Gracias Estocolmo 2016, Bienvenido ¿Kiev 2017?

Una vez que hemos vivido el “fin de año” eurovisivo y estamos comenzando otro, es el momento de reflexionar sobre el pasado y pensar en el futuro. Me gustaría expresar aquí lo que pienso sobre lo que ha sido el festival en general y en particular sobre España en esta edición de Eurovisión.   El festival […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Gracias Estocolmo 2016, Bienvenido ¿Kiev 2017?

Una vez que hemos vivido el “fin de año” eurovisivo y estamos comenzando otro, es el momento de reflexionar sobre el pasado y pensar en el futuro. Me gustaría expresar aquí lo que pienso sobre lo que ha sido el festival en general y en particular sobre España en esta edición de Eurovisión.

 

El festival ha demostrado una año más ser un fenómeno internacional que ha ampliado su interés más allá de las fronteras europeas, y desde mi punto de vista, la organización sueca ha dado una lección de como se hace televisión en el siglo XXI dirigida a un público muy diverso, mezclando calidad y entretenimiento, con un coste razonable.

 

Podríamos disertar sobre si el nivel musical es mejor o peor que otros años, si hay menos diversidad musical, si el nuevo sistema de votaciones es más injusto, más o menos emocionante o si se debería buscar un modelo de reparto de puntuaciones más equitativo, entre otros muchos aspectos, pero creo que en realización, guión, organización, dinamismo y producción, el certamen de Estocolmo ha alcanzado una nota sobresaliente.

 

En cuanto a nuestra representante, es de agradecer el esfuerzo y la pasión que le ha puesto a su candidatura y como la ha defendido, a pesar de que no se haya visto recompensado en las puntuaciones, desde mi punto de vista algo injustas porque el sistema de votación no refleja fielmente el apoyo de las canciones que no están entre las más votadas. Sin embargo, estas son las reglas del juego y no deberían ser una excusa para no reflexionar sobre como poder presentar una candidatura competitiva que se pueda colar entre las más votadas. Sinceramente creo que este año ha habido cosas que se han hecho bien, pero no lo suficiente como para que nos quedemos en esa “tierra de nadie” que al final con toda seguridad nos lleva al bottom en la clasificación y a la depresión post-festival.

 

Finalmente, quería abordar la cuestión de las audiencias de Eurovisión en España. Siendo aún un dato de espectadores envidiable para cualquier cadena de televisión hemos recibido la noticia de que ha sido la edición menos vista desde 2007, y aunque creo que hay motivos muy diversos para ello, creo que los que se deben a la propia RTVE estarían de su mano solucionarlos, si quisiera.

 

Primero, TVE ha pasado de ser un referente de la tele en España, en especial la 1, a ser una televisión pacata y “viejuna”. Esto afecta a que ya no tenga, y cada vez menos, el efecto arrastre de audiencias que podría atraer un no desdeñable número de espectadores no eurofán.

 

Segundo, la cadena pública estatal no se vuelca con su “producto estrella” más que en la propia emisión del festival, y este año incluso peor, ya que el programa previo no pudo ser más “minimal” en todos los sentidos.

 

Tercero, la promoción de la candidatura, tanto dentro como fuera, se ha realizado prácticamente con el esfuerzo de la propia Barei, lo que fuera del ámbito eurofán era poco o nada conocida la candidatura.

 

Seguro que podrían haber algunos más, pero con estos ya tiene RTVE tarea.

 

En fin, gracias Estocolmo 2016, bienvenido ¿Kiev 2017?

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