EMOCIONES CONTENIDAS

Un año más se acerca nuestro querido Festival y todo son cábalas y predicciones, sueños y decepciones. Todos nos convertimos en pequeñas casas de apuestas y todos creemos saber lo que es bueno y lo que es mejor para el viejo certamen. Sin embargo, todos nos equivocaremos y las sorpresas volverán a estar presentes. Ese […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EMOCIONES CONTENIDAS

Un año más se acerca nuestro querido Festival y todo son cábalas y predicciones, sueños y decepciones. Todos nos convertimos en pequeñas casas de apuestas y todos creemos saber lo que es bueno y lo que es mejor para el viejo certamen. Sin embargo, todos nos equivocaremos y las sorpresas volverán a estar presentes. Ese es uno de los misterios del concurso. Porque eso es Eurovisión, un concurso y un espectáculo televisivo. Ahora bien, debe ser un espectáculo europeo.  Y ser europeo implica que nos debamos reconocer como europeos en las distintas canciones, músicas e idiomas que se escuchen la noche del 18 de mayo. Si no es así, algo estaremos haciendo mal y el festival acabará convirtiéndose en un sucedáneo de las galas MTV. Quizás a muchos ésto os parezca positivo. Espero que el tiempo os haga ver que es un suicidio.

Me parece acertado el concepto más intimista que la televisión pública sueca quiere imprimir a la edición de este año. Creo que van por el buen camino. Ellos hacen un macroespectáculo que está muy bien, el Melodifestivalen, pero que es eso, su certamen. Eurovisión es otra cosa y Europa es bastante más que Suecia. Esperemos que la cordura vuelva poco a poco y se vaya introduciendo la música en directo en el festival, al igual que se valore cada vez más la diversidad idiomática. Puede que se pierda audiencia, que no lo creo, pero se ganará en calidad y en volver a la esencia del festival, que no puede ser una gala de música anglosajona al 90%, que es lo que parece últimamente. Ahora bien, es mi opinión, que puede ser errónea.

La primera semifinal parece a priori más potente y de mejor calidad pero, hasta que no llegue la hora del directo, nada es seguro. Sólo me disgustan Eslovenia, Serbia y Montenegro. ¿Dónde están esos deliciosos temas balcánicos de otros años? Si acaso se salva el tema croata. De esta semifinal, destacaría la canción neerlandesa que me parece un muy buen tema en todos los aspectos, y relajante entre tanto estruendo. Dinamarca y Rusia son correctas pero me suenan a muy oídas y manidas. Es muy posible que queden muy bien. Muy dulce es Estonia y me gusta la voz y la manera de interpretar del chico lituano.

De la segunda semifinal me gustan especialmente Islandia y Noruega, dos canciones muy distintas: una más tradicional y tranquila y la otra más innovadora, pero muy bien interpretadas y producidas. Los 3 caucásicos y Grecia tienen el puesto casi asegurado en la final, pues son los 4 países habituales finalistas y presentan canciones muy correctas. La de Grecia no me gusta pero presenta el punto a favor de la originalidad y la frescura. Hay veces que las canciones no son gran cosa pero los intérpretes transmiten mucho y eso hace que los telespectadores se sientan identificados con ellos. Eso le pasa al cantante maltés.

En el bloque del BIG 6 están mis dos favoritas. Italia apuesta fuerte con el tema ganador de San Remo, la madre de nuestro festival. Los jurados la puntuarán alto, pero tengo mis dudas con el televoto. Creo que una buena balada puede ganar el festival este año. Mi otra favorita es el Reino Unido, con una cantante de contrastada experiencia y éxito y con un tema muy aceptable para sus capacidades vocales actuales. El público va a estar con Bonnie.

Esperemos que el directo no arruine las posibilidades de España, Suecia y Alemania, 3 canciones que suenan muy bien en estudio pero que hacen aguas cuando vemos la interpretación en directo en sus finales nacionales. La canción española tiene un problema añadido: no es lo que los europeos esperan de España, que sigue siendo identificada en su gran mayoría con música latina.

Mucha suerte a todos los participantes y no olvidemos que lo importante es que el certamen esté bien producido, entretenga y las canciones, al menos unas cuantas, suenen bien, las voces, pues ya sabemos que la música es toda pregrabada. En un par de meses veré si estaba muy desencaminado. Hasta entonces viviré estos días con intensa emoción.

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