EURONAMORAMIENTO 2010 (EL *RETONNO*)

¡Zeuyín ya he vuelto! ¿Será que ya es primavera en el Corte de Manga (oh yeah Turquía)? Corre por mis venas el polen irritante y el polvo silvestre de la ciudad en primavera… Ya falta menos, queda menos para que se celebre el Festival de Festivales, el Sr. Eurovisión (tranquilos, que no hablo de Uribarri) […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

EURONAMORAMIENTO 2010 (EL *RETONNO*)

¡Zeuyín ya he vuelto!

¿Será que ya es primavera en el Corte de Manga (oh yeah Turquía)? Corre por mis venas el polen irritante y el polvo silvestre de la ciudad en primavera… Ya falta menos, queda menos para que se celebre el Festival de Festivales, el Sr. Eurovisión (tranquilos, que no hablo de Uribarri) se engalana en Noruega para ofrecernos un año más un espectáculo de entretenimiento civilizado, lúdico, ameno y adjetivado con toda esa lista de palabras que por lo general lleva la etiqueta de cualquier serie de televisión made in TVE. La siguiente fase del Euroburrimiento 2010 está siendo el Euronamoramiento 2010, exacto, ¿qué pasa? Es normal que en los años que llevo siguiendo el Festival tenga mis altibajos, como los tuvo Lidsay D. cuando cantó, o como nuestras Mayonesa (véase la inversión), aunque ahora que lo pienso esas por no tener, no tuvieron ni salsa (véase hiperonimia), ni salero ni alti, ni baji… 

Últimamente estoy recordando muchísimo aquellos primeros momentos eurovisivos que experimenté (sí, fue toda una experiencia…). Los años pasan y Eurovisión nunca es el mismo pero mantiene su esencia. Se celebra en primavera, preludio del verano y de buenos momentos. Eurovisión 2010 no creo que sea uno de los mejores festivales de la Historia (quién sabe…), ofrece poca variedad este año, en algunos casos hay mucha repetición y la originalidad brilla por su ausencia, en eso me mantengo. No obstante, el hecho de que no vislumbre ganadores de facto como en su momento pudieron ser Helena Paparizou o Marija Serifoviae (había muchos favoritos pero en los días previos al festival ya se oían sus nombres…) no significa que no haya canciones que me gusten y otras que hayan perdido puntos por mi parte. 

Ante todo, quiero destacar que vuestras críticas y opiniones son muy constructivas puesto que a veces añadís comentarios que me hacen reflexionar respecto de una canción o bien descubrir un matiz que hasta el momento desconocía, eso es de agradecer, por tanto, desde aquí GRACIAS. 

Por otra parte, cosas de la vida, al día siguiente de publicar EUROBURRIMIENTO 2010 salen a la palestra la canción azerí y la francesa, que debo admitir me encantan. Por tanto, con vuestro consentimiento, doy a conocer las canciones que suelo escuchar con mayor frecuencia cada día y que ahora lideran mi Yellow Room (¡mi color favorito es el amarillo!): 

My heart is yours: Increíblemente, sí, se trata de una viki-balada, de esas que sólo los escandinavos saben hacer… ¡Y cómo lo hacen! Pese a que tenemos la misma edad, este chaval ha sido explotar como nadie sus rasgos y virtudes, hasta tal punto que parece mayor de lo que es… La canción noruega me enamora progresivamente aunque debo admitir que no la veo como ganadora… Será porque todavía no me ha conquistado del todo, pero de seguir así quien sabe si me saco el pasaporte noruego. Didrik, que tiene nombre de Pokemon, tiene una voz muy dulce, y pese a que al principio parezca que esté cantando en la Iglesia protestante de turno, de buenas a primeras se transforma en un príncipe galán de mirada inocente que recita una carta de amor a su prometida, quien descuelga su preciosa melena por la torre… Perdón, ya me he ido. Decía que el encanto que desprende cantando este chico pocos lo tiene, muy pocos, para que os hagáis una idea, cuando escucho esta canción vienen a mi mente recuerdos de las mejores baladas de Eurovisión pero con aires modernos, se trata de una nostalgia y un deleite del pasado que tan sólo la extraordinaria Reyes del Amor sabe trasmitir en sus columnas. 

Satellite: otra de amor, exacto, esta vez desde Alemania nos llega una chica de ahora. Reúne muchísimos requisitos como para no parecerse a ninguna otra ganadora del Festival. Es sobria, sencilla, con voz algo temblorosa y caderas atractivísimas. El eterno swing germano hace sus intentos con cierta frecuencia en el festival, aunque tengo que reconoce que la frescura que esta canción traerá en la noche del festival no lo ha conseguido ningún otro swing. Hablo de frescura juvenil, ideal para cualquier agua de colonia. Los alemanes destacan per se, es decir, son ellos, los ingenieros de Europa ¿por qué no vuelven a ganar el Festival? Estoy deseando de que Berlín, Múnich, Suttgart, Colonia o cualquier otra ciudad germana acoja este festival, estoy seguro de que el escenario superaría al ruso, un diseño aerodinámico como el de los Mercedes-Benz. Por cierto, ¿no veis la sonrisa del gato de Alicia en el País de las Maravillas al fondo del escenario de la final alemana? Miradlo… 

This is my life: quizá se me pasó por alto o bien no me llamó la atención tanto como ahora lo hace. Anna Bergendahl llevará a Oslo una canción muy bonita, lenta, sencilla y adorable. La letra de esta canción está cargada de sentimientos y la música sabe expresar perfectamente en cada momento aquello que la representante sueca canta. Cierto es que en ocasiones pienso que tiene le da un aire a la voz sueca “shakiriana” (tiene gorgoritos cabriles muy característicos). Parece una Barbie de Todo a 100, sin ser un insulto ni mucho menos, más bien quiero decir que Suecia, este año, se ha decantado por la sobriedad y ha quitado purpurina, plumas, colores llamativos y tanto peste a colonia de frutas del bosque. El año pasado intentó algo que le salió mal, y eso que me gustaba… En esta ocasión Suecia sigue reinventándose y quizás nos dé una sorpresa. ¿Será esto el retorno del dominio escandinavo? 

Drip, drop: Azerbayán no sólo cuenta con el voto de todos sus nacionales repartidos por Europa ni el amor condicional de su hermana mayor Turquía, sino que además cada vez se supera. Esta canción no es rompedora, ni tampoco supondrá un antes ni después en el festival, simplemente trae algo de corriente R&B en esta ocasión a un festival que se encuentra a la deriva (no sé si eso es bueno o malo, pero así es). Safura es muy guapa aunque debería rodearse de mejores estilistas que no la hagan parecer que va disfrazada de gallina sadomasoquista (véase actuación en final ucraniana). Tiene una voz privilegiada que se ajusta al acompañamiento musical y su eco resulta en ocasiones rasgado, lo cual hace que me guste mucho más. No obstante a veces pega alguna que otra voz, como cuando dice “Drrip Drrrop Drrrip Drrrop” que queda fuera de lugar. Una cosa a tener en cuenta es el repetitivo baile de maromos a su alrededor… Es algo tan visto en Eurovisión que ya me recuerda un poco a los bailes fin de curso. 

It's for you: extraordinaria canción que me ha cautivado conforme han pasado las semanas, y aún más desde que he visto el videoclip oficial de la candidatura irlandesa. Ese pequeño guiño a 1993 lo dice todo. Yo soy muy contrario a las vueltas de grandes eurovisivos, pues considero que tuvieron su oportunidad y que hay que dejar a otros candidatos abrirse caminos. No obstante, todo tiene una excepción, esta vez es Niamh Kavanagh, quien hiciera subir el orgullo nacional a los irlandeses así como conseguir una victoria aplastante en su mismo país. Única. Efectivamente, como el título de la canción dice “es para nosotros”, o sea, lo que en español diríamos “va por vosotros”. Ese “you” tanto singular como plural que a todos nos engloba. Este es el regalo que la irlandesa nos brinda este año donde por el simple hecho de darse el “gustazo” de ver a una verdadera cantante sobre el escenario de Oslo merece la pena. ¿Ganará por octava vez Irlanda el festival? Sería toda una noticia. 

Butterflies: la canción más cursi y repipi de este año, elegida a conciencia en sustitución de la anterior candidatura bielorrusa. Los rusos blancos están deseosos de seguir los pasos de su hermana mayor Rusia, y demostrar que ellos también son los mejores haciendo las cosas. A mí la canción me gusta, su letra es muy romántica, propicia para este tiempo, qué le voy a hacer, seré “cursi”. Cuando se transforman en decenas de mariposas me parece un momento muy bonito, lleno de dulzura y mensaje esperanzador pese a provenir de un país dictatorial (era como cuando Karina cantó “En un mundo nuevo” y los españoles aún seguían en el viejo mundo de la dictadura…). 

¡Hasta aquí puedo leer! Podría haber hablado de Francia, pero esta columna va dedicada a canciones para el “enamoramiento” que me inspiran. Mantengo mis gustos de la columna anterior y sumo estos nuevos… ¡Cuál será el siguiente sentimiento eurovisivo que corra por mis venas! Sólo sé que cada vez falta menos y estoy deseando saber quién ganará. ¿Vosotros no? 

Continuará… 

Conversación