ESC 2017: LOS MÚSICOS DE KIEV

Había una vez un campesino que tenía un asno al que llamaba Mario. Durante mucho tiempo le había servido para llevar los sacos de trigo al molino, pero Mario se empezó a hacer viejo e inservible y el amo pensó en deshacerse de él. Mario no era tonto, y como sabía de las intenciones de […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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ESC 2017: LOS MÚSICOS DE KIEV

Había una vez un campesino que tenía un asno al que llamaba Mario. Durante mucho tiempo le había servido para llevar los sacos de trigo al molino, pero Mario se empezó a hacer viejo e inservible y el amo pensó en deshacerse de él. Mario no era tonto, y como sabía de las intenciones de su amo se escapó rumbo a Kiev para tratar de hacer carrera como músico, ya que el animalico tocaba el laúd.
En su camino se tropezó con dos perritas cazadoras que jadeaban agotadas, y que le dijeron que se llamaban Maika y Leklein.

– ¿Todo bien amigas?
– Sí, sí tranquilo. Intentábamos escaparnos de nuestro amo, que quiere matarnos porque somos muy mayores y ya no le servimos para ir de caza.
– ¿Por qué no os venís conmigo? Voy camino de Kiev, donde pienso ganarme la vida como músico. Juntos podríamos formar una banda…¿Qué os parece?

El asno Mario convenció a las dos perritas y continuaron su camino juntos. Al poco, se encontraron con dos gatitas la mar de monas, pero con mala cara. Las gatitas respondían como Mirela y Paula.
– ¿Qué os pasa mininas? – preguntó Mario.
– Que no tenemos adónde ir. Nuestra ama ha tratado de ahogarnos porque somos muy vagas y nos pasamos el día tiradas junto al fuego.
– ¿Y por qué no os unís a nosotros? Vamos a Kiev, a formar una banda de música.

Las gatitas dijeron que no sabían mucho de música, pero como no se les ocurría nada mejor aceptaron y se unieron a Mario, Maika y Leklein. Más adelante dieron con un gallo que gritaba con todas sus fuerzas. El gallo se presentó y dijo que se llamaba Manel.

– ¿Por qué gritas gallo? – dijo el asno
– Porque mi ama va a echarme a la cazuela esta noche. Por eso grito mientras estoy vivo.
– Anda, no malgastes tu tiempo y vente con nosotros. Vamos a Kiev y tienes buena voz así que eres perfecto para nuestra banda de música.

Continuaron caminando los seis animalitos todo lo que pudieron pero no llegaron esa misma noche a Kiev. No sabían dónde pasar la noche cuando vieron un hostal de carretera, con el letrero luminoso de neón que ponía “Cutregala para Eurovisión”, y decidieron acercarse. Vieron a un grupo de ladrones a punto de darse un gran festín de comida y con el hambre que tenían decidieron que tenían que hacer algo para echar del restaurante-hostal a los ladrones.

Los ladrones formaban una banda de cinco personas que se habían escapado de un correccional provincial llamado RTVE. Respondían a los nombres de Xavi, Javier, Virginia, Federico y Toñi.
El asno se colocó junto a la ventana, las perritas se subieron encima del asno, las dos gatitas encima de las perritas y el gallo encima de la cabeza de la gatita Mirela. Así, unos encima de otros, empezaron a rebuznar, ladrar, maullar y cantar con toda su alma. Rompieron incluso la ventana y armaron tal estruendo que los ladrones huyeron creyendo que se trataba de algún fantasma.

Los pobres animalicos cenaron hasta que ya no pudieron más y se echaron a dormir. El asno eligió el estiércol, las perritas se fueron detrás de la puerta, las gatitas prefirieron las cenizas del hogar y el gallo se puso encima de una viga.

A media noche uno de los ladrones, Xavi, viendo a lo lejos que el hostal parecía en calma se armó de valor y decidió volver.
Pero cuando llegó estaba todo a oscuras, confundió los ojos de las dos gatas con las brasas del hogar, acercó una cerilla y Mirela le arañó la cara, fue hacia la puerta y le mordieron las dos perritas en la pierna, salió corriendo fuera de la casa, pisó el estercolero y el asno le dio una coz y justo en ese momento el gallo empezó a cantar desde la viga ¡¡Kikirikíi!!
El ladrón corrió todo lo rápido que pudieron sus pies y cuando llegó le contó a sus compañeros:
– ¡En el restaurante hay dos brujas que me han arañado la cara, detrás de la puerta un hombre con un cuchillo que me lo ha clavado en la pierna, y fuera un monstruo que me ha golpeado con un terrible mazo!! Y encima del tejado un juez que gritaba ¡Traedme el ladrón aquí!

Tras esto a los ladrones ni se les ocurrió volver a pisar ese hostal y los músicos de Kiev todavía siguen allí, haciendo piña entre ellos. Se hicieron socios y decidieron comprar el hostal, aunque por desgracia el negocio no fue lo bien que esperaban y se arruinaron. Así que la mayoría de ellos se fueron con la música a otra parte: Mario emigró a Estados Unidos, Leklein y Maika a Inglaterra, Paula y Mirela a Alemania.

Por su parte, el gallo Manel intentó hacer carrera en España, pero, tras muchos fracasos, en su última actuación un grupo de sinvergüenzas eurofans y mamarrachos estuvieron a punto de desplumarlo vivo, dejándole claro que la música no era lo suyo, por lo que el pobre gallito optó por la vía más trágica haciéndose el haraquiri, empalándose a l'ast.

Y colorín colorado, esta espantosa y terrible pesadilla ha acabado, deseando y esperando que ninguno de nuestros lectores tenga que pasar nunca por una aventura semejante.

P.D.: El presente relato es una adaptación del cuento de los Hermanos Grimm, Los músicos de Bremen. 

Las mejores canciones y actuaciones de 2017 según Linda Martínez:

Favorita: My Turn, Martina, REPÚBLICA CHECA

2º. Beautiful Mess, Kristian Kostov, BULGARIA
3º. Don't Come Easy, Isaiah, AUSTRALIA
4º. City Lights, Blanche, BELGICA
5º. Dying to Try, Brendan Murray, IRLANDA.
6º. Occidentali's Karma, Francesco Gabbani, ITALIA
7º. Amar pelos dois, Salvador Sobral, PORTUGAL
8º. Lights and Shadows, OG3NE, PAISES BAJOS
9º. Never Give Up on You, Lucie Jones, REINO UNIDO
10º. I Can't Go On, Robin Bengtsson, SUECIA

La mejor canción de Eurovisión 2017: My Turn

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