EL CINCUENTENARIO ESPAÑOL

¡Zeuyín ya he vuelto!   Queridísimos amigos seguidores del Festival de la Canción de Eurovisión ¡estamos de fiesta! y Televisión Española no tiene memoria, no se acuerda… Con la participación de nuestro país en Dusseldorf son ya 50 los años de España en Eurovisión y apenas se dice, comenta o rumorea nada… Quizá para muchos […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EL CINCUENTENARIO ESPAÑOL

¡Zeuyín ya he vuelto!

 

Queridísimos amigos seguidores del Festival de la Canción de Eurovisión ¡estamos de fiesta! y Televisión Española no tiene memoria, no se acuerda… Con la participación de nuestro país en Dusseldorf son ya 50 los años de España en Eurovisión y apenas se dice, comenta o rumorea nada… Quizá para muchos esto no tenga la más menor importancia, pero para otros, como un servidor, supone un pilar fundamental en lo que respecta a la seriedad de corporación pública que TVE, y por ende RTVE, supone para la sociedad española. A bombo y platillo anunciaron sus 50 años pero ¿acaso hay algo en lo que TVE lleve participando desde tanto tiempo? Ni el “Un, dos, tres” supone tal perspectiva histórica como nuestro festival.

 

Hemos visto pasar la televisión del blanco y negro al color en Eurovisión, hemos visto cómo la Yugoslavia comunista se derrumbaba dando lugar a un chorro de nuevos países que aún muchos no saben colocar en el mapa, hemos sido testigos de momentos históricos como la consagración de España en el festival con Massiel, un año más tarde con Salomé y los “casi rozo el paraíso” con Karina o Julio Iglesias. Además, hemos tenido momento únicos como fueron los de las Azúcar Moreno o Daniel Diges. España ha aportado mucho, de forma ininterrumpida, cosa de la que no muchos países pueden presumir por muy fundadores que sean -a ver si TVE se entera de una vez que no fue fundadora del formato. El festival llevó al éxito y a la ruina a muchos artistas, tuvo momentos de gloria y otros de penuria. El festival forma parte de nosotros nos guste o no, porque pese a que muchos critiquen el concurso, si lo hacen es porque lo conocen. ¿Acaso se puede decir eso de otras competiciones? ¿de las deportivas? ¿seguro que de todas?

 

Para aquellos “profesionales” de la música que a veces han humillado y ridiculizado al festival, desde aquí cabe también recordarles que en tal caso se debe criticar la participación española de un año en cuestión, pues no existe una edición en la que una gran voz o participación se revelase.

 

¿Qué más puedo decir? Pues desde que llevo estando contigo, Eurovisión, desde que un día cualquiera vi la semifinal presentada por Reyes del Amor, he aprendido muchísimo. Llámame ridículo, si quieres, pero supuso algo prodigioso que a mi vida iluminó y llenó de amigos, experiencias, ecos de caracola con acentos escandinavos, mediterráneos, eslavos… ¡Qué bueno, qué bueno! ha sido encontrarte cada año a través de la pantalla del televisor, tú, Eurovisión, que año tras años me decías más alto y más claro “yo soy aquél” que demuestra que Europa vive unida en la diversidad, para que hablemos del amor, de la amistad, de las locuras, de la felicidad… ¡La, la, la! Es que contigo vivo cantando desde un principio. Canto con Fran, con Manu, con Vicente, con Gwendolyne, con Svante y ahora con Ola… Con quien empezamos una etapa eurovisiva en un mundo nuevo y feliz donde Alemania vuelve a ganar el concurso, aunque esta vez, después de la caída del muro de la vergüenza. Así es, amanece una nueva era en la que eres tú en parte protagonista y testigo de la historia de Europa. ¿Y qué decimos los españoles cuando nos decepcionan nuestros resultados? ¡Canta y sé feliz! Pues todos sabemos que tu volverás al año siguiente y que sobran las palabras de aquellos necios que piensan que en Europa hay una conjura judeomasónica contra nuestro país (suena muy de antes de la democracia). Pero ¿qué le vamos a hacer? Cuando la televisión que nos representanta debería haber llamado a su formato de ¿preselección? ¡Enséñame a cantar! en vez de… Pero no nos pongamos tristes, bailemos un vals que seguro que este año será más que nunca el antes y después que todos esperamos… Y esa es tu historia, año tras año, cada país con su canción dispuesto a deleitar y, cómo no, ganar el primer puesto. Si en otros años fue la propia TVE la que te retransmitiera desde su segunda cadena, en la que parecía que suplicabas ¡quédate esta noche! pues parecía que tenías los días contados, ahora más que nunca, gracias quizás al apoyo y revitalización que nuevos países te han dado, eres número uno de audiencia. Y solo tú, y sólo yo sabemos que España volverá a ganar cuando Él, ese ente que se financia con dinero público, haga las cosas bien y con lógica, sin pensar en contentar a unos pocos; cuando tenga ambición de empresa pública y busque, si es preciso bajos las piedras, a unos representantes con una propuesta digna para nuestro país. Pero tempus fugit, pasaron momentos en los que tú, Eurovisión, gritabas constantemente ¡quién maneja mi barca! cuando ni siquiera se sabía que iba a pasar contigo el año siguiente. Pero poco a poco, con el paso de los años, te has pintado los ojos de azul, has madurado y eres toda una lady, lady, de esas de la Gran Vía de Madrid. Hace mil años que dejaste atrás tu juventud, o no… Pues aunque parezca que en España la fiesta terminó y que tu Valentino español, cual lady que eres, no ha llegado todavía, no debes perder la Esperanza. Déjame decirte, amigo, que no estás solo en esto, que en España tienes más seguidores, eurofans y pretendientes de los que puedas imaginar. Aquí, es cierto que se suele decir cosas como que la chica que yo quiero es Made in Spain y todo eso, pero a nosotros lo europeo nos gusta, mucho, pero que mucho. Fuiste nacida para amar, quizás por un bandido como TVE, o bien incluso otros como la RAI -que tan preocupados nos tuvo este tiempo-, pero ¿acaso lo que importa no es bailar pegados y olvidar momentos pasados? Pues sí, señoras y señores, todo esto es la música, concretamente la música que España ha llevado al concurso europeo de canciones por antonomasia. Muchos hombres, no todos iguales, muchas mujeres, algunas históricas, grupos y ambigüedades; pues, aunque a veces pensáramos que ella no es ella o que el no es él, siempre volvíamos a pedirte e incluso suplicarte ¡vuelve conmigo! sin importar que tuviéramos que esperar un año… Y es que ¡ay qué deseo! provoca ver votos de un lugar de Europa a otro, en busca de la mejor canción. A pesar de que haya países que apenas se acuerden de España en el momento de las votaciones, puedo prometer y prometo que cada año asisto (y asistimos) al evento sin rencor y llenos de ilusión. Pues ¿qué voy a hacer sin ti? Si no estuvieras con nosotros de primavera en primavera, ¿qué le voy a decir a mi corazón? que ese año quedaría sin relleno de bandera europea… No quiero escuchar que Eurovisión no tiene sentido o que en España no nos tomamos el festival en serio. Quizá vivo colgado de un sueño, pero en Eurovisión no hay límites a mis deseos, a mis ansias de conocer más de otros países y otras lenguas… Por ello, cuando la veas distante, sólo dile que la quiero, que siempre fui sincero, que cuando no me gusto una canción o cuando esperaba más lo dije… Pero es que el amor me ciega… Al mismo tiempo que en Córdoba celebramos la Feria de Mayo, Europe's living a celebration y no hay vuelta atrás. Dime entonces qué puedo hacer, cómo te puedo tener en España. Olvidemos el ayer y comencemos una etapa nueva con una TVE que apueste de verdad. Para llenarme de ti… Ese sería un buen eslogan como imagen corporativa del ente público con respecto a Eurovisión, pues es lo que se necesita. Y esto no es cosa de brujería, ni pucheros de cerezas, potajes de melón ni ungüentos malignos, sobran más que nunca los Bloody Mary. Sabes muy bien que I love you mi vida, pues aunque sean muchos los que quieran hacerte el chiki chiki y fastidiarte en tu noche espectacular, somos más los que estamos seguros que España dirá muy pronto: la noche es para mí. Y, qué más decirte, que de algo pequeñito surgen los mejores proyectos y sueños… Algo que en 1961 llegó a todos los españoles y que, 50 años después, tenemos que celebrar como evento histórico que es.

 

A toda España, a los seguidores del festival y, por supuesto, a Televisión Española (TVE) ¡MUCHAS FELICIDADES!

 

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