LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ

Festival de la Canción de Eurovisión, Eurovision Song Contest, Concours Eurovision de la Chanson. Tres idiomas, tres nombres que significan lo mismo. ¿Qué es Eurovisión? Podríamos decir que es un concurso entre televisiones públicas y/o privadas miembras de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) o países miembros del Consejo de Europa. En este concurso, cada […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ

Festival de la Canción de Eurovisión, Eurovision Song Contest, Concours Eurovision de la Chanson. Tres idiomas, tres nombres que significan lo mismo.

¿Qué es Eurovisión? Podríamos decir que es un concurso entre televisiones públicas y/o privadas miembras de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) o países miembros del Consejo de Europa. En este concurso, cada televisión lleva a un artista musical que representa a la radiofórmula musical de su país. Una vez interpretadas todas las canciones, mediante el uso del televoto, del jurado o una mezcla de ambos, las distintas televisiones eligen la que consideran la mejor. Una vez que todos hayan votado, la canción que tenga más puntos será la ganadora.

Es comprensible entender que la canción ganadora sea la mejor de todas porque es votada por todos o casi todos y eso, quieras o no, significa algo. Pero, ¿y el resto? Algunas acaban teniendo éxito fuera del festival al quedar en muy buena posición. Otras tienen éxito efímero en sus países de origen, independientemente del puesto obtenido. Otras, sin embargo, pasan sin pena ni gloria y acaban cayendo en el olvido. Estas últimas ¿tuvieron que ser, obligatoriamente, las peores de la edición en la que participaron? Yo digo NO. Entonces ¿por qué quedaron en la parte media-baja de la tabla? La explicación más sencilla fue que durante su actuación no prendieron la llama para que el jurado o televoto votara en masa por ella. No prender esa mecha ¿hacen que sean de menor calidad? Yo digo NO.

Cuando estas canciones se recuperan, pueden pasar dos cosas: o la gran multitud las siguen considerando las peores de su edición o las acaban alabando y las consideran infravaloradas. Ambas consideraciones valen tanto para las que quedaron bien como para las que quedaron mal. Han existido, existen y existirán canciones que no fueron comprendidas o no gustaron en su tiempo pero que han conseguido envejecer bien y viceversa. Ejemplos, muchos. Tiempo para hablar de ellas, escaso.

Por tanto, ¿por qué le damos tanta importancia a conseguir uno u otro puesto? ¿Vale la pena rasgarnos las vestiduras si nuestra canción favorita o la propia representación de nuestra televisión pública queda en una mala posición? ¿Implica ese resultado que la propuesta no fuese de calidad?

Cada año la primavera nos trae nuestro concurso favorito en el que comentamos todo lo que le rodea, reímos juntos, lloramos juntos, nos enfadamos juntos, nos relacionamos entre todos, etc. En este concurso participan alrededor de 40 países. Por tanto hay, como mínimo, 39 perdedores y un único ganador. Caemos en el error de considerar éxito a una buena posición y fracaso una mala clasificación. En un primer momento ambos aspectos se relacionan. Pero, ¿y si analizamos las propuestas, por ejemplo del 2012, pasados unos cinco años? ¿Seguiremos pensando que la calidad esta íntimamente relacionada con el resultado final o cambiaremos de opinión?

El éxito no es conseguir una buena posición, es mantener los argumentos que nos hicieron merecedores de ese puesto y/o conseguir el éxito que, por caprichos del destino, no conseguimos en su momento. Por ello, la historia eurovisiva nos absolverá.

Esta columna está escrita, intentando ser lo más objetivo posible, en respuesta a los argumentos que afirman una mala posición por parte de España, RTVE, El Sueño de Morfeo y Contigo hasta el final el 18 de Mayo en Malmö. No tiene ninguna concepción patriótica ni pretende defender lo que para muchos es indefendible. Esta opinión la llevo manteniedo desde hace años y la seguiré manteniendo este año y el siguiente y el siguiente, aún si España acaba ganando el festival.

Un saludo.

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