Bajo la sombra nórdica del Melodifestivalen, el mismo sábado tuvo lugar la preselección portuguesa, el mítico Festival RTP da Canção, que pese a ser una de las preselecciones con formato de festival más antiguas de Europa, sigue padeciendo el desconocimiento masivo en España. Dicha ignorancia, tristemente, viene contagiada por la ignorancia global y generalizada de la cultura portuguesa en España. No hay otros vecinos en Europa, como Suecia-Finlandia, Holanda-Bélgica, Irlanda-Reino Unido, etc. que se omitan y olviden tanto mutuamente como Portugal y España. Por ejemplo, ¿quién es el primer ministro de Portugal?, ¿cuál es la tercera ciudad de Portugal?, ¿quién está actualmente nº1 en las listas de música portuguesa? …

Cierto que el Festival RTP da Canção carece de los medios y la brillantina de los festivales nórdicos, pero para ello hay que entender la idiosincracia del propio festival. Existen muchos puntos pero destacaría estos tres:

a) Es un festival de Portugal para Portugal.  Como anuncian todos los años al comienzo de la gala, es “a festa da música portuguesa”. Su creación en 1964 supuso el despegue de la industria musical portuguesa. Se mantiene la inquebrantable tradición de las votaciones según distrito, que tienden a premiar la tradición musical portuguesa sobre la innovación o la fusión de estilos. Por otro lado, en pocas preselecciones se incorporan tantas autoreferencias en las canciones: a Portugal, a los portugueses, a Lisboa, etc.

b) La importancia de la letra. Los portugueses valoran mucho la letra de las canciones, y son capaces de premiar una canción sin ritmo, sin puesta en escena, pero que la letra sea emocionalmente exquisita. Numerosos poetas han participado como letristas en el festival con poemas musicalizados. Y en el fado, considerado género nacional, existen fados con letras de Fernando Pessoa, Vinícius de Moraes o Chico Buarque. Este hecho, tristemente, no se aprecia por quien no entienda la lengua.

c) Es una propuesta de cultura nacional. No existe la ambición internacional de otras preselecciones. En general, aunque el televoto se mueva por otros campos, el jurado dirime sus votos bajo el mantra de “lo que Portugal debe aportar a Eurovisión”. Es decir, qué es lo “más propiamente portugués” para que sea mostrado en el escaparate de música europeo. Por eso, una balada o un sonido tradicional, rítmico o no, suelen ser a priori beneficiados por el jurado, que lo consideran más “nacional”, que un estilo bossa nova o disco.

La edición de este año estuvo bañada en sonidos de fado por decisión de la RTP, como homenaje a su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Tal vez por eso, y con intención de relanzarlo, esta edición del Festival ya está a la venta en CD/iTunes. Aun así, los arreglos de fado eran más evidentes en unas que otras canciones, pero sin duda se dejaron notar.
 

Canção nº 1
Gratia plena – Ricardo Soler
4º puesto. 13 puntos

El triunfito portugués Ricardo Soler defendió Gratia plena, una de las canciones con menos toque de fado, balada con cierto ritmo previsible, incluso en el estribillo final.

El cantante ya participó en la preselección de 2008, alcanzando un 4º puesto con la olvidable Canção pop. Por otro lado, los compositores son habituales en la preselección portuguesa. Nuno Feist ya participó con su hermano Henrique en el Festival da Canção en 1985 con Meia de Conversa, quedando en 3ª posición. La última participación conjunta de los dos Nunos fue en 2010, componiendo la canción Alvorada para la cantante Vanessa, que quedó 3ª tras Catarina Pereira (Canta por mim) y Filipa Azevedo (Há dias assim). Nuno Feist participó de nuevo el año pasado, cuando vuelve a componer para su hermano Henrique Feist la canción Quase a voar, que alcanzó un 4º puesto.

Canção nº 2
Outono em forma de gente – Pedro Macedo
8º puesto. 5 puntos

Qué pena. La canción se intuía bonita, de la mano de los Flor-de-Lis. De hecho, los propio Pedro Marques, Daniela Varela y Jaime Oliveira contemplaron la puesta en escena entre el público. Pero Pedro Macedo carecía de la calidad vocal, la profundidad y las tablas para defender una canción que exigía una gran implicación del cantante. Sin duda en la voz de Daniela Varela, por ejemplo, la canción hubiera ganado.

También con Pedro Macedo se puso en evidencia la problemática de introducir cantantes sin ninguna experiencia previa, con interpretaciones desafinadas y cierto estancamiento en el escenario.

Canção nº 3
Amanhã começa o meu futuro – Tó Martins
11ª posición. 4 puntos

Lo más interesante, o quizás lo único, de esta canción era su compositor: Tozé Brito. Actualmente es el actual director de la SGAE portuguesa, pero ha tenido una dilatada carrera musical. Ha tenido numerosas participaciones en el Festival RTP da Canção. Así, en Eurovisión participó con Gemini en 1978, y compuso Bem bom (Portugal 1982) y Penso em ti, eu sei (Portugal 1985).

Canção nº 4
(Re)descobrir Portugal – Gerson Santos
12º posición. 1 punto

La canción es la recurrente participante que canta acerca del propio Portugal. Esta vez, sobre todas las cosas que hay por descubrir en nuestro país vecino, desde Bragança hasta Sagres, con rimas como la calma del Alentejo / y el paisaje del Miño,/ donde hay también vinos / tan buenos como tu beso.

El compositor, paradójicamente por el ritmo de la canción, era To Zé Santos, del grupo pop-rock Per7ume. Quedó última, con un solo punto del jurado y ninguno del televoto.

Canção nº 5
O amor é maior que a vida – Joana Leite
8ª posición. 5 puntos

Qué gran canción sería. La autoría es de Tiago Dias, la cabeza pensante de “Amor electro”, una de las bandas más arriesgadas de la escena portuguesa. Pero Joana Leite no estuvo a la altura del desgarro, la presencia y el vigor que la canción exigía, apenas parecía una aficionada gritando una canción en un karaoke.

Canção nº 6
Fica a saudade – Pamela Salvado
5ª posición. 12 puntos

La canción más “fadista” de todas, subió por ser melódica y emotiva. Tachada de no ser apropiada para Eurovisión, la canción sin embargo sonó sencilla, sin pretensiones y bien interpretada, sobretodo después de varias actuaciones desafinadas. Destaca que fuera escrita por el jovencísimo Miguel Gameiro, de la banda lusa PóloNorte.

La letra es muy emotiva, enumera todo lo que queda después de decir adiós: queda un pellizco en el pecho con cada partida / queda una sonrisa deshecha en la despedida / queda un abrazo perfecto y un aire de deseo / queda un adiós imperfecto y un último beso / queda un cuerpo perdido en las noches frías / queda una caricia olvidada entre manos vacías / un desasosiego por querer a alguien …
 

Canção nº 7
Será o que será – Cúmplices
2º posición. 16 votos

La composición mezclaba el fado con otros ritmos y otros sonidos, despertando el interés. Aunque no totalmente acoplados, la interpretación a dos voces resultó bastante creíble, y desplegaron una puesta en escena simpática, de la cual sobraba por discordante aquella mujer con bata de cola, que nada tenía que ver con la canción. Curiosamente fue una de las más premiada por el jurado, que la aupó a la 2ª posición desde el principio, siendo la favorita del jurado azoreano.

El estribillo repite: amor mío, no me digas nada, dame sólo tu mano que ya viene la madrugada y mañana será lo que será …

Canção nº 8
Um poema na bagagem – Arménio Pimenta
8ª posición. 5 puntos

Sin pena ni gloria, envuelta en una estética clásica y con una producción alejada del exigido fado por la RTP, quedó empantada por la indiferencia. La canción no aportaba grandes novedades ni la calidad vocal ayudó a mejorar una canción con pretensiones pero sin contenido.

Canção nº 9
Queres que eu dance? – Carlos Costa
6º lugar. 10 puntos

Carlos Costa es el desparpajo. No se llevó nada del jurado, pero sí recibió el 10 del televoto. La canción dista mucho de ser gran cosa, en otro contexto resultaría sólo una pachanga manida más pero en esta edición era la única con un cierto ritmo facilón. Él supo dotarle de gracia y entusiasmo, tanto que su manera de recorrer el escenario, de mirar a la cámara y sonreir, de identificar la interpretación con el mensaje… es lo que justifica su posición.

El cantante, conocido en Portugal, salió del programa “Ídolos” y no sería extrañar que se convirtiera en asiduo a la preselección hasta conseguir llegar a Eurovisión: ¿quieres que yo baile, que no me canse, que acierte el paso y avance? …

Canção nº 10
O mundo passa – Vânia Osório
7º posición. 7 puntos

Quizás la canción con mayor belleza melódica, sugerente y acompasado. Vânia Osório, conocida por su participación en “A voz de Portugal”, se paseó con un acertado vestido blanco, al principio con nervios si bien después consiguió afianzarse en la canción. Su interpretación supo darle forma y defender muy bien la composición, si bien, es inevitable pensar la dimensión que por ejemplo Dulce Pontes hubiera hecho con esa misma partitura.

Fue la 5ª más votada por el jurado pero fue el televoto, con sólo un punto, quien la hizo bajar peldaños.

La letra desgrana: tenerte a mi lado no me deja olvidar qué bueno es, qué bueno es vivir, tú no me sosegas, yo no me quiero calmar, si bien tenerte conmigo hace que tenga ganas de volar…

Canção nº 11
Amor a preto e branco – Rui Andrade
3º lugar. 14 puntos

Rui Andrade, proveniente de Operación Triunfo, ya lo intentó el año pasado, con la canción Em nome do amor. También es conocido por sus participaciones televisivas, como en la telenovela adolescente “Juntos até morrer”. La base de fans del cantante y la estética de la canción explica que quedase tan alto. La puesta en escena fue efectiva, envuelta en cierto “clasismo modernizado”, y él cumple con creces su papel.

La canción fue la 4ª más votada, tanto por el jurado como por el televoto, lo que la mantuvo en lo alto de la clasificación.

Canção nº12
Vida minha – Filipa Sousa
1ª lugar. 24 puntos

Y aquí la ganadora, el 4º intento del duo Babic/Coelho, desde aquel primero exitoso de Senhora do mar, em 2008.

Ella tiene el fado en la voz, es lo que siempre ha cantado desde pequeña. Los arreglos, entre el fado y casi el tango, la puesta en escena ungió de una sencilla elegancia la canción. También fue de las mejores interpretadas: sin desafinar, sin berridos, ni gritos, pero manteniendo el color de voz. En contra tiene su ausencia de estribillo fácil, no tiene la efectividad ni la chispa que a veces es necesaria en Eurovisión. Pero retomando los tres puntos principales, esta canción es portuguesa y para Portugal, tiene una letra muy cuidada y es una muestra de fado-fusión en un año en el que la RTP se propuso promocionarlo.

Destaca que obtuviera la máxima puntuación tanto del jurado como del televoto. Y del jurado, obtuvo la máximo puntuación de 13 de los 20 jurados regionales.

“Si fueras luz, amor, ay luz del día
sonrisa inspiradora de fantasía
si fueras agua, amor, cual agua pura
que mata la sed a la flor de la ternura

Si fueras luz, amor, ay luz del día
sonrisa inspiradora de fantasía
pero entre todo lo que puedas ser en la vida
sólo quiero, mi amor, que seas vida mía”