EUROVISION ES UN “COÑAZO”

No lo digo yo, que conste. Es una de las delicias que hemos tenido que escuchar últimamente en un medio de comunicación. Y es que a raíz de la polémica en torno a la elección de la canción española de este año, Eurovisión, para bien o para mal, ha estado en boca de algunos programas […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EUROVISION ES UN “COÑAZO”

No lo digo yo, que conste. Es una de las delicias que hemos tenido que escuchar últimamente en un medio de comunicación.

Y es que a raíz de la polémica en torno a la elección de la canción española de este año, Eurovisión, para bien o para mal, ha estado en boca de algunos programas sensacionalistas en las últimas semanas. No porque Eurovisión les importe especialmente (puesto que pertenece a otra cadena y será competencia en su día) sino porque con algo hay que rellenar el tiempo que dura un programa.

Y si de paso explotamos al máximo la idea de que este año España no tiene nada que hacer en el Festival (sea cierto o no), pues matamos dos pájaros de un tiro, ya que así dejamos por los suelos el interés de la audiencia por Eurovisión el próximo 20 de mayo. Competencia televisiva.

Sábado noche, horario de prime-time, y me encuentro tirado en el sofá de casa viendo el programa de Telecinco que para su pesar sufrirá directamente la competencia del Festival de Eurovisión el sábado 20 de mayo que viene: 5 periodistas intentando saber si una tal Sonia Monroy tuvo o no tuvo sexo con Pepe Navarro. Tensión en el plató. Lágrimas. “¿Qué entiendes tú por una relación sexual completa?” Fascinante.

Después, Dinio el cubano y su esposa compartiendo con todos nosotros los detalles de su convivencia matrimonial. “¡Estoy harta de ti, ahora voy a vivir mi vida, lo nuestro se acabó!” Mientras, una señora a la que llaman “ciudadana” (no se si es porque vive en una ciudad, o para que no pensemos que es de pueblo) grita y grita cada vez que intenta decir algo.

Empapado de tanta cultura como me hallo, voy a la cocina a por un refresco de cola (Bogaloo, sí) para no dormirme. No puedo perderme ni un minuto de tan maravilloso espacio, pues mi nivel intelectual noto que va creciendo a cada minuto que paso como espectador. Y de repente, nada menos que las Azúcar Moreno en el plató. Estaban invitadas para ver qué pensaban ellas sobre “el asunto de Las Ketchup”. Uno de los periodistas (cuyo peluquero me gustaría conocer, para no dejar que jamás me toque un pelo a mi) les dice, con un par, nada menos que a las eurovisivas Azúcar Moreno, que no se preocuparan por no haber salido elegidas este año, porque “Eurovisión cada vez lo ve menos gente, es un coñazo, y las canciones que van son malísimas”.

Deduzco que este periodista, o no sabía que las Azúcar Moreno habían estado ya en el Festival, o tenemos conceptos de lo que es la educación bastante opuestos y realmente lo que trataba de decirles a la cara es que su “Bandido” era una canción malísima. Al menos así lo entendí yo. Analicemos la frase por partes:

1) “Eurovisión es un coñazo”. Esto es algo subjetivo. Cuando una persona tiene como profesión hablar de ciertas cosas tan trascendentales para la humanidad, es lógico que todo lo demás le parezca “un coñazo”. Hay que ser comprensivos en este aspecto. No todos estamos a la altura. A cierto tipo de gente le “coña” el Festival de Eurovisión, y a otro tipo de gente nos “coña” estar 4 horas oyendo hablar, debatir, analizar y hasta llorar por el hipotético polvo de fulanita con menganito. A cada uno lo suyo y todos felices. Me imagino que este tipo de cosas va en gustos o acorde con la personalidad o la educación de cada uno.

2) “Las canciones que van son malísimas”. Eurovisión no puede competir con un magnífico “tono-politono-sonitono” de esos. ¿qué le vamos a hacer?

3) “Eurovisión cada vez lo ve menos gente”. Esta frase tiene truco. Porque efectivamente, desde el boom del 2002 la audiencia en España del Festival ha ido descendiendo. No así tanto el porcentaje de audiencia de quienes en ese momento estaban frente al televisor. Pero en cualquier caso ha descendido hasta donde estaba antes del boom de Rosa, manteniéndose con su audiencia fiel en torno a los 5 millones. Y en Europa, ya ni hablemos. Sólo hay que ver el dinero que mueve el merchandising de Eurovisión, y el del programa desde el que el periodista hablaba. Solo hay que ver la cantidad de foros que hay por toda Europa, con foreros de los 5 continentes en torno a Eurovisión, y los que hay en torno a ese programa. Los clubes de seguidores. Las páginas web oficiales y no oficiales.

Y para colmo, ahí van las audiencias de la televisión en España el pasado 21 de mayo de 2005: 1º Festival de Eurovisión 2005 (TVE1) – 4.712.000 (35,5 %) 2º Los Simpson (A3) – 3.369.000 (31,8 %) 3º Telediario 1 Fin de Semana (TVE1) – 2.969.000 (25,3 %) 4º Noticias Fin de Semana 1 (A3) – 2.702.000 (23,1 %) 5º Huracán Categoría 6 (A3) – 2.639.000 (27,5 %) 6º Telediario 2 Fin de Semana (TVE1) – 2.586.000 (29,9 %) 7º Salsa Rosa (T5) – 2.530.000 (23,5 %) El programa “coñazo” en cabeza, oiga. Manda huevos. No entiendo nada… Me pregunto si el periodista en cuestión del programa en cuestión conocía estos datos. Más de 2 millones de espectadores por encima de su programa. Y eso sin “tono-politono-sonitono”, y sin poder enviar sms para que nos lo pongan en pantalla tipo “Tú lo k tienes k azer es bolber kon la choni, paki te kiero, besitos raul” .

Es lo que tienen algunas apuestas culturales del prime-time de las privadas, que no enganchan lo suficiente como para poder tener más audiencia que el Festival coñazo de Eurovisión. Ya se sabe que los programas culturales siempre son de difícil asimilación para la audiencia.

Coñazos como Eurovisión querrían algunos tener en sus parrillas. Tal vez precisamente porque no los tienen, deben encargarse de desprestigiarlos para minimizar los efectos. Y es que la audiencia para un programa de una televisión privada, lo es todo. Cada uno que saque sus conclusiones.

Hasta la próxima!

(16-3-2006)

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