Supongo que como casi todos, he utilizado los últimos meses para desintoxicarme de todo lo ocurrido en el anterior festival. La intensidad con la que vivimos todos Eurovisión, a mi me obliga a tomar un descanso mental para afrontar la nueva etapa y ya estamos en ello.

Por supuesto que esto no significa que repudie la información que mis compañeros de la web, han ido recogiendo en los últimos meses. Ahora me ha parecido interesante hacer balance de alguna de ellas y expresar mi opinión.

En primer lugar, he visto que han creado mucho revuelo algunas manifestaciones de artistas o grupos que no estaban por la labor de acudir al festival. Como casi siempre, he leído comentarios absolutamente dramáticos, descalificando a los autores de esas manifestaciones de una manera a veces demasiado desbocadas.

Comprendo que algunos han demostrado su total ignorancia sobre la realidad de este encuentro musical, comprendo que eso nos puede fastidiar por la pasión con la que nosotros lo vivimos pero a mí, personalmente, no me sube la bilirrubina cuando leo este tipo de declaraciones. No creo que haya que organizar manifestaciones en masa o boicot contra estos artistas.

Habría que reflexionar hasta qué punto esas frases obedecen a la idea general que se tiene en España de Eurovisión y qué podemos hacer para cambiar la imagen. Es cierto que la gran responsabilidad de ese cambio de mentalidad, debería ser de TVE pero creo que igualmente nosotros deberíamos poner nuestro granito de arena. ¿Cómo? Para empezar, respetando un poco más a los artistas, incluso cuando tienen posturas contrarias a nuestros planteamientos. Hay mucho trabajo por hacer en España, eso está mas que claro.

Pero además, hay una premisa clara. Uno no está informado sobre un acontecimiento si no tiene interés. Probablemente muchos de vosotros no conozcáis quién es el delantero centro del Getafe y no será porque las televisiones no informan sobre la liga de fútbol de forma constante. ¿Qué quiero decir con esto? En gran parte, la desinfomación que algunos han demostrado en esas declaraciones, significa que les interesa poco o nada y es absolutamente respetable. No es obligatorio que Eurovisión interese a todos los artistas de un país.

Si por ejemplo analizamos otro tipo de festivales, los de cine por citar los más significativos. Hay directores que les encanta presentar su trabajo en Cannes, Venecia, Berlín o Donostia pero hay otros que pasan olímpicamente de este tipo de competiciones. Y es precisamente ese aspecto el que no les gusta. Algunos entienden que el arte, y la música o el cine lo son, no debe ser competitivo, no entienden que su trabajo sea mejor o peor porque lo diga un jurado o el público.

Yo soy el primer defensor de que España sea representada por artistas de primera categoría, tanto cantantes como compositores. Sin embargo, no todos tienen que estar disponibles como si fueran los jugadores de fútbol para la selección. Es más, prefiero un grupo o cantante convencido que otro que vaya sólo a cubrir el expediente.

Evidentemente, ya he comentado en otras columnas anteriores, que debe ser un trabajo de los directivos de la televisión pública buscar a esos artistas dispuestos y convencerles de participar. Ya quedó claro que esperar a que uno de ellos llame por teléfono es la mayor estupidez que jamás se haya hecho. El teléfono que debe sonar es el de los posibles candidatos.

Falete, D-Votion….

Ya sé que como todos los años, empiezan a surgir rumores sobre supuestas conversaciones de responsables de TVE con tal o cual artista. Sinceramente no sé si tienen alguna fiabilidad o no pero no creo que estén las cosas ahora mismo como para decidir qué van a hacer en un acontecimiento que se celebra en Mayo. Hay elecciones, la televisión está sin presidente, con la mitad del consejo con el mandato caducado y los directivos en situación prácticamente de interinidad. Naturalmente, una empresa debe seguir moviéndose a pesar de esas circunstancias pero de ahí a tomar una decisión definitiva, creo que sería un poco precipitado.

Sin embargo, en la otra cara de la moneda hemos leido entrevistas y noticias sobre grupos y cantantes dispuestos a acudir a Bakú. El caso más llamativo fue el de Falete puesto que la magnífica entrevista realizar por nuestro compañero Luka tuvo una enorme repercusión en la prensa nacional, incluso en aquellos periódicos o televisiones que dicen que Eurovisión no interesa.

Veréis a mi personalmente la música de Falete no me gusta, no es la que escucho habitualmente en mis ratos de entretenimiento. Sin embargo, siempre he apelado a que los eurofans debemos ser más abiertos de mente y me aplico el cuento en este caso. Creo que nadie duda de que es un gran artista y yo no le pondría pegas a su presencia en la capital de Azerbaiyán si finalmente la canción mereciese la pena. Ya he leido críticas demoledoras que incluso aludían a su aspecto físico pero creo que son completamente injustificadas y demuestran una total ignorancia sobre lo que es el festival.

Otra de las posibilidades que se nos han presentado es la de esos chicos que cantan y bailan en tacones, cuyo nombre artístico es D-Votion. Tampoco es que sea un tipo de música que me apasione especialmente. Incluso en su detrimento diré que no son artistas del prestigio que yo defendía unos párrafos anteriores. Pero no todo es blanco o negro en esta vida. Me gusta de ellos que aportarían una propuesta absolutamente rompedora, rompedora con lo que España lleva habitualmente y también en general. Claro que podemos quedar últimos con una alternativa arriesgada pero francamente prefiero ser bottom con algo original a hacerlo con canciones sacadas de la década de los 70, como alguna de nuestras recientes representaciones.

Me vais a permitir que no comente rumores ni siquiera otras pseudo artistas que dicen estar dispuestas a presentar al proceso de selección, si es que lo hubiera o hubiese. Como diría Risto Mejide, me gustaría que se ahorrasen la molestia de castigarnos los oidos, ya muy afectados por preselecciones anteriores.