EUROVISIÓN 2000. LOS OLSEN BROTHERS, RECUERDO DE OTROS TIEMPOS.

Los Olsen Brothers también estarán en el 50 Aniversario de Eurovisión en Copenhague con su popular tema “Fly on the wings of love” -Vuela con las alas del amor-. Es una canción de calidad que tiene sus amantes y detractores como todo en este Concurso. Tendrán una ovación estruendosa porque además juegan en casa. Ganaron […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EUROVISIÓN 2000. LOS OLSEN BROTHERS, RECUERDO DE OTROS TIEMPOS.

Los Olsen Brothers también estarán en el 50 Aniversario de Eurovisión en Copenhague con su popular tema “Fly on the wings of love” -Vuela con las alas del amor-. Es una canción de calidad que tiene sus amantes y detractores como todo en este Concurso. Tendrán una ovación estruendosa porque además juegan en casa. Ganaron en Suecia en el 13 de mayo de 2000 por amplia mayoría con 195 votos frente a los 155 que tuvo la rusa Alsou, pasada por los cánones “anglonorteamericanizantes”.

Los presentadores son Anders Lundin y Kattis Ahlström, muy populares en la televisión sueca, dieron la entrada mezclando todas las lenguas que competían y alguna más, haciendo un discurso muy imaginativo y divertido.

Los labios del logotipo de este año servían para poner los colores de la bandera del país que estaba actuando. Fue un Festival con una decoración muy pop, a veces con detalles muy de los setenta, paneles que cambiaban el aspecto de los decorados acordes con el tema que salía.

Se calculan en 700 millones de telespectadores en directo y vía satélite.

Concursan 24 países: Israel, Holanda, Reino Unido, Estonia, Francia, Rumanía, Malta, Noruega, Rusia, Bélgica, Chipre, Islandia, España, Dinamarca, Alemania, Suiza, Croacia, Suecia, Macedonia, Finlandia, Letonia, Turquía, Irlanda y Austria.

Todos los países podían elegir cantar en inglés si lo deseaban. Lo hicieron catorce. Turquía y Macedonia cantaron la mitad en su lengua y la otra en inglés.

Para los fans hubo una grata sorpresa y fue la salida a la venta de un CD que llevaba todos los temas que competían esa noche.

Unos hermanos maduritos fueron los ganadores de este año. Se trata de los Olsen Brothers, viejas figuras de los años sesenta, salidos del recuerdo con un toque nostálgico, como reconocimiento a toda una carrera. Eran figuras reconocidas en Escandinavia. Representaron a Dinamarca y así este país consigue su segundo premio eurovisivo gracias o otro dúo, como en el ’63, aunque en aquella ocasión era unos novios a punto de casarse, los Ingmann (Grethe y Jørgen). El tema “Fly On The Wings Of Love” está dedicado a las mujeres mayores de 50 años y que todavía tenían una la oportunidad de sentirse guapas y gustar a todos, en contra de un artículo que salió en la prensa danesa que decía que las señoras a partir de los cincuenta ya no tenían nada que hacer en cuanto a sex-appeal se refiere. Está información la proporcionó Uribarri en sus comentarios. El autor del tema, Jorgen Olsen, uno de los intérpretes, se hizo eco de esta noticia y quiso hacer una canción protesta. Por eso se ganó las simpatías de la prensa internacional y del público. Pero en verdad este tema era políticamente correcto y eso empieza ya a hartar porque son un aburrimiento. La melodía sonaba un poco a country americano con el rasgueo de guitarra y el guiño puesto en la melodía de la canción. Este tema se escuchó mucho durante el verano pero en su versión discotequera hecha por un grupo de jóvenes intérpretes. Yo nunca he sido una fan devota de esta canción como notaréis, pero admito que es un buen tema, hecho adrede para gustar a Europa, unido a la experta puesta en escena de unos sabios artistas que vieron recompensada su carrera sacados del baúl de los recuerdos. A ver qué pasa en octubre en el Cincuenta Aniversario, porque estos temas que a veces parecen pasar inadvertidos pueden dar el sorpresón, al tanto con los votos llegados del Norte, considero que son peligrosos.

Y ahora comentaré los demás del 2000, un Festival que sé apasiona a muchos eurofans.

No fue una sorpresa el resultado de Dinamarca, porque partían como favoritos y los comentaristas de todo Europa se hicieron cargo de que se podían llevar el primer lugar y así fue. Pero también estaban Rusia, Letonia, Alemania, Estonia y Suecia como posibles ganadoras y que quedaron bien colocadas en la clasificación.

En cuánto a España, todos sabíamos que no iba a ganar Serafín Zubiri porque cuando fue en el ’92 no gustó –fue decimocuarto- ¿por qué regla de tres iba a agradar ahora al público de Eurovisión. Fue elegido por televoto en España, pero la otra mitad de los puntos se la dieron un jurado de sala bastante conservador. Yo creo que si no hubiera sido por los recalcitrantes votantes conservadores de TVE y algún reprimido eurofan presidente de una asociación, se habría elegido a Raúl con “Sueño tu boca”, éxito de ese verano en España y Latinoamérica o las Alazán con “Alcanzarás la Luna”, que ganaron el Festival de Benidorm, meses después de Eurovisión.

Con un tema de José María Purón –que dio el segundo lugar a Anabel Conde en el ‘95- titulado “Colgado de un sueño” se presentó un descolorido Serafín Zubiri ante el público de Estocolmo y Europa. Quedó peor que la primera vez, fue decimoctavo con 18 puntos. Y gracias al 10 que tuvo a bien concedernos Chipre ¿por la falta de Grecia?. Es una teoría, pero nos salvó del desastre supino. Rumanía nos dio un 5, Suiza un voto y Rusia dos. Pero que no digan que es porque él toca el piano en directo y se concentra mucho en su interpretación o que su tema era una balada agradable, sinceramente fue un tostón y quedó como merecía. Llevó el mismo coro de Lydia en el ’99, que cómo sabemos “nos da tanta suerte”.

Una vez tratado el primer lugar y la triste representación española, como la del ’98 y ’99, vamos con los demás temas, algo más entretenidos en su mayoría.

Israel trajo una especie de canción protesta con intención pacificadora entre árabes y judíos en Tierra Santa. Los mensajes políticos no suelen gustar en Eurovisión. Dos chicos del conjunto se dan un beso en la boca, nada asombroso en plena reivindicación de libertad sexual, aunque venido de Israel choca más por plantar cara al fundamentalismo hebreo que tanto masacró a Dana International. Al final de la canción sacaron las banderas de Siria e Israel. El grupo Ping Pong –dos chicos y cuatro chicas muy modernos- con la canción “Sameach (Happy)” que cantaron en hebreo, sólo recibieron 7 votos, seis de los cuales les llegó de Francia, y fueron antepenúltimos, el otro voto se lo dio Macedonia. Los autores y compositores son Roy Aray, Ronen Ben Tal y Guy Assif. El sonido era discotequero y muy bueno, pero las voces de los intérpretes penosas.

Si los judíos quisieron asombrar al personal, Holanda no iba a ser menos y a falta de una canción buena llevaron un espectáculo efectista. La solista, Linda Wagenmakers de origen caribeño, iba metida en un vestido-carpa de amplias proporciones y del cual salían dos bailarines muy musculosos. Cuando se quita la capa, se quedó con un vestido de flecos plateados que daba la impresión de ser un plumero psicodélico, totalmente drag-queen, era la moda. Cantó “No Goodbyes”, de sonido rítmico, compuesto por Ellert Driessen y letra de John O’Hare. Este país tuvo que interrumpir la retransmisión del Festival debido a la desgracia de Enschede, dónde una terrible explosión mató a veinte personas.

El Reino Unido sufrió otro varapalo con la extraordinaria cantante Nikki French, que además de hacer alarde de voz, tuvo un coro bastante bueno. El tema “Don’t Play That Song Again” de Gerry Shephard y John Springate era movido y pegadizo pero sólo recibió 28 puntos ocupando la decimosexta plaza. Según Uribarri sonaba a ABBA, no entiendo ese afán por compararlo todo con el sonido ABBA, pero es un comentario muy recurrente en los últimos años.

Estonia era una de las favoritas con la guapísima Eda Inés con “Once In A Lifetime”. El tema está escrito por Jana Hallas y la música es de Pearu Paulus, Ilmar Laisaar y Alar Kotkas. Destaca la presencia en el coro del rubio Tanel Padar, que todavía no sabía que sería el próximo ganador de Eurovisión en el 2001 junto a Dave Benton. Inés vistió un mono verde botella con cinturón cartuchera y sombrero cowboy a juego. Estaba estupenda con este tipito tan gracioso y su cintura de avispa. Además cantó a la perfección, aunque dicen que estaba algo tensa en su interpretación. Consideró que lo disimuló muy bien. Durante las votaciones siempre se mantuvo en los primeros puestos para quedar en la cuarta plaza con 98 puntos. Ningún país le dio 12, pero casi todos le votaron algo.

Sofia Mestari nació en Casabalanca como la ganadora por Francia del ’69, Frida Boccara. Tenía 19 años y una voz profunda. Llevó el tema “On aura le ciel”, con toques magrebíes y que éste año nos les dio buen resultado. El autor es Beno Heinrich y el compositor Pierre Legay. La pobre ocupó el penúltimo lugar con 5 puntos como la segunda peor clasificación de Francia hasta su historia. Estaba muy nerviosa y sudorosa en su interpretación. En 1998 aun quedaron más bajos con 3 puntos y la negrita Marie Line o en el recuerdo el desastre de 1966 con Dominique Walter y un sólo voto, penúltimo también. Como el Reino Unido Francia estaba pasando por una crisis que no verá la luz hasta el 2001 y 2002, para bajar a las tinieblas en el 2003. En el 2005 se ha pegado otro batacazo con la joven Ortal, penúltimos de nuevo.

El misterioso solista del grupo Taxi entonó un tema con toques de folk irlandés titulado “The Moon” –La luna- en inglés para representar a Rumanía. Este fue uno de los países que renegó a su lengua autóctona visto los malos resultados de años anteriores. Por eso intentaron con el inglés una mejor plaza, pero tampoco destacaron mucho, porque ocupó la decimoséptima plaza con 25 puntos, justo por delante de España. Rumanía se salvo del desastre total porque el jurado de Macedonia le dio un 12. Fue una injusticia porque Chipre era mejor canción y quedó peor.

Una canción veraniega y festivalera llega de la mano de la experta cantante y presentadora de televisión en Malta, Claudette Pace. “Desire” –Deseo-, interpretado en inglés y alguna frase en maltés gustó a la concurrencia, por la chispa que Claudette tenía en sus ojos y sonrisa. Está algo rellenita como la chica de Francia o las de Austria, pero sin complejos se pegó un buen baile y levantó la ovación del público. Además, se acompañó del coro de Charlotte Nilsson –ganadora del ‘99- que son muy buenos también y todo unido hizo que quedaran en la octava plaza con 73 votos. Malta se irá caracterizando por llevar temas alegres a Eurovisión, algo que se agradece sobremanera. Gerard James Borg escribió la letra de “Desire”. La música es de Philip Vella. Claudette Pace es una estrella mediática en la pequeña isla mediterránea. Incluso tiene un canal privado de televisión.

Con el corazón haciéndoles “Boom” llegaron las tres chicas de Noruega. Charmed era el nombre que le pusieron al trío. Cantaron “My Heart Goes Boom” de Tore Madsen y música de Morten Henriksen. Ese título, no la melodía, es como el “Boom bang a bang” de Lulu que en algún momento también su corazón hacía boom boom, inolvidable en la historia de Eurovisión. Podía estar firmado por las Dollie De Luxe o las Bobbysocks, otras representantes de Noruega en los ochenta, por lo movido de la canción y le palpitante de su ritmo. Hicieron una actuación divertida, vestidas a la moda, con mezclas de ropas de todas las épocas, en un colage simpático. Eran muy graciosos los postizos de pelo de colores que se pusieron en los recogidos. No tuvieron muchos votos porque ese estilo está ya algo machacado aunque ellas le pusieron una energía formidable a la puesta en escena. Ocuparon la undécima plaza con 57 votos.

La bomba rusa llegó con Alsou, una joven muy guapa afincada en los Estados Unidos y que cantaba en inglés para representar a Rusia, menuda ironía de la vida. Era favorita y casi gana con “Solo” de los compositores norteamericanos Andrew Lane y Brandon Barnes. Los bailarines que la acompañaron eran dos adonis guapísimos que además bailaban bien. Ella sacó un modelito en dorado de cortar la respiración también. En fin, con tales premisas no era de esperar un fracaso, sino un triunfo aunque el número tampoco no era para tanto en mi opinión y su voz no tenía nada de especial. Consiguieron 155 votos y cuatro 12. El mejor puesto de Rusia en todas sus intervenciones, un segundo lugar. Lo malo fue que algunos países no le votaron, como Holanda, Letonia y Turquía y otros le dieron pocos puntos, mientras Dinamarca destacaba por encima hasta aventajarle al final en 40. Esta chica sigue estando en las listas de éxitos de Europa y los Estados Unidos.

Cuando se canta con el corazón, como dijo José Luis Uribarri, no mereces quedar en último lugar como le pasó a la representante de Bélgica. Su nombre es Nathalie Sorce y tiene una voz potente con una dicción francesa muy romántica. Estuvo escoltada por un buen coro, como los de antes. Eligió un traje en color crema algo clásico. El tema “Envie de vivre” es del estilo de grandes intérpretes como Corinne Hermès o Céline Dion, pero que en la Sorce no dio buenos resultados, quizá porque quiso elevar mucho el listón y la pobre no tenía ni el carisma ni la voz de las mentadas. La composición es de Silvio Pezzuto. Con todo no era necesario el escarnio que se hizo con una chica tan simpática en escena como ella porque hubo temas peores que la sobrepasaron en votos como el de Finlandia, Israel o Rumanía, aunque esto es sólo una opinión porque tengo debilidad por los temas interpretados en francés. Recibió 2 puntos, que le dio Macedonia, y fue última, eliminados para el 2001.

Otros que también se llevaron un buen castigo, injusto por supuesto, fueron los chipriotas Alexandros Panagi y Cristina formando el grupo vocal e instrumental Voice. El tema se titula “Nomiza” (I Tought – Creía) compuesto por el mismo Panagi. Esta delegación se puso en contra del imperialismo lingüístico británico y cantaron en griego e italiano, sintiéndose orgullosos de ser mediterráneos. Pero esto se penaliza, ya lo sabemos. Les dieron la ridiculez de 8 puntos y quedando en la vigesimoprimera plaza, cuando figuraban entre los mejores de este año. Hay cosas que no se entienden. Alexandros Panagi ya representó a Chipre en 1995 con mayor fortuna, fue noveno con una canción similar a “Nomiza”, por la utilización de la percusión, muy típica en los números de este hombre. Allí también se acompañó de Cristina en el coro. El repetir fórmulas a veces no da buen resultado. Si no que se lo digan a Corry Brokken, que habiendo ganado en el ’57 con una balada, volvió en el ’58 con otra y quedó en último lugar. Son cosas de la Eurovisión, misterios sin resolver que dan para una tesis. Panagi saboreó el éxito como coro de Helena Paparizou en 2005 con el Gran Premio de Eurovisión para Grecia, conquistado tras muchos fracasos. Es probable que acompañe a Helena a Copenhague en la Gala de “Congratulations”.

Otra pareja mixta nos asombraron con una canción chispeante, que desencantó algo en directo. Son Einer Augustvioisson y Telma Agustsdottir en representación de la fría Islandia. Se trata de un dúo formado expresamente para el Festival. Él tenía 27 años y ella 23. El tema es “Tell Me” de Oggi Sigurdur vorn Jansson. Einar vistió un pantalón con falda sobrepuesta y lució unos enormes tatuajes en los brazos y Telma se puso lo primero que encontró en tonos fúcsia, sino no entiendo como salieron tan espantosos. Es importante a la hora de la puesta en escena la indumentaria. A una canción que es del “estilo Grease” no le pega esos ropajes. El chico parecía desorbitado e hiperactivo por el escenario, se pegó una baile que para qué las prisas, qué locura. Además nos les quedaba bien el estilismo propuesto porque él parecía un pinche de cocina con delantal incorporado. Por otro lado la canción no está mal, otra de las más interesantes de este año, pero no recibieron muchos votos, sólo 45. El vídeo de presentación del tema antes del Festival era muy divertido y ellos estaban hasta atractivos, no entiendo como salieron disfrazados de tal guisa. Gracias al doce de Dinamarca y a que los nórdicos les iban regalando algo ocuparon la decimosegunda plaza. La coreografía la había preparado Selma, que representó a Islandia en el ’99 y quedó segunda, otra habitual en los años venideros de la delegación islandesa hasta el chasco que se ha llevado en el 2005, sin comentarios.

Después llegó España con sus buenas formas pero poco más y cómo ya hemos hablado de ella y de Dinamarca, la ganadora, que fue la que le siguió, vamos con Alemania. Se propusieron montar el número en el ’98 y lo consiguieron, igual que en el ’99 con otro esquema distinto, pero ahora se volvía al show-enterteiment con el sin par Stefan Raab, personaje popular en Alemania. Fue masivamente votado en la preselección germana para ir a Eurovisión. En poco tiempo recogió más de un millón de votos. Con un look a lo Elvis, vaquero con lentejuelas y traje luminotécnico, se plantó en el escenario, junto a un grupo de chicos y chicas muy divertidos también. El tema es un rap cantado en alemán que lleva el título de “Wadde hadde dudde da (What Do You Have There)” compuesto por el mismo polifacético intérprete. En medio de la canción se apagan los focos de la sala y se ven las luces del traje de Raab en plena oscuridad. Después, las gogós que llevó en el coro se quitan una parte del vestido quedándose con otro más sexy debajo, que provocó la explosión de aprobación del público. Forma otro número de los que han hecho historia y por eso fue recompensado con un quinto lugar y 96 votos. Recibió tres 12, uno de España que tiene una especial querencia por este cantante porque ya puntuó bien al tema de Raab cantado por el horrendo Guildo Horn en el ’98 y lo volverá a hacer en el 2004 con otra canción compuesta por Raab también e interpretada por Maximiliam Mutzke. Las otras dos máximas le llegaron de los vecinos, Suiza y Austria. El televoto propicia también el “vecinismo”, es inevitable.

“La vita cos’e” era la canción de Suiza, esta vez en italiano, con la ex miss Suiza Jane Bogaert, que además de dedicarse a la canción había sido modelo. Tenía 32 años y empezó en la música siendo coro de Al Bano y Romina Power. Precisamente, Albano, formó parte importante del coro en esta ocasión. El tema tenía fuerza, pero no gustó quizá porque tampoco se hizo en inglés y la interpreté no cantaba muy bien, desafinó en alguna ocasión y estropeó una canción que Al Bano en solitario la hubiera hecho grande,. Recibió 14 puntos y ocupó la vigésima posición. La letra es de Tomás Marín y música de Bernie Staub.

Goran Karan era Hare Chrisna, según comentó Uribarri. Representó a Croacia con un tema excelente, una balada del estilo mediterráneo que tantas veces hemos visto en Yugoslavia y que han sido inolvidables. Lució traje romántico y melena para una puesta en escena efectista aunque algo oscura. “Ostani (Stay)” fue interpretado en servocroata. A Goran le acompañó una bailarina rubia que hacia un happening bastante atrayente con un vestido reversible del cual salía al finalizar la canción, cual mariposa de su crisálida. Gustó mucho al público y los jurados la premiaron con 70 puntos y la novena plaza.

Si no habíamos tenido bastante con los números de Croacia, Holanda y Alemania, los representantes de Suecia nos sorprendieron aún más con su show indio-lapón. Roger Pontare salió vestido de chamán y sus correligionarios de las tribus indias de Norteamérica, con una gran mezcla de la Laponia. El tema en cuestión lleva el título de “When Spirits Are Calling My Name”, algo así como “Cuando los espíritus dicen ni nombre” en plan esotérico mezclado con mucho efectismo y misterio. Los compositores son Thomas Holmstrand, Linda Jansson y Peter Dahl. Fue un número de fuego y humo, menos mal que nadie salió herido porque en una parte de la canción varios cañones despedían una gran llamarada de fuego, que no deja de ser un peligro latente durante la actuación. Unido a esto, Roger hizo una gran actuación porque tiene una voz potente y penetrante. Era especialista en comedia musical y había tocado todos los palos posibles, desde el soul, el jazz, la balada, hasta el rock. En 1994 salió junto a Marie Bergman representando a Suecia también, fueron decimoterceros. En el 2000, Pontare quedó séptimo con 88 puntos. Recibió el 12 de Turquía.

El nivel bajó considerablemente con la representación de las jovencitas XXL de Macedonia (Ex República Yugoslava de Macedonia). Todas eran adolescentes y llevaban un intentado look del las Spice Girls en plan cutre o lolitas arregladitas, cómo no, pero se quedaron muy atrás en los votos. Consiguen 29 votos y la decimoquinta plaza y gracias a que sus vecinos de Croacia le dieron un 10. Cantaron “100% te ljubam” (I Love You 100%), mitad en macedonio y la otra en inglés, que fue cuando fueron más aplaudidas, cuando cambiaron de lengua. La letra es de Orce Zafirovski y la música de Dragan Karanfilovski Boys. Las chicas se movían con una coreografía cursi y tonta y sus voces, mejor correr un tupido velo, espantosas, era un número totalmente prescindible, tostón que alguna delegación tiene “a bien” regalarnos año tras año.

Una balada melancólica fue la propuesta de Finlandia con “A Little Bit” interpretada por Nina Aström, profesora a parte de artista. Fue el tema que cantado en inglés obtuvo peor posición, decimoctava con 18 puntos empatando con España. La letra es de Gerriaan’t Goor y la música de Luca Genta. El tema hablaba de las maravillas de Europa, de París, Suecia, Amsterdam, etc. Eso nos recuerda el afán pro europeísta de las francesas del ’86 o el irlandés del ’90. El título es el mismo que el que le dio la victoria a Teddy Scholten en 1959, aunque entre ambas canciones no hay similitud. La canción de Nina Aström es gris y aburrida y ella como intérprete era un aburrimiento de los grandes, qué le vamos a hacer.

Los más provocadores del Festival eran los chicos de Letonia, BrainStorm, liderado por Renars Kaupers, el solista y la canción “My star” –Mi estrella-. Él era el compositor y autor. Tenían el look de los años setenta en su indumentaria y peinados, pero también su canción sonaba a otra época, pero hecha con una sofisticación increíble. Podían haber ganado por originalidad. El solista tiene una voz muy particular, diferente y ahí radica su buen gusto, es un artistazo en escena. Se movía de una forma muy simpática y curiosa y su mirada a cámara decía mucho, me encantó, sinceramente, pero no pudo ser. Sólo consiguieron un tercer lugar para un brillante debut de esta delegación. No estaba nada mal, tuvo136 votos y cuatro 12. En 1998 habían ganado el Festival de la Canción del Báltico, según Uribarri. Se convirtieron en un grupo de fama tras el Festival aunque ellos no eran debutantes, tenían una brillante carrera a sus espaldas. Vimos a Renars como presentador del Festival en Riga en 2003 junto a la vencedora del 2002, Marie N. La tragedia llegó en mayo de 2004 cuando el batería del grupo Gundars Mausavics falleció en un accidente de tráfico.

El grupo turco compuesto por Pinar y The S.O.S. trajo una canción con toques folk de sonido agradable pero ya muy oída antes. Su título es “Yorgunum anla (I’m weary)”. En algunos momentos parecía una rumba española. Su intérprete Pinar canta muy bien y el grupo se acoplaba perfectamente a ella. Es parecida físicamente a Ana Reverte. Se acompañaron de dos bailarines bastantes buenos también. La letra era de la misma solista del grupo, Pinar Ayhan y Orkun Yazgan. El compositor es Suan Ayhan, hermano de la cantante. Se colocan en una meritoria décima plaza con 59 votos y dos 12, uno dado por Francia y el otro por Holanda. Los incondicionales emigrantes turcos en Alemania volvieron a conseguir dar una alta puntuación a su país de origen con un 10. Cantaron la mitad del tema en turco y la otra en inglés, moda fijada en los años siguientes.

Un atractivo pelirrojo por Irlanda nos deleitó con una preciosa balada titulada “Millenium of Love”, que hacía reivindicaba la paz y el amor para el nuevo milenio. Se llama Eamonn Toal y había sido coro de Eddie Friel en 1995. Tema oportunista que quedó bien colocado, en la sexta plaza. Muy merecido, todo hay que decirlo. Obtuvo 92 puntos. Gerry Simpson y Raymond J. Smyth son los compositores de este estupendo tema. El decorado se inspiró con imágenes de velones encendidos en los paneles gigantes y movibles que había en el escenario. Para cada tema se buscó un motivo distinto. A España nos pusieron un Sol, como siempre. O nos ponen soles o flores. No importa porque somos el país de las flores y el sol y a mucha honra. Antes en las presentaciones nos ponían toros, toreros y batas de cola.

The Rounder Girls por Austria eran las más simpáticas de la noche. El grupo se formó en 1993. Una vienesa, una neoyorquina y una londinense, juntas con el tema “All To You” que tenía el sabor de Hoollywood por el asombroso parecido de una de las intérpretes, Kim Cooper, con la actriz Whoopi Golberg. Además este tema sonaba igual a otro que cantaba la Golberg en la película “Una monja de cuidado”. Estaban gorditas, por eso se pusieron Rounder para presentarse al gran público europeo, dejando atrás complejos absurdos y banales. Salieron con sus vestidos negros y color calabaza, con mucho garbo y entusiasmaron a los allí presentes. Lo malo fue que en los votos no obtienen lo merecido, sólo 34 puntos, quedando en la decimocuarta plaza. Desde España reciben un 8, como la nota más alta que consiguen. El tema es de un renombrado compositor en Austria, Dave Moskin.

El intermedio nos trajo la música y la danza sueca donde destacaba la violinista Caroline Lundgren, que fue la chica con cara de susto que nos dio la bienvenida al Festival al inicio del show y entregó el premio a los vencedores. Yo esperaba ver a la ganadora del ’99 Charlotte Nilsson, pero ni apareció.

Christine Marchal Ortiz era la secretaria de la UER encargada de supervisar las votaciones. Estas transcurrieron sin sorpresas, a parte de la gran cantidad de votos que se llevó Dinamarca en honor a la madurez.

Copenhague vería la próxima edición de Eurovisión, como en 1964. Se lo merecían por el tiempo transcurrido, aunque faltaron al Festival entre 1967 y 1977, ambos inclusive, otros años sacaron temas mejores sin ser recompensados merecidamente. Con todo no es un país que tenga números demasiado brillantes porque abusó siempre de la canción festivalera.

Reyes del Amor 08/09/05

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