¿INFLUYE REALMENTE EL ORDEN DE ACTUACIÓN EN EL RESULTADO FINAL?

Estos días se ha hablado mucho acerca del nuevo cambio que el Grupo de Referencia (a propuesta de la SVT) va a introducir en el Festival de 2013, y que afectará a cómo se decide el orden de actuación de los participantes, tanto en las semifinales como en la final. Existe el hecho aceptado por […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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¿INFLUYE REALMENTE EL ORDEN DE ACTUACIÓN EN EL RESULTADO FINAL?

Estos días se ha hablado mucho acerca del nuevo cambio que el Grupo de Referencia (a propuesta de la SVT) va a introducir en el Festival de 2013, y que afectará a cómo se decide el orden de actuación de los participantes, tanto en las semifinales como en la final.

Existe el hecho aceptado por una gran parte de fans, y seguramente por algunas televisiones, de que actuar en las aproximadamente diez últimas posiciones beneficia al participante y le favorece en los resultados. Como principal argumento a favor: todos los ganadores de los festivales desde 2004 han actuado en la segunda parte de la final. ¿Pero ésto demuestra algo o es simplemente una curiosidad estadística?

Me gustaría analizar a continuación cuánto peso tiene el factor del orden de actuación en los puntos obtenidos por cada participante:

Para empezar, un 50% de la puntuación procede de los jurados. El orden de actuación no influye para nada en el voto de éstos. Muchos miembros de los jurados conocen las canciones de antemano y ya saben en qué actuaciones les interesa fijarse, según el criterio de cada uno. Ellos basan su evaluación en el vídeo del ensayo general, y si quieren, pueden revisar las actuaciones las veces que quieran antes de emitir un veredicto.

Pruebas de que el orden no les afecta: en el 2011 votaron masivamente por Italia, que actuó en un poco favorecedor puesto 12, y en 2010 votaron como segunda mejor a Bélgica (sólo a 2 puntos de Lena) que actuó en séptimo lugar.

Y con ésto, el impacto del orden de actuación se centra en el 50% correspondiente al televoto. Normalmente, el argumento de que una posición hacia el final favorece al participante se basa en que los votantes recuerdan mejor las actuaciones finales, por ser más recientes, o que pueden omitir las primeras por incorporarse tarde a ver el Festival en TV. ¿Pero de qué votantes hablamos? 

El tipo de personas que votan en el Festival seguramente son muy diversas, pero se pueden agrupar, mas o menos, en tres grupos:

1- Los votantes por afinidad. Esto es, el famoso voto vecinal, de diáspora o simplemente porque el país “x” me cae bien. Todos sabemos el peso de este tipo de voto, y una cosa está clara: a este grupo de votantes el orden de actuación no le influye para nada. Un inmigrante que vota por su país de origen lo va a hacer igual, ya actúe el primero, el 12, el 24 o lo haga desde el lavabo de la green room.

2- Los eurofans. Otros grandes votantes. Pero me gustaría dividir, porque es un punto importante en este análisis, a los ‘eurofans’ entre ‘eurofans hardcore’ y ‘eurofans light’. Los ‘hardcore’ (no es que les guste el house ¿eh?) son aquellos que estan todo el año pendientes del Festival y se conocen hasta la última canción de la más remota preselección europea. O sea, asiduos a estas webs temáticas, miembros de OGAE y demás.

Evidentemente a este grupo el orden de actuación no le afecta, porque cuando llega la final, se han visto ya los ensayos cien veces y tienen muy claro qué votarán y qué no (a no ser de pifia de última hora).

Pero ¿y a los ‘eurofans light’? Es decir, aquellos que desconectan del Festival durante el año y solo se preocupan durante la semana del evento (que seguramente son mucho más numerosos que los ‘hardcore’). Pues dependiendo del grado de implicación de cada uno, puede ser que al menos hayan escuchado las favoritas y tengan cierta idea de qué actuaciones deben seguir más que otras. Aquí el orden de actuación puede tener algo más de peso, pero no necesariamente.

3- El llamado ‘público general’. O sea el que ve el Festival el sábado por la noche como podría ver una película de 007, pero bueno, le gusta disfrutar de él al menos tres horitas. Diría que este público, en contra de lo que se argumenta muchas veces, vota muy poco, más que nada porque le da igual que gane Loreen o Karmele Marchante. Si el televoto no se ajusta muchas veces a las encuestas de los eurofans ‘hardcore’ es gracias a los eurofans ‘light’ (menos fanáticos de las divas etc.), no al ‘público general’.

A este tercer grupo probablemente sí le influye el orden de actuación a la hora de votar, pero seguramente el peso de su voto es mucho menor al de los grupos 1 y 2; al menos en España y la mayoría de países donde el Festival no es lo suficientemente popular como para que el ‘público general’ se implique en las votaciones. Es decir, en todos, menos en un grupito de países escandinavos y alguno más.

En conclusión, no creo que el orden de actuación influya tanto como se cree en algunos sectores. Igual habría que plantearse la cuestión desde otra perspectiva ¿por qué (casi) siempre los grandes favoritos (Loreen, Rybak, Serifovic…) han sido colocados por el sorteo en la segunda parte de las actuaciones? Igual porque la probabilidad es de un 50%. Pero no tengo la respuesta. ¡Hasta la próxima!

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