Mi reflexión del día después

Es la primera vez que me decido a escribir una columna porque es tanta la rabia y la frustración que tengo que quizá de este modo me pueda desahogar. Un año más pero la misma decepción de siempre. Tengo 25 años y la primera vez que vi el Festival de Eurovisión fue con 11, el […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

Mi reflexión del día después

Es la primera vez que me decido a escribir una columna porque es tanta la rabia y la frustración que tengo que quizá de este modo me pueda desahogar. Un año más pero la misma decepción de siempre. Tengo 25 años y la primera vez que vi el Festival de Eurovisión fue con 11, el año de Rosa y su Europe’s living a celebration. ¡Quién me iba a decir a mí, 14 años después, que España iba a conseguir su mejor posición (7º) hasta la fecha! Año tras año, festival tras festival me ponía enfrente del televisor con la esperanza, ingenuo de mí, de que ese año sí podía ser el nuestro. Pero nada. Luego con el paso del tiempo fui entendiendo que existían una serie de factores que hacían muy difícil que España optara siquiera a un top 15, a veces externos, a veces internos y a veces ambos. La pregunta es, ¿conseguirá algún año, ya no digo ganar, alcanzar esa séptima posición de 2002?

Este año creía que podíamos entrar en el top 10 sin problemas, lo teníamos todo para conseguirlo (una buena canción que puede tener recorrido más allá del festival, una pedazo de artista como Barei, con carisma, cercana, con una gran personalidad y con la que me quito el sombrero una y mil veces, una promoción fuera de nuestras fronteras como nunca antes la habíamos tenido, una muy buena acogida por parte de los eurofans europeos estando, por ejemplo, en el top 3 de canciones favoritas en Youtube, …etc) pero de golpe y porrazo nos vemos abocados al puesto 22º. Si sólo contara el televoto aún hubiéramos descendido otros dos puestos más ya que tan solo hemos conseguido 10 puntos procedentes de 5 países: Reino Unido (4 puntos), Australia (2 puntos) Suiza (2 puntos), Francia (1 punto) y Suecia (1 punto). Ni en mis peores pesadillas me podía imaginar semejante debacle (cómo diría Rita Barberá: ¡Qué hostia, qué hostia!). He de decir que ha sido una votación extraña, ya no sólo por el nuevo sistema (no me gustó nada la insistencia de Petra Mede para pedir los 12 puntos a los portavoces, a veces rozando la mala educación) sino por la tremenda diferencia, abismal en algunos casos, entre los votos del jurado y del público. ¿Alguien me puede explicar cómo es posible que Polonia haya sido penúltima para el jurado y tercera para el público? ¿O cómo se explica que canciones que apenas nadie hablaba de ellas previamente como Bélgica o Lituania se hayan metido en el top 10, así, sin venir a cuento? ¿Soy el único que se quedó embobado un rato mirando la tele sin reaccionar ante lo que estaba viendo? Hubo un momento en el que creí que había algún pirata informático detrás…. ¡Yo que sé! Esto no significa que no me alegre de la victoria de Jamala y su 1944 ya que me parece una justa ganadora y me alegro aún más de que una canción cuyo estribillo está interpretado en un idioma tan minoritario como el tártaro de Crimea pueda ganar Eurovisión.

Volviendo al tema de España pues sí, siento una rabia y una impotencia enorme porque Say yay no se merecía quedar tan abajo, Barei no se merecía quedar tan abajo. Lo ha dado absolutamente todo desde que ganó la preselección (aquella preselección con una realización más propia de una verbena de verano porque TVE también tiene tela…..). Podemos estar muy, pero que muy orgullosos de nuestra representante porque fue la que más ovaciónes tuvo entre el público del Globen Arena. Por eso es muy frustrante que esa reacción del público no se viera reflejada después en los votos (con Soraya recuerdo que pasó algo parecido). Yo no creo que sea una cuestión de que en Europa haya una conspiración judeo-masónica contra España ni nada de eso sino quizá cierta pereza o, por qué no, indiferencia a la hora de votarnos. Sin embargo, recordad, queridos amigos del resto de Europa, que la pulserita del todo incluido que lleváis en cualquier hotel de Salou, Fuengirola o Benidorm también es España…. En cualquier caso, Barei, GRACIAS, GRACIAS Y GRACIAS, por hacernos soñar a todos los que nos gusta este festival, a mí ya me has conquistado para siempre y te deseo una fructífera carrera musical porque has sido una representante de campeonato.

PD: Pido disculpas por los errores que haya podido cometer. Agradecería enormemente vuestras opiniones. Un saludo a todos.

Conversación