Azerbaiyán, Chipre, Eslovenia, Israel, Letonia, Lituania, Montenegro, Noruega, Polonia y Suecia se proclamaron ganadores de la segunda semifinal de Eurovisión 2015 y completaron la lista de finalistas del sexagésimo aniversario del festival, una celebración de la que se quedaron fuera Irlanda, Islandia, Malta, Portugal, República Checa, San Marino y Suiza.

La favorita Suecia y su fascinante espectáculo se llevó la mayor ovación de la noche y se confirma como la posible ganadora del festival si no lo impiden Italia y Rusia. Israel, por su parte, también recibió el cariño del público presente, no solo por su bailable y divertida actuación, sino por su clasificación para la gran final cinco años y varias injusticias después, con sus eurofans desatados y eufóricos, y lágrimas incluídas.

Azerbaiyán, Eslovenia y Noruega cumplieron con su condición de favoritas, mientras que Letonia, quien consigue su primer pase en siete ediciones, y Montenegro también demostraron su fuerza ya mencionada durante los ensayos. La magia y sobriedad de Chipre, una de candidaturas más defendidas desde su designación por este eurofan que escribe estas líneas, la alegría y complicidad de Lituania y, especialmente, el clasicismo y la sensibilidad de Polonia fueron las sorpresas que, como ya se apuntaba en los análisis previos, tenían que medirse cuerpo a cuerpo frente a otros rivales de rango similar. 

El apartado de decepciones de esta segunda semifinal tiene un nombre propio, Islandia. Una desconsoladísima Maria Olafs y su afectada delegación se quedaron por el camino a pesar de estar en el top 10 de las casas de apuestas, posiblemente debido a su directo dudoso, aunque no peor que el de Polonia, y su actuación entre rivales muy potentes como Azerbaiyán, Israel, Letonia y Suecia. Irlanda, Malta y República Checa, tres representaciones con numerosos defensores y tres grandes actuaciones, tampoco lograron conquistar a la audiencia y los jueces europeos. Finalmente, San Marino, Suiza y nuestros vecinos portugueses no superaron un corte que tenían prácticamente imposible de alcanzar.