Momento Massiel con su La,la,la

A las once y cinco de la noche del 6 de abril de 1968, las diez y cinco en Londres, actuó Massiel por España que como sabemos ganó con 29 puntos sobre el Reino Unido. Le votaron así: Portugal 4, Austria 2, Luxemburgo 1, Mónaco 4, Finlandia 3, Francia 4, Italia 3, Noruega 1, Irlanda […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Momento Massiel con su La,la,la

A las once y cinco de la noche del 6 de abril de 1968, las diez y cinco en Londres, actuó Massiel por España que como sabemos ganó con 29 puntos sobre el Reino Unido. Le votaron así: Portugal 4, Austria 2, Luxemburgo 1, Mónaco 4, Finlandia 3, Francia 4, Italia 3, Noruega 1, Irlanda 1 y Alemania 6. Salió espléndida en escena, con su vestido de Courrèges, comprado en París unos días antes de la gala, zapatos bajos y medias blancas. El coro a un lado y ella en el centro de la tarima se propusieron arrasar con el “La, la, la” de Ramón Arcusa y Manuel de la Calva y lo consiguieron. Era la octava vez que España salía en Eurovisión y por fin se llevaba el primer premio. Los arreglos musicales y la dirección de la orquesta fueron de Rafael Ibarbia, que estuvo totalmente acertado al acelerar el ritmo de la canción. Mientras a Francia eso le perjudicó a España le vino muy bien porque cogió fuerza.
La preselección que se hizo en nuestro país estuvo muy elaborada, pero nadie esperaba el desenlace final. Propusieron a Raphael volver a salir pero dijo que no, que tres veces seguidas era demasiado. La casa de discos Zafiro-Novola presentó en diciembre de 1967 una cinta donde iban las canciones “Nos falta fe” que iban a interpretar Juan y Junior, “Tirititero” de Joan Manuel Serrat y el “La, la, la” del Dúo Dinámico. TVE eligió esta última pero quería que la cantara Serrat y no el Dúo Dinámico. Después entra en escena Arthur Kaps, productor de televisión, que llevó el tema a Alemania para que Bert Kaempfert hiciera los arreglos. Entonces Serrat junto a su representante Lasso de la Vega decidieron hacer otra versión en catalán para la casa EDIGSA, que producía todos los temas de los cantantes de la Nova Cançó. A Serrat le llega una dura presión por parte de un grupo reducido de catalanistas que le llaman traidor si no canta el tema íntegro en catalán. Lasso de la Vega estaba entre dos aguas y no sabía que hacer. Madrid le amenazaba por un lado, pero por otro tenía a un gran grupo de público catalán que ya no iba a comprar el disco en castellano. Cuando faltaban dos semanas para el Festival, justo el 25 de marzo, sale un titular en portada en el diario barcelonés Tele-Exprés (número 1.098) que decía: Serrat no cantará, publicándose una carta abierta en la que bajo su puño y letra explicaba a la opinión pública española porque no quería cantar en castellano. TVE puso el grito en el cielo y se armó el culebrón. Juan José Rosón –secretario general de TVE- y Manuel Fraga prohibieron rotundamente la decisión de Serrat y su representante, que también lo era del Dúo Dinámico.
¿Qué se podía hacer?, no había tiempo material para elegir otro cantante que se aprendiera el tema en dos semanas. Serrat ya había hecho la promoción y en Londres tenían los carteles y el programa con su nombre impreso. La UER se desentendió y encargó a los directivos de TVE que escogieran otro intérprete cuanto antes, sino peligraba su continuación en el Certamen. Se propuso a Marisol, pero enseguida se abandonó la idea cuando alguien pensó en Massiel, que estaba de gira en México. La noticia le llegó a su padre Emilio Santamaría que además era su representante. Ella dijo sí al instante y viajó a toda prisa a Madrid para aprenderse la canción y promocionarla por Europa, porque mucho tiempo no quedaba. Arthur Kaps por su lado hizo malabarismos para conseguir que Massiel pudiera salir en la pista del Albert Hall el 6 de abril, todo esto a siete días vista. Los ingleses eran muy reacios a cambiar el programa. El tema se grabó en 24 horas y de ahí a Francia, Alemania y el Reino Unido entre otros países. La chica no perdió el tren pero no imaginaba lo que iba a repercutir de bueno y de malo en su futuro artístico. Sólo Massiel sabe lo que ha tenido que pagar y lo que han conseguido por el Primer Premio de Eurovisión y de eso ella ya hablado mucho. Mientras, Serrat desapareció de escena, de Barcelona y de España. Se fue a París y luego a México. Es vetado en TVE hasta 1974, aunque para él esta gesta también le supuso un éxito notable sí fue un dolor de cabeza y una dura amenaza por haber plantado cara al régimen. Contentó a su público y rompió con algo que denostaban los intelectualoides de la época, la Eurovisión. Todos contentos y cada uno por su lado. Pero por mucho que dijeran los serratistas y los seguidores de Massiel, enfrentados para los restos, los protagonistas siguieron con su amistad y así lo han demostrado.
El 7 de abril, y muchos días después, los titulares en España publican el éxito de España y hubo de todo. Desde los que alababan la azaña, la mayoría, más bien adictos al régimen franquista y enorgullecidos por haber derrotado a la pérfida Albion –Inglaterra- hasta los que tiraban por los suelos a Massiel poniéndola verde, por el vestido, por el pelo, por el baile, por los dientes… por todo porque están en contra de todo. También estaban los que les daba más o menos igual. Lo cierto es que fue tema de conversación acalorada durante mucho tiempo. Jose María Gironella hizo un artículo que salió publicado en Tele-Exprés el 15 de abril de 1968 titulado “La,la,la y Agustina de Aragón” y de ahí la leyenda. Que un intelectual de esa catadura tan importante se pusiera a hablar de la Eurovisión supone el fenómeno social que produjo el evento. Como anécdota, Massiel cuenta que cuando actuó en el Palau de la Música de Barcelona en marzo de 1971 con la obra “A los hombres futuros, yo, Bertolt Brecht” dirigida e interpretada también por Fernando Fernán-Gómez, un sector del público la abucheó y al terminar en lugar de un ramo de flores le dieron un tiesto de maceta. Ella lo dejó caer, no lo tiró como dijeron algunos, en medio del pasillo de platea y entonces se armó otro sonoro escándalo que llenó portadas. Hasta ahí llegaron los ecos del La, la, la y duraron por lo menos hasta la Transición cuando todo el mundo veía el acontecimiento como si fuera un chiste y ya nadie se peleaba por la cuestión. Con todo todavía Massiel recibe acusaciones de algún desvergonzado que la acusa de haberse fotografiado con Franco cuando ganó. Es mentira porque ahí están las hemerotecas y no existe ninguna foto publicada del acto. Si es verdad que recibió la Cruz de Isabel La Católica, por ganar, como la recibieron muchos artistas en esos años y nadie se tira de los pelos por ello y los acusa de franquistas recalcitrantes, cuando a lo mejor sí lo son.
También es cierto que recibió una carta de felicitación de Franco –publicado en La Vanguardia del 9 de abril de 1968- y que decía así: “Madrid, 7.-El Jefe de la Casa Civil del Jefe del Estado ha dirigido el siguiente telegrama al director general de Radiodifusión y Televisión: Su excelencia me encarga le transmita su afectuosa felicitación extensiva a la cantante Massiel y todo el equipo especial de TVE con motivo gran éxito obtenido en Festival Eurovisión. Salúdale, Conde Casa Loja” y ella mandó otro al ministro de Asuntos Exteriores, Fernando María Castiella, que decía: “Desde Londres ofrecémosle esta victoria de España ante doscientos millones de europeos. Saludos. Massiel”. Mientras el señor Castiella decidía darle el famoso Lazo.

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