nos ha regalado otro segundo puesto […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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NUESTROS NIÑOS SON UN CRACK

¿Quién podría imaginar que un Festival que nació como hijo pequeño de Eurovisión pudiera darnos tantos éxitos? Empiezo mi crónica con una pregunta, es la reflexión que me he hecho durante la pasada noche, y seguro muchos de vosotros también lo hicisteis.

Pues sí, la Tercera Edición de Eurojunior nos ha regalado otro segundo puesto con Antonio José, ese andaluz tan gracioso que soltó un torrente de voz anoche en Hasselt. A pesar del frío polar en Europa, a pesar de ir a un país donde con Patricia Kraus tuvimos un fracaso supino en 1987, a pesar de otros temas que tenían su aquel, no como otros años, el torrente español arrasó y nos quedamos a muy poco del triunfo, tres puntos de diferencia.

Durante las votaciones pensé, ganamos como el año pasado con María Isabel, pero después fui viendo que los resultados iban siendo más ajustados que en el 2004. Al final la bielorrusa de las coletas en alto nos aguó la fiesta. No lo entiendo porque puestos a ganar había temas mejores que el de Bielorrusia, pero bueno eso es sólo una opinión. Incluso la noruega, la croata, la rumana o la canción griega me gustaron más. Vaya tela también con lo de Chipre que salió sin canción para darles el 12 a los griegos, algo que ya cansa por lo habitual y típico en Festivales de Eurovisión que se precie. También fue un buen gesto de la UER el conceder un 12 a todos como regalo para empezar, así se evitaban el berrinche de un posible cero, aunque creo que es difícil eso en este concurso de niños.

Fue un Final como el de 1979 con Betty Missiego, España dio 10 a Israel y perdimos, aunque Israel también nos dio un ocho. En el Eurojunior pasó algo similar, Bielorrusia nos dio un 10 y nosotros otro a ellos, y ahí perdimos. Lo cierto es que hubo países que nos votaron algo flojitos, pero en comparación con el Festival de los grandes, las votaciones fueron un ensueño. Así mismo las quisiera yo para Atenas 2006.

¡Ay qué niños más sueltos!, Dios mío si salen con más tablas que los mayores. No sé, se toman esto Festival como un juego, que es de lo que se trata, no van con el peso de la bandera, o por lo menos ellos no se acomplejan en enseñarla a cámara. Antonio José antes de los votos le plantó la bandera española al presentador en la cara que casi le saca ojo a pesar que llevase gafas de culo de vaso el gentil señor.

Buscaron la imagen juvenil, entre lo fresco y ágil y resultó una Gala agradable, aunque los temas no eran demasiado infantiles algunos. El danés tenía una fuerza increíble en el escenario, como un roquero de toda la vida. Las niñas, adolescentes ya, de Malta y Reino Unido podían ser temas que perfectamente hubieran encajado en el Festival para mayores, incluso ellas tan creciditas rompían el encanto de esta Gala infantil y estaban como fuera de lugar, de ahí puede ser su mala clasificación. En cambio las niñitas de Noruega o Bélgica jugaron con lo que se busca en un show de estas características, con esa voz de niña todavía algo tomada e indecisa. Encantadoras.

Cuando salió España se notó el cambio, la soltura en la voz de nuestro representante buscando un estilo algo entre niño travieso y carita de ángel que dedicaba su tema a su abuelita fallecida recientemente, y le traía flores. Este niño en un futuro se podría adaptar muy bien al estilo de Melendi o Estopa. ¿Se puede ser más tierno?. Esa fórmula, pero con la madre también desaparecida, le vino muy bien a Sergio en el Primer Festival. Cuando nos tiramos a la “frivolidad” y marcha trepidante de Mª Isabel ganamos porque ella decía “antes muerta que sencilla”, y ahora repetimos el segundo lugar como en el 2003. ¿Alguien da más?. Tenemos el mejor palmarés hasta el momento y por lo que preveo seguiremos en esa línea fresca, original, genuina de lo nuestro que tanto gusta cuando se hace bien y con el corazón, sin los complejos inútiles de los mayores y con la ilusión de saberse el mejor de la clase. Así fue y el no ganar no importa porque ya somos un crack en ese show infantil, que aunque los medios los consideren como género menor, es muy grande porque allí por lo menos no nos saltan los colores de vergüenza. Ole por Antonio José y su “Te traigo flores”.

Reyes del Amor 27/11/05

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