EUROVISIÓN Y YO

Como todo aquel que lea esta columna, soy eurofan. Y eso que no me gustan las grandes divas, los ventiladores ni nada por el estilo. Ni tampoco me gusta que se llene mi festival de extravagancias cantadas en a saber qué idioma, ni pienso que cada canción mínimamente alternativa deba triunfar ante Europa. No, la […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EUROVISIÓN Y YO

Como todo aquel que lea esta columna, soy eurofan. Y eso que no me gustan las grandes divas, los ventiladores ni nada por el estilo. Ni tampoco me gusta que se llene mi festival de extravagancias cantadas en a saber qué idioma, ni pienso que cada canción mínimamente alternativa deba triunfar ante Europa. No, la verdad, no sé exactamente qué me gusta de este festival. Pero sí sé, que, como a todos, se me ilumina la cara y pongo una sonrisilla tonta cada vez que sale Eurovisión de la boca de algún amigo o cada vez que me dice alguien que le gusta la canción que enviamos este año.

Podría ponerme a definir tops y bottoms de todos y cada uno de los festivales que he visto, pero, de todas formas, podrían ser diferentes mañana. ¿Tengo alguna canción favorita de la historia de Eurovisión? Pues vete tú a saber, igual me puedo pasar la tarde escuchando greatest hits de hoy, ayer y mañana de este festival, como puede parecerme Dança Comigo la mejor canción de la historia. 

En fin, que como estáis leyendo, soy raro en cuanto a gustos musicales, los tengo poco definidos, que le voy a hacer. Y creo que es por eso por lo que me gusta Eurovisión, porque siempre hay una canción que haya recibido algún (o ningún) point del primer país que se te pueda ocurrir. Y con esto no quiero decir que solo escucho música eurovisiva, no, por favor, qué amargura de vida sería eso. Pero, simplemente, escucho canciones de Eurovisión como cualquier otra canción. Y debe ser que eso es lo raro. ¿Soy el único que no ha podido oir aún Euphoria en la radio sin que alguien diga: «Esa es la de Eurovisión»? Pues sí, qué pasa, ¿que es menos canción por ello? Ni que la música eurovisiva estuviera a parte del mundo, como cualquiera de esos señores y señoras con trajes elegantes que nos gobiernan. 

Eurovisión es música. Y es parte de mi música, y me molesta que la gente no lo comprenda, pero a su vez pienso en esa persona. Sí, esa que me ha dicho que esta es de Eurovisión y que por fin sale algo decente de ese concurso. Pobre, no sabes la cantidad de música que te estás perdiendo solo por tu prejuicio hacia este festival.

Pero Eurovisión es también muchas más cosas. ¿O soy yo el único que cuando aparecen Macedonia o Moldavia en las noticias sabe perfectamente dónde están, su capital, qué idioma se habla e incluso alguna canción en ese idioma?

Bueno, qué os voy a contar que no sepáis. Sí, al fin y al cabo, yo puedo tener gustos musicales raros, pero todos somos algo raros. Nos gusta Eurovisión, qué queréis.

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