FESTIVAL DE 1994, LA EIREVISION…

30 de abril de 1994, sábado, Dublín convoca una nueva edición de Eurovisión, por cuarta vez en esta ciudad y quinta en Irlanda. The Point Theatre fue el centro escogido para el Evento. Presentó la rubia Cynthia Ni Mhurchu y el "repelente" Gerry Ryan. Entraron a escena por un ascensor que los ponía en medio […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

FESTIVAL DE 1994, LA EIREVISION…

30 de abril de 1994, sábado, Dublín convoca una nueva edición de Eurovisión, por cuarta vez en esta ciudad y quinta en Irlanda. The Point Theatre fue el centro escogido para el Evento.

Presentó la rubia Cynthia Ni Mhurchu y el "repelente" Gerry Ryan. Entraron a escena por un ascensor que los ponía en medio de la pista bajo un montón de fuegos artificiales. Volvieron al modelo de la presentación compartida entre hombre y mujer.

José Luís Uribarri hizo los comentarios para TVE.

Concursan 25 países, como el año anterior, aunque hay novedades, nuevos estados del Este se incorporan al show: Por orden de aparición fueron: Suecia, Finlandia, Irlanda, Chipre, Islandia, Reino Unido, Croacia, Portugal, Suiza, Estonia, Rumania, Malta, Holanda, Alemania, Eslovaquia, Lituania, Noruega, Bosnia-Hercegovina, Grecia, Austria, España, Hungría, Rusia, Polonia y Francia.

Al hacerse sistema de eliminación de los últimos puestos en el '93, perdieron la plaza Eslovenia, Luxemburgo, Turquía, Dinamarca, Israel y Bélgica. Italia no fue eliminada pero no compitió por causas comerciales y dejó su lugar a Chipre que siendo descalificada tuvo otra oportunidad en el '94.

Pero con esto hay "trampa", porque Alemania, Francia, Reino Unido y España nunca pierden su plaza ya que son los países que más contribuyen económicamente al Certamen, son los hoy conocidos como Big Four. La situación de España en el período 94-99 fue bastante triste, exceptuando el '95 que fuimos segundos por carambola.

La gala empezó con un espectáculo luminotécnico y cabezudos de cartón que imitaban a los personajes más famosos del mundo artístico, político y social de Irlanda, como la presidenta del país -que vio en directo el show-, el cantante de U2 Bono, Sinead O'Connor, etc. Después la presentadora dio inicio en irlandés y francés, mientras Gerry utilizó el inglés para comenzar la competición sobre todo dando la bienvenida a Rusia, Eslovaquia, Polonia, Hungría, Rumania, Lituania y Estonia en su debut.

Secuencia de apertura del Festival…
El escenario era amplio, con decorados que inspiraban los rascacielos de Nueva York, con pista central en forma de curva y grandes monitores que sacaban imágenes de efecto que tenían que ver con el país que estaba cantando. A España le ponían muchos soles y colores amarillo y rojo. Los rascacielos recordaban al decorado de Roma en el '91.

Una vieja gloria de la canción sueca que ya salió en el '71 y el '72 volvió a representar a Suecia en esta ocasión. Se trata de Marie Bergman, antigua componente del grupo Family Four que ahora se acompañó a dúo con el cantante de origen lapón Roger Pontare, otro que volvió a Eurovisión en el 2000. Marie llevaba un vestido explosivo en negro y sombrerito a juego, mientras Roger el traje típico de los lapones. Hicieron un conjunto muy gracioso a la par que excelente interpretación que no gustó demasiado. Sólo recibieron 48 puntos y la decimotercera posición. Un a injusticia porque cantaron muy bien. Este año los países nórdicos no hicieron un buen papel, excepto Noruega que fue sexta. La canción sueca está compuesta en forma de balada por Peter Bertilsson y letra de Mikael Littvold y lleva el título de Stjärnona. Dirigió Anders Berglund. La verdad es que los dúos mixtos nunca han destacado en Eurovisión y eso que han salido muchísimos, sobre todo en los años setenta.

La interpretación de Finlandia fue penosa con el dúo femenino Cat-Cat -nombre que venía de las iniciales de los nombres Catia y Cacca– hermanas, aunque una era rubia y la otra pelirroja. Salieron con unos bailarines negros que no entiendo porque se dieron ese hartón de bailar una canción que no tenía ninguna chispa. Ellas desafinaron, la orquesta, dirigida por Olli Ahvenlahti estropeó el tema y cada uno iba por su lado. En total un desastre que fue castigado como es natural con 11 puntos y la vigésimo segunda posición. El título es Bye, bye Baby, como una premonición de su despedida, porque este país fue eliminado para la convocatoria del '95. La letra es de Kalli Salli y Markku Lentonen.

Nadie podía imaginar que Irlanda iba a ganar por tercera vez consecutiva y sexta en total. De ahí que desde entonces en Irlanda al Festival le llamaban la "Eirevison", tal y como hoy le llaman el "Estevisión", porque antes siempre se celebraba en Irlanda y encima ganaban ellos. "Eire" es Irlanda en gaélico. Con esto superó a Francia y Luxemburgo que tenían el ránquing en triunfos. Pero además fueron récord de puntuación hasta el momento con la cifra de 226 votos, con ocho 12 y 60 puntos por encima del segundo clasificado, Polonia. Esa diferencia entre el primer y segundo puesto sólo se había dado en 1982, cuando Alemania tuvo 61 puntos más que Israel. Pero ahí no está todo, lo peor es que el tema era una balada soporífera, nada original, que era algo así como unos Simon & Garfunkel ya mayorcitos. PaulHarrington & Charlie McGettigan cantaron Rock'n' Roll Kids -Chicos de Rock and Roll- compuesta y escrita por el veterano Brendan Graham. Además tocaron el piano y la guitarra en medio de un público entregado que les dio una ovación espectacular por jugar en casa. La RTE (Televisión Irlandesa no querían ganar otra vez por no celebrarlo de nuevo), pero buscaron un tema que en esa época era lo más votado por los jurados europeos en un ataque de conservadurismo y ñoñería sin precedente. Eurovisión sufrió un bajón considerable de audiencia con los temas que se enviaban en esa oscura y aburrida etapa de los noventa. No tuvieron dirección de orquesta porque todo el tema fue instrumental y vocal por parte de los intérpretes.

Menos mal que Chipre nos trajo un tema potente, con música muy mediterránea y la estupenda intérprete Evridiki que ya salió en el '92 y volverá en 2007. La orquesta estuvo dirigida por su esposo Giorgios Theofanus. Con un coro fenomenal, en el que estaban Zymbolakis y Van Becke, los chicos que representaron a Chipre en el '93, nos ofrecieron un número impecable. La canción se titula Ime antthropos ki ego, que estaba compuesta y escrita por el mismo Theofanus. Todo quedó en familia, pero los jurados sólo les concedieron 51 votos y gracias a que Grecia les dio su habitual 12, el único que consiguieron. Fueron undécimos en la  clasificación.

Sigga volvió a Eurovisión por tercera vez en cuatro años, representado a Islandia. Participó en el '90 en el dúo Stjornin, en el '92 en un conjunto, Heart 2 Heart, y ahora sola y monda, con un coro excelente y el sobrio tema Naetur -Noches- Cambió ese look de pizpireta de otros años y salió muy elegante, más seria para una canción que lo requería. Quizá ese cambio le restó encanto porque no gustó tanto como en sus otras intervenciones. Ocupó la duodécima posición con 49 puntos. La canción es de su autor habitual Stefan Hilmarsson -que representó a Islandia como cantante en el '88 y ‘91- con música de Fridirik Karlsson. Frank McNamara dirigió la orquesta.

Con la mística Frances Ruffelle, acompañada de un coro de negros, el Reino Unido llevó un tema que figuraba como favorito pero que al final se descolgó en la clasificación general. Obtuvieron 63 votos y la décima posición, poco para unos ingleses acostumbrados a figurar entre los cinco primeros. El título de la canción es We Will Be Free (Lonely Symphony) con música de Mark Dean y letra de George de Angelis. Los arreglos fueron de Michael Reed. Frances Ruffelle parecía una ninfa o sirena recién salida del mar por su anguloso rostro y el vestuario que sacó, en forma de vestido largo con cola y hojarasca en la cabeza. Además la peinaron con tirabuzones. El coro iba de negro riguroso.

Croacia seguía con la balada, pero este año bastante mejor que la del '93. Tony Cetinski era el joven y atractivo representante de este año, con Nek'ti bude ljubav sva de Zeljo Krznaric la letra y música de Zeljen Klaardterke. Dirigió Zdravko Sljivac. Pero a este país le pasa como a España con las baladas, no son comprendidas por ese aire mediterráneo tan claro que ofrecen en sus melodías. Por eso Cetinski obtuvo sólo 27 votos y la decimosexta plaza y gracias a un 12 que le dio Eslovaquia se libró de la eliminación para el '95.

Con Sara Tavares, Portugal apostaba fuerte en esta ocasión, tal y como lo hizo en el '93 con Anabella. Fue elegida por unanimidad en la final portuguesa para ir a Dublín. También era adolescente, 16 años, y muy dulce con una voz bastante buena. Pero no cuajan ni aun con esos esquemas de calidad. El tema se titula Chamar a música, de Rosa Lobato Faria -que compuso también el tema de que cantó Dina en el ‘92- y música de José Carlos y Mota Oliveria. Recibió pocos puntos si comparamos este tema con otros peores que quedaron mejor como el de Hungría, Francia o Malta. Portugal sólo consiguió, para asombro del jurado español que le dio un 12, 73 votos quedando así en el octavo puesto. Por lo menos se recuperan de la tónica general, pero todavía no superaban la mejor plaza que consiguieron con Carlos Mendes en el '72 o José Cid en el '80 -séptimo lugar-

Al pobre chico de Suiza, Duilio, parecía que le había caído un chaparrón encima. Salió al escenario con una tremenda cara de pena. Llevaba el pelo aplastado y la ropa le venía grande por todos lados, parecía que se la habían dado. No se puede salir peor. Encima le iluminaron muy oscuro y al final lo enfocaban de espaldas para no verle ya ni la cara. Es otra de las veces que sacan lo primero que pueden y pillan para salir del paso, pero este año les costó la eliminación para el '95. Suiza, el país fundador de Eurovisión y el primer ganador del Certamen cayó en el '94 en el más negro túnel del que no parece recuperarse aún. Sto pregando -Estoy rogando- este año tocaba cantar en italiano, consiguió 15 puntos y la decimonovena plaza en empate con Eslovaquia y justo detrás de la también triste actuación de España. La letra y la música son de Giuseppe Scaramella con arreglos de Valeriano Chiaravalle.

Y tras el "prego" o ruego de Duilio llegó una señora muy mayor y de indumentaria estrafalaria, por Estonia. Eligió un traje de colores liláceos de indescriptible diseño. El pequeño país báltico debutaba con Silvi Vrait y Nagu Merelaine de Ivar Must la música y letra de Leelo Tungal. La orquesta estuvo a cargo de Urmas Latikas. La voz de Silvi era muy potente e incluso era una de las cantantes más populares de su país, pero no era idónea para el Eurofestival que busca cosas más frívolas. La pobre fue penúltima con 2 míseros puntos que tuvo bien a concederle el jurado griego. El coro se esforzó, ella también, pero no fue suficiente y es una pena porque el tema no era malo, como el de Suiza, pero sí su puesta en escena.

Con Rumanía entramos en una canción rarisíma que no se pegaba ni con cola, poco audible hasta la médula. ¡Qué aburrimiento de Festival!… Dincolo de nori estaba interpretada por Dan Bittman que salió con ropa de toques étnicos propio de los Cárpatos. El coro era más bueno que el intérprete y esto ha pasado muchas veces. El debut rumano se ganó la descalificación porque recibió 14 puntos y fue vigésimo primero. El tema está compuesto por el mismo cantante y Antonio Furtuna. Como no llevaron director de orquesta, el titular fue Noel Kelehan. Grecia y Polonia tampoco lo hicieron. Cuando ocurre esto el encargado de dirigir la canción es el titular designado por la televisión organizadora, en este caso Noel Kelehan que curiosamente este año no tuvo que dirigir la canción de Irlanda.

La pareja Moira & Chris, por Malta, eran ya conocidos por su intervención en el '93 junto a William Mangion. Entonces iban como coro. En esta ocasión solos y a punto de casarse -se unieron en matrimonio una semana después del Festival- Llevaron una balada compuesta por ellos mismos, Moira Stafrace la letra y Christopher Sciculna la música que responde al título de More Than Love. Dirigió la orquesta Anthony Chircop. Estaban muy enamorados e invitaron a todas las delegaciones a su boda en un entusiasmo extremado o un cumplido para salir de paso, según fuente de José Luis Uribarri. Aquí también celebraron el éxito de su tema porque fueron quintos con 97 puntos y un 12 otorgado por Bosnia Hercegovina. Desde luego que este país cantando en inglés tenía mucha suerte. Cada año han ido quedando muy bien, hasta conseguir un segundo puesto en el 2002, sus temas han sido un éxito en todos los casos y además han tenido siempre muy buenas críticas, aunque en la década actual los altibajos son más que considerables, que le pregunten a Faniello.

La cantante holandesa Willeke Alberti dedicó su canción y su interpretación a la reina Beatriz de Holanda en el día de su cumpleaños. Como buena cortesana quedó muy bien con su soberana, pero muy mal en las votaciones ya que sólo recibió 4 puntos y fue vigésimo tercera. Terrible para una intérprete de renombre como ella en Centroeuropa. ¡Qué le vamos a hacer! En realidad la canción Waar is de zon no merecía ese puesto porque era una balada muy buena. Quizá el estilo es algo anticuado, como si fuera de inicios de los setenta y ella tampoco era una jovencita. Este año hubo cantantes muy mayores en Eurovisión. El tema holandés está compuesto por Edwin Schimscheimer y letra de Coot Van Doesburgh. Harry van Hoof dirigió la orquesta.

Alemania también sacó una canción con aroma de los ochenta, aunque estas tuvieron más suerte que la holandesa, fueron terceras con 128 votos y dos 12. Se trata del trío Mekado, que como las finlandesas, escogieron las iniciales del nombre de las tres (Melanie, Katja y Dorcass) para el grupo. Iban vestidas de los ochenta, como los tres músicos que salieron con ellas y les hacían de coro. El título de la canción es Wir Geben'ne Party, que era una pequeña fiestecita que se montaron en el escenario en forma de rap edulcorado. Era un tema flojito en comparación con otros que ha sacado este país en Eurovisión, pero dentro del muermazo que eran las demás canciones fue un soplo de aire fresco que evocaba viejos tiempos más divertidos del Certamen. La letra y música es de los habituales Bernd Meinunguer y Ralph Siegel con arreglos de Norbert Daum. Todo como antes.

Con estilo heavy salieron el conjunto de Eslovaquia en su primera participación. Son de Bratislava y se llaman Martin Durinda & Tublatanka. El tema era de impacto aunque fuera de lugar. Su título es Nekonecná Piésen y sólo recibió 15 votos y la decimonovena plaza. Pero lo curioso es que tuvo 15 votos gracias a que Malta le dio 12, sino hubieran sido antepenúltimos. La canción era del propio intérprete la música y letra de Martin Sarvaav. Los arreglos eran de Vladimir Valovic.

Es difícil quedar con un 0 cuando salen 25 países. Con tantos jurados se espera aunque sea el voto de la vergüenza. Al señor de Lituania le tocó pagar el debut de su país con el último lugar y ningún voto. Se trata de un descolorido Ovidijus Vysniauskas con música de él mismo y letra de Ginteras Zdebskis. Tomas Leiburas fue el director de la orquesta. La canción era muy oscura y por eso paso desapercibida. Su título es Lopsine Myliami, nada de especial. La voz del intérprete era ronca imitando el estilo Joe Cocker, muy mascado también por esos pagos.

Como a los noruegos les gusta repetir intérprete este año Elisabeth Andreasson -antigua Bobbysocks- repitió por tercera vez en Eurovisión y no será la última, en otra combinación distinta en forma de dúo como hacía siempre. En el '82 su compañera fue Kikki Danielsson, en el '85 Hanne Krogh y con ahora el altísimo, rubísimo y malogrado Jan Werner Danielsen. Cantaron de ensueño el tema Duett de Rolf Løvland y letra de Hans Olav. Dirigió Pete Knutsen. Iban de blanco e hicieron un espectáculo que merecía el primer premio, pero que quedaron sextos con 76 votos. El país que mejor les votó fue Chipre con un 10. Quiero rendir desde aquí un homenaje al pobre Jan que falleció repentinamente en extrañas circunstancias en 2006. Se perdió una gran voz y un gran artista.

Bosnia-Hercegovina recibió otra aclamación, mayor si cabe que la del '93, porque la guerra se había recrudecido en el montañoso país de los Balcanes. Alma & Dejan fueron el dúo encargado de llevar el tema Ostani kraj mene, como un canto desesperado por conseguir la paz y decir al mundo que todavía estaban vivos. Dejan era un herido de guerra y en su rostro todavía se reflejaba el dolor. La letra y la música son de Edo & Adi Mulahalilovic, con arreglos de Sinan Alimanovic. A pesar de la deferencia que tuvo el público de Dublín con ellos no recibieron muchos votos y sólo ocuparon la decimoquinta posición con 39 puntos. Por lo menos se libraron de la eliminación. Alma volverá en solitario en 1997 con un tema algo más alegre.
Como en el '88 Grecia sacó otra tontería de lo más absurdo de todas sus comparecencias en el Eurofestival. Figuraba la última en las apuestas según dijo Uribarri en su crónica, que falló por que para asombro mío se colocaron decimocuartos con 44 votos y un 12 dado por Chipre, mejor que Bosnia o Croacia que llevaron temas más buenos. La idiotez griega de este año llevaba el título de Diri diri to trehadiri interpretada por Kostas Bigalis que se acompañó de su grupo coral, de baile y músicos The Sea Lovers, seis en escena. La soltura que ofrecieron se acercaba al descaro. La letra y la música son del mismo intérprete. La orquesta estuvo bajo la batuta de Noel Kelehan.

La joven de 16 años Petra Frey llevó por Austria una balada muy convencional. El lema era buscar la paz en el mundo, tema muy recurrido en varias ocasiones. Su titulo es Für den Frieden der Welt. La letra es de Karl & Johann Brunner, hermanos y la música de Alfons Weindorf. El hermano de este también dirigió la orquesta, Hermann Weindorf.  Petra salió vestida de blanco y pesar de su candorosa imagen no obtuvo los votos esperados. Se descolgó en la clasificación al decimoséptimo lugar con 19 puntos, librándose por los pelos de la eliminación.

Alejandro Abad tenía bajo el brazo el primer premio de la OTI '93 como compositor del tema Enamorarse que interpretó Ana Reverte. Pocos meses después surgió la idea de TVE que representara a España en Eurovisión '94, además de compositor como intérprete de su tema Ella no es ella. Josep Llobell hizo los arreglos. No podemos dudar del talento de Abad como compositor, un ejemplo claro es él Dile que la quiero que cantó David Civera en el 2001 siendo sexto y número uno de ventas en España. Pero francamente como intérprete Alejandro Abad dejó mucho que desear en Dublín. De hecho se ha retirado y se dedica a la producción de otros cantantes, por ejemplo de algunos de los chicos de Operación Triunfo. Alejandro sufrió un ataque de pánico en Dublín del que no se recuperó ni incluso cuando actuaba, le temblaba todo, síntoma de inseguridad o de que es una persona tan perfeccionista que se exige mucho a sí mismo. Momentos antes incluso quiso abandonar. Yo pienso que otro intérprete hubiera defendido mejor su canción, aunque tampoco la pieza era gran cosa. Se acompañó de músicos catalanes, Xavi Xuclà entre ellos. Lo de la puntuación fue lo que se esperaba y el que diga lo contrario miente. Ocupó la decimoctava posición con 17 votos. Tampoco se entiende que Uribarri insistiera en que si no nos votaban más de 15 estaríamos eliminados para el '95 cuando la organización nunca elimina a España por ser una acreedora muy importante para la UER económicamente hablando. Francia nos otorgó los últimos 2 puntos del "pase al próximo Festival". Eso lo sabemos ahora, porque sino como se entiende que no nos fulminasen para el 2000, después de la penosa actuación de Lydia en el '99.

La sorpresa la trajo Hungría en su debut con Friderika Bayer y la canción Kinek mandjam el vetkeimet del compositor y autor Szilverter Jenei. La orquesta estuvo a cargo de Wolf Peter. Digo sorpresa porque siendo un tema poco vistoso, lento y sin estridencias consiguió alzarse con el cuarto lugar gracias a los 122 votos y cuatro 12. Lo curioso es que los tres primeros países en votar, Suecia, Finlandia e Irlanda le dieron un 12 cada una con lo que se colocaba primera. Posición que luego abandonó pero siempre manteniéndose entre los cinco primeros durante todas las votaciones. Es así como la cadencia de la melodía húngara triunfó en Dublín en un debut que no significaría que este país siguiera con esa suerte en los siguientes años, es más cada vez que después ha salido han sido eliminados para el próximo año.

La bellísima y exótica cantante rusa llamada Youddiph dejó también al público sobrecogido por su espectacular puesta en escena. Llevaba un vestido multiformas, que a veces le daba aspecto de virgen, otras de pájaro volando y luego convertido en un traje sexy que diseñaba a la perfección su figura. Además le pusieron un foco que hacía una sombra sobre ella y que dibujaba las formas del vestido. El color era naranja apagado, que le pegaba porque ella es pelirroja. A su vez la canción es de impacto. Youddiph podía lucirse en un alarde de voz espléndido. El título es Vechnic Stranik -Extraño errante- compuesta y arreglada por Lev Zemlinski y letra de Pilgrim. Fueron novenos con 70 puntos.

Como vemos se dejaron para el final lo mejor, porque tras Rusia salió Polonia con la mejor intérprete de la noche. La prodigiosa voz de Edyta Górniak no dejó indiferente a nadie. Con el tema To nie ja se colocó en el segundo lugar, plaza que no dejó casi desde el principio de las votaciones, pero no que pudo superar a la sosería irlandesa porque no recibió votos suficientes como para alcanzarles en ningún momento. Obtuvo 166 puntos y cinco 12, nada mal para ser el primer año de este país en Eurovisión. Ese puesto no lo han vuelto a conseguir en sus demás participaciones ni por asomo, claro que no han llevado nunca más cantantes de la calidad de Edyta Górniak. Nacida en Varsovia se dio a conocer muy joven en el mundo de la canción y hoy día es una de las figuras más importantes del panorama musical europeo. Una voz que puede llegar a ser otra Céline Dion, hay que darle tiempo. Aunque no ganara fue la que más éxito tuvo entre los eurofans, que la proclamaron mejor cantante de la década en el programa que hizo TVE en el 2000 en homenaje a la "retirada" de Uribarri ese año de su labor como comentarista eurovisivo. Ahora también la podéis disfrutar en nuestro concurso Festival de Festivales, está en el segundo grupo, por eso no pongo el vídeo aquí…

La última canción en liza fue la francesa con Nina Morato que venía a decir algo así como yo soy un marimacho, que podría significar una reivindicación lesbiana, pero que no creo fuera así. Fue una traducción demasiado literal de Je suis un vrai garçon -Yo soy un verdadero chico- escrita y compuesta por Bruno Maman. Dirigió Alain Gouraguer como a la inolvidable France Gall, casi treinta años atrás y a Isabelle Aubret en 1968. La Morato iba con un minishort exploviso, sombrero y gabán, muy moderna y acorde con el tema más rompedor de la noche. Buscaron originalidad y la consiguieron. Iba acompañada de un grupo de músicos negros en consonancia con el estilo folk-étnico que tanto gustaba a este país en sus últimas comparecencias. Obtuvieron el séptimo lugar con 74 votos, demasiado quizá para la valía auténtica de la canción.

Niamh Kavanagh entregó el premio a los autores e intérpretes de este año, sus paisanos.

Con humor y paciencia la Eirevisión se despide hasta el '95 de nuevo en Dublín y todavía les quedaba otro triunfo en su era dorada, en 1996. Eran tremendos por aquellos pagos los de la maravillosa isla verde…

Reyes del Amor, 06/06/08

Conversación