HISTORIA DE LOS TOP FIVE ALEMANES. PRIMERA PARTE…

La segunda victoria de Alemania en Eurovisión ha tenido que esperar 28 años, el mismo tiempo que le costó ganar por primera vez. Fue uno de los países fundadores en 1956 y le ha costado mucho ganar, esa es la pura verdad. La primera vez fue en 1982 con Nicole, tras participar religiosamente cada año, no acaban de conseguirlo, a la 27 ocasión fue la vencida. Quizá era por el idioma, posiblemente por los temas que muchas veces incluso se adelantaron a su tiempo. Lo cierto es que siempre arriesgaron y fue una delegación que quedase como quedase en la tabla de los votos conseguía destacar por sus números vistosos o por intérpretes de carisma como el caso de Las Hermanas Kessler, Joy Fleming, Lou, Conny Froboess, Lale Andersen, Freddy Quinn, Ireen Sheer, Nino de Angelo, Gitte, Ingrid Peters, Roger Cicero, Corinna May o las Silver Convention. Pero hoy no hablaremos de ellos porque no obtuvieron ese ansiado top five, ese que por lo menos te recobra los colores.
Algunos años fueron injustamente tratados, otros tuvieron mucha suerte en los votos porque sacaron canciones de corte pop tradicional o muy pegadizas en los estribillos. La cuestión es que sus temas eran atentamente seguidos porque a variedad en estilos no les ganaban.
Vamos a la historia. De 1957 (1956 no lo contamos porque tras la ganadora todos los competidores quedaron en segundo lugar, no hubo votos públicos) a 2010 han quedado en 16 ocasiones entre los cinco primeros puestos. Su época más brillante de ránkings fue en los ochenta, pero desde finales de los setenta ya iban destacando.
En los últimos años no acaban de quedar como deseaban, ni llevando escenografías imposibles como la invitación de la modelo Ditta von Tesse en 2009 como guinda de la tarta en esa ocasión, tirándose por el jazz con Mutzke, por lo crooner Cicero, la balada tradicional de Michelle o el pop desenfrenado y chispeante de Lou. Ha tenido que ser un tema sencillo, sin pretensiones, sin barroquismos, el que les de la victoria, eso sí, cantando en inglés que parece ser ya claramente garante de éxito y más cuando la canción lo requiere. Con todo, los temas lentos cantados en alemán son un encanto, y aunque a muchos no les guste el idioma, a mí me encanta. Tiene un toque de viejo cabaret berlinés que me enloquece en según qué canciones, claro. Y cuando se tiran por lo divertido y pop, también son geniales.
En 1957 la gran diva y actriz, una de las más famosas del país, que el año pasado cumplió noventa años, quedó en cuarto lugar en Frankfurt con el teatral tema «Telefon, telefon», donde ella, la teutona de anchas caderas y rostro marcado y potente, tenía una conversación con alguien. Para ello se acompañó de un enorme teléfono blanco puesto en una mesita muy mona que le sirvió de atrezzo en la segunda edición del Certamen. Era la anfitriona y representaba a la República Federal de Alemania. Recordemos que por entonces, hasta la caída del muro era así el nombre oficial de la delegación alemana. Margot tenía una carrera contrastada y muy espectacular antes de Eurovisión. Había estado en Hoollywood y había cantando junto a Gene Kelly. Pero antes que cantante fue sastra, mira aquí el refrán viene bien. Entre 1935 y 1939, antes de la Segunda Guerra Mundial se dedicó al diseño de vestuario y moda. Nació en Berlín en 1919. Mientras diseñaba para el cine fue descubierta por Theo Mackeben que pensó que tal mujerona debía salir en el cine, y así inició su carrera como actriz que se desarrolla entre los años cuarenta y cincuenta, llegando a participar hasta en 52 películas hasta 1994 cuando protagonizó la serie de televisión «Der Nelkenkönig». Su primer gran éxito discográfico fue en 1942 con el tema «Ich sage ja». Cuando fue a Eurovisión ya era muy popular en Alemania y por eso recibió una gran ovación que se tradujo en votos, 8 votos empatando con el tema de Luxemburgo que defendió Daniele Dupré. Volverá a Eurovisión al año siguiente vestida con corona y banda de Miss Jukebox para cantar «Fuer zweiz grosschen Musik» en una actuación de nuevo muy teatral, acorde con su profesión de actriz. Pero no tuvo el mismo éxito y quedó séptima.
En 1960 el popular también en Europa y atractivo Wyn Hoop llevó el tema «Bonne nuit, ma chérie», con título en francés como reclamo en unos años donde era el idioma que más éxito tenía en Europa junto al italiano dentro de la canción melódica y la balada convencional que era lo que casi todas las delegaciones preferían por entonces. Con once votos consiguió en Londres el cuarto puesto que tuvo que compartir con Noruega que ese año debutó con Nora Brockstedt. La canción de Alemania estaba entre las favoritas de la quinta edición por el carisma de crooner Hoop que había cosechado grandes éxitos en los cincuenta. Había nacido en Hannover en 1936 y tocaba piano y guitarra desde los 12 años de edad. En la década de los cincuenta trabajó en orquestas para lanzarse en solitario en Eurovisión. El tema «Bonne nuit ,ma chérie» fue un éxito de ventas en su país y en muchos de Europa. En los setenta se retiró casi de la canción, pero seguía participando en orquestas, pero como en los sesenta donde tuvo grandes éxitos nada fue igual. Sus temas también se inspiraban en el folclore alemán llegando a hacer alguna película en los sesenta, como tantos otros cantantes que alternaban el cine con la canción, era típico en esa década, también en nuestro país, no hace falta que de nombres porque la lista es inmensa.
Tendrán que pasar diez años para que los alemanes consigan un top five de nuevo y es que los años sesenta fueron muy duros para ellos, llegando hasta tener dos últimos puestos en 1964 y 1965 con dos rotundos ceros. Las mejores plazas de la década fue en 1962 y 1968 con Conny Froboess y Wenche Mhyre, ambas un sexto puesto. En 1970 con la despampanante Katja Ebstein y su rotunda voz e imagen obtiene el tercer puesto, al que se aficionarían en los dos años siguientes. La Ebstein y su tema «Wunder gibt es immer» obtuvo 12 votos en Amsterdam adelantando a nuestro Julio Iglesias que sólo pudo quedar cuarto. Se marcó como favorita el tema alemán ese año aunque dos cosas muy ñoñas le superaron en votos, Reino Unido e Irlanda, pero con gran diferencia ya que esas dos naciones se llevaron la amplia mayoría de puntos dejando migajas a los otras diez naciones en competencia. Se habló mucho de la minifalda de Katja, de un corto imposible, y ese tremendo guardapolvos que lucía. Fue la más moderna de la noche y para mi gusto la canción que más arriesgó por apostar por un cambio en unos estilos quizá demasiado conservadores por parte de la otras naciones. A la orquesta estaba su esposo por entonces Christian Bruhn. Katja volverá a Eurovisión dos veces más y será tercera y segunda, ya hablaré más adelante de sus otros temas. Y es que era una de las artistas más conocidas de su país. Nació en marzo de 1945 en Girlachsdorf. Ese año la población era todavía alemana tras la anexión de Polonia en 1939. Tras la guerra la ciudad se llamó Gwiewków y pasó a ser de Polonia de nuevo.
El nombre real de Katja es Karin Witkiewicz. Empezó su carrera artística en los sesenta en Berlín, pero en los setenta será el bombazo tras su paso por Eurovisión, y seguirán los éxitos dos décadas después. Es una de las artistas que más discos ha vendido en su país. Triunfó en países como Brasil, Canadá, España, Italia o la antigua URSS y los Estados Unidos. Además, como la Hielscher, era polifacética ya que ha intervenido en varios films y series de televisión en Alemania. Todavía está activo en varios programas de variedades, como el «Mira quién baila» alemán en 2007. Para más información sobre ella visita en nuestra página la biografía que nuestro compañero Jesús Palacios hizo de esta mujer.
Como decíamos, en 1971 vuelve Katja Ebstein vuelve a Eurovisión en Dublín con «Diese Welt» y vuelve a quedar tercera. Esta vez España se pondrá delante con Karina. La canción era muy pegadiza, pero no tan innovadora como la de 1970 que tenía un toque de jazz de gran calidad. En 1971 ya se buscaba el famoso «schalger» alemán de los setenta. La Ebstein intentó volver a Eurovisión esa década pero no lo consiguió. Estuvo en la preselección alemana de 1975. Ese año la escogida fue la injustamente tratada en el Festival, Joy Fleming. La Ebstein dedica el final de la década a hacer musicales como «Evita», en la versión alemana cosechando un gran éxito de público y critica en 1977. En pleno cenit de su carrera volverá a intentar ganar en Eurovisión y casi lo consigue en 1980 cuando quedó segundo. Más adelante hablaré de eso. Es desde luego la artista que sin ganar más buenos puestos ha dado a Alemania en Eurovisión, dos terceros lugares y un segundo puesto.
En 1972 seguían abonados a la medalla de bronce y con la gran cantante Mary Roos y el tema «Nur die Liebe lasst uns leben» y 107 votos obtienen el tercer lugar en Edimburgo. Salía la primera a cantar y lo hizo estupendamente. Su imagen, a lo Jane Fonda, no dejó indiferentes a los jurados de mesa dispuestos en un castillo de la ciudad y aislados de los artistas durante la semana eurovisiva, para que no hubiesen influencias sospechosas. Quedó detrás del Reino Unido y de la gran ganadora de ese año Vicky Leandros, griega afincada en Alemania curiosamente, que con su «Après toi» fue la absoluta vencedora de la noche.
De Mary Roos también tenemos una biografía en nuestra web que hice yo misma y Jesús Palacios y os remito a ella por si queréis ampliar sobre esta mujer que sigue en activo. Su nombre es Rosemarie Schwab y nació en Bingem am Rhein en enero de 1949, siendo descubierta tan sólo a los nueve años de edad por un productor musical convirtiéndose en niña prodigio. Será en los setenta cuando se afiance como solista, desarrollando su carrera con éxito durante los ochenta también. Estuvo en las preselecciones alemanas de 1975 y 1982, pero no consiguió el pase al Festival. Volverá a Eurovisión en 1984 sin tanto éxito como su primera vez, ya que sólo quedó decimotercera en empate con los Países Bajos. Serán muy populares sus versiones de otros cantantes en alemán. Actualmente colabora en muchos programas de variedades y además de hacer tres películas tiene 52 sencillos editados y 16 álbums.
Después de la Roos en 1973 hubo un bajón a pesar de llevarse a artistas maravillosos como Gitte, Joy Fleming, Cindy & Bert, The Humphrey Singers, las Silver Convention e Ireen Sheer. Pero se iban destacando puestos desde 1977, octavos y en 1978 sextos. Iban en alza y en 1979 ocuparon el cuarto puesto con el abigarrado grupo Dschinghis Khan que llevaba el tema con el mismo nombre que el conjunto multinacional formado por los alemanes Steve Bender y Wolfgang Heichel, la holandesa Henriette Strobel, los húngaros Leslie Mandoki y Edina Pop y el sudafricano Louis Hendrik Potgieter, también conocido como Patrik Bailey, que era el magnífico bailarín y coreógrafo, de los mejores de la historia del Festival.
Del conjunto ya no están con nosotros ni Louis, ni Steve, fallecidos en 1993 y 2006 respectivamente. El fundador de la banda fue Bernd Meinunger que ya iba buscando la victoria para su país y que la conseguirá, pero tendrá que esperar a 1982 con una balada de corte más tradicional, muy distinto de la propuesta de 1979.
Era el número más original y arriesgado en Jerusalén. Obtuvo 86 votos, y se colocó en el top five, exactamente cuartos, gracias al 12 que le dio España, recordemos que el diez se lo dieron a Israel, pero esa es otra historia. Como decía, la banda buscaba inspiración en lo teatral, un poco al estilo Boney M, salvando las distancias, claro está, en pleno boom de la música disco. Tuvieron un enorme éxito en Japón, Estados Unidos, Australia y todo Europa. Su tema será versionado después en español, sin llevar la misma letra, por Iván ya que este lo tituló «Sin amor». La banda alemana cosechó grandes éxitos hasta la primera mitad de los ochenta y continuó con revivals hecho por un legado de artistas jóvenes que se inspiraron en ellos para continuar dando temas más que ideales para el baile, llamados precisamente «El Legado de Dschinghis Khan». De los genuinos también hemos publicado la biografía en nuestra web.
Tras el éxitazo de la banda, Alemania continúa con el espectáculo teatral, y valga la redundancia porque el tema de 1980 se titulaba «Theater» y lo interpretaba Katja Ebstein que volvía por tercera vez al concurso y obtuvo el segundo puesto con 128 votos frente a los 143 que consiguió Johnny Logan para Irlanda. Ambos temas eran favoritos en las previas y se confirmó el resultado en La Haya en el 25 Festival de Eurovisión. Katja se acompañó de unos mimos que bailaban al son del piano, con pianista que llevaba muñequitos incorporados en las manos. Todo muy circense y fantástico, unido a la magistral interpretación de la solista, ya todo una diva en el mundo de la canción en Alemania, en pleno cenit de su carrera.
Seguían en la buena tónica y en 1981 vuelven al segundo lugar con otra mujer, Lena Valaitis y una canción muy de corte tradicional y folclórica exquisita, que era máxima favorita como la del Reino Unido y de nuevo los pronósticos se cumplían. Ganó Bucks Fizz con un tema muy pegadizo, pero es que la escenografía no le andaba a la zaga. Lena busco la sencillez y le faltaron quizás votos, aunque casi logra el primer lugar porque la diferencia en los cuatro primeros puestos estaba muy ajustada, una de las más ajustadas de la historia. Los ingleses sólo tuvieron cuatro votos más que la alemana que se tuvo que conformar con la plata, hablando en lenguaje deportivo.
Lena Valaitis nació en 1943 en Lituania, en la localidad de Memel que por entonces, con la ocupación nazi estaba anexionada por Alemania ya que ese territorio había sido de la antigua Prusia Oriental. Su carrera empezó en los años setenta llegando a tener enormes éxitos en Alemania. Intentó volver a Eurovisión en 1992 pero no fue escogida con la canción «Wir sehen uns wieder», ya que a Malmö fueron los Wind. Al año siguiente se retiró del mundo del espectáculo para dedicarse a su familia y retomó en la década de 2000. El tema de 1981, «Johnny Blue», obtuvo 132 votos. De nuevo, como en 1979 y 1980, España daba la máxima puntuación a los alemanes que estaban rozando la victoria. Tendrán que esperar un añito más, pero desde 1977 si que vemos una notable progresión hacía el triunfo y tacita a tacita lo consiguieron en Harrogate.
Pero ese capítulo lo dejo para la próxima columna donde hablaré de los otros ocho Top Five alemanes de la historia de Eurovisión. Un abrazo amigos y amigas y con ansia espero el Festival de Alemania en 2011 que seguro lo hacen genial, porque para eso los alemanes son fantásticos.
Reyes del Amor para eurovision-spain.com, 09/10/10
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