LA CHICA DE LAS OPORTUNIDADES PERDIDAS
Más de un mes he tardado en cerrar la boca tras enterarme de la elección de Rosa para el Eurodance, ese festival que, perdonarme, pero a mí me importa un bledo y que por lo único que le prestamos algo de atención es porque lo organiza la UER, que si lo hiciera cualquier televisión privada de Europa, nos daría lo mismo.
El caso es que me llama la atención que TVE elija a la cantante granadina para un certamen de baile a nivel europeo. Cierto es que Rosa ganó las ediciones nacionales de 'Mira quien baila', pero también es verdad que más que por sus dotes artísticas, que las tiene, la chica arrasó por la simpatía de la que goza en nuestro país, algo que le faltará el día 6 en Glasgow.
Lo que me extraña es que ella misma haya aceptado el reto. Siempre he pensado que Rosa ha estado muy mal aconsejada a la hora de dirigir su carrera, a la hora de elegir temas, vestuario… pero aceptar ir al Eurovisión de baile cuando en realidad, podría haber acudido al de cantantes de nuevo, que al fin y al cabo es lo que es, creo que ha sido quemar un cartucho antes de tiempo.
Y es que señores, TVE vuelve a dejar pasar otra buena oportunidad. Si el año que viene hubiera elegido 'internamente' a Rosa como representante (ya que tanto interés tiene en volverla a mandar a Europa) no hubiera habido muchas voces en contra. Elige una buena cantante, porque lo es, y además, admirada por el público. Seguro que el ente se aseguraba también una buena dosis de audiencia gracias a la de Armilla. Y si encima el tema hubiera sido bueno, entonces ya me imagino la euroforia "esta vez sí", "este año es nuestro"….
No hubiésemos ganado seguramente, pero hubiera sido una buena campaña de márketing en busca de audiencias, que al fin y al cabo es lo que nuestra tele pública quiere, como ya nos ha demostrado este año.
En fin, gane o pierda Rosa en Glasgow, a la mayoría nos va a dar igual. Y la chica de las oportunidades perdidas regresará a España si, con un poquito más de promoción bajo el brazo para su nuevo disco que sale en octubre, pero sin el tirón que le proporcionaría volver, de una vez por todas, a Eurovisión.
Conversación