NOS MERECEMOS UN CHIQUI-CHIQUI PARA LA ETERNIDAD

¡Hola a todos! Espero que disfrutéis leyendo mi primera columna, que reflexionemos todos juntos, y que no sea la última ya que me ha costado animarme (espero no tener muchos abucheos). Es cierto que no soy un gran bloguero, de hecho es la primera vez que me animo a escribir una columna en internet. El […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

NOS MERECEMOS UN CHIQUI-CHIQUI PARA LA ETERNIDAD

¡Hola a todos!

Espero que disfrutéis leyendo mi primera columna, que reflexionemos todos juntos, y que no sea la última ya que me ha costado animarme (espero no tener muchos abucheos). Es cierto que no soy un gran bloguero, de hecho es la primera vez que me animo a escribir una columna en internet. El motivo que me ha llevado a hacerlo es la impotencia.

Sí, señores, la impotencia que me surge al ver muchos comentarios no constructivos, sino hirientes. Decidí recopilar (sin dar nombres, por supuesto), estos comentarios faltos de educación y sin sentido. Entre ellos, he podido leer que Contigo Hasta el Final es patética, que El Sueño de Morfeo son unos fracasados, o numerosos apelativos (peyorativos, claro), y un largo etcétera. Por eso mi primera pregunta es la siguiente: ¿Recordáis las canciones que nos representaban antes?

Otra cuestión que me ha molestado muchísimo es la constante comparación entre la actual candidatura española con la del año pasado. Sí, todos somos conscientes de que Pastora Soler fue un soplo de aire fresco para España, una inyección de moral. Sin embargo, eso no significa que tengamos que estar comparando absolutamente todo. Por eso, leer comentarios, que han sido muchos, del tipo: “después del gran lugar que nos dio Pastora, estos nos devuelven al bottom”, me parece, cuanto menos, un argumento que haría mi primo de 11 años. Quiero recordaros que sí, la voz de Pastora puede ser catalogada de vozarrón, porque lo es, pero la de Raquel no es mala por no tener esas texituras, es simplemente diferente. A mí, personalmente es una voz que me transmite muchísimo más, que cautiva. Y sobre la canción, somos conscientes de que Qúedate Conmigo no era una apuesta ganadora. Es más, fue una candidatura que pasó desapercibida antes del festival, durante el festival, y después del festival, tanto en España como en Europa, y que si algo nos salvó fue Pastora, y la cualidad de los jurados de solamente votar por vozarrón más balada. Quizás este año nos pase lo mismo, o incluso peor, pero me parece una apuesta mucho más actual y representativa de nuestra cultura musical.

Después de esta comparación, mira que odio comparar, voy a continuar mi columna… comparando. Como dije al comenzar la columna, deberíamos estar orgullosos de nuestras dos últimas representaciones, sin tener en cuenta el puesto que obtengamos. Deberíamos hacerlo porque por fín tenemos apuestas dignas, de cantantes consagrados. Por otra parte, pronto se nos olvidan nuestras últimas representaciones.

2005 – Son de Sol nos representó en Kiev. El grupo, que ha hecho buenas canciones, nos representó en aquella ocasión con Brujería. Una canción que no había por donde cogerla. No tenía principio, ni tenía final. Y peor aún eran esos vestidos horteras, pero, sobre todo, ese rapero, me ponía enfermo, como bien cantaban Las Supremas de Móstoles.

2006 – Las Keptchup nos representaron en Atenas con Bloody Mary. Si la anterior candidatura fue paupérrima, esta era peor. Ellas no tenían empatía con la camara, y esas sillas de Ikea hicieron que la puesta en escena fuera casposa. La canción, si se le podía llamar canción, fue la peor de 2006.

2007 – D’Nash acudieron a Helsinki con I Love yo Mi Vida. Si bien esta candidatura era algo mejor que las anteriores, tampoco era para lanzar cohetes. Ellos sí que estuvieron desafinados y la canción era bastante casposa.

2008 – Rodolfo Chiquilicuatre y el archiconocido Chiqui-Chiqui acudieron a Belgrado. Ese año llegamos a la cima de falta de dignidad en uno mismo. David, un gran actor, se vio obligado a acudir con ese personaje y con una canción que era de todo menos canción. ¿Aún creeis que eso es mejor que ESDM?

2009 – Soraya probó la formula de buena cantante, pero canción pésima. Con las etiquetas de diva, acudió, como no, a Moscú como una de las grandes favoritas. Fue el gran descalabro que yo recuerdo como seguidor del festival. La canción me parecía malísima, y después de ver los ensayos, peor. Pero embaucado por los comentarios de la web, me hice unas ilusiones muy desproporcionadas con la realidad.

2010 – Daniel Diges y Algo Pequeñito nos representaron en Oslo. Cierto es que la canción no era mala, a mí me gustaba, pero no tenía nada de actual ni representaba nuestra cultura musical.

2011 – Lucía Pérez, la María Magdalena de la web, acudió a Dusseldorf con Que me quiten lo bailao. La canción, formula de Astersero, era mala, malísima. Si bien Lucía si consiguió sacarle todo el jugo que pudo y consiguió 72 o 73 meritorios puntos del público (algo que Pastora no logró).

Por eso quiero acabar pidiendo al pueblo eurofan que reflexionemos un poco antes de sentarnos a escribir, si pensamos realmente que nuestra candidatura es tan mala, digámoslo, pero pensemos en lo que hemos tenido anteriormente. Y también lo digo porque vamos a conseguir que artistas consagrados no quieran ir al festival. Y no querrán ir porque tienen miedo de que repercuta en su carrera musical. Yo soy el primero que no quiere volver a las últimas representaciones.

Apoyemos a nuestro grupo, porque ha trabajado muchísimo, por las ganas que le ponen, y porque tenemos una canción buena.

Quiero acabar con la frase que da título a mi columna: Nos merecemos un Chiqui-Chiqui para la eternidad.

Muchas gracias, y hasta la próxima.

Conversación