EL CAMINO QUE LLEVA A ESTOCOLMO (PARTE I)

Sin darme cuenta, al inicio de la temporada alta, comencé a compartir en mis redes sociales unas breves notas sobre las candidaturas que se iban eligiendo para Eurovisión 2016. Unos pequeños apuntes sobre las primeras impresiones que me producían los cantantes, las canciones y las actuaciones de cada país para la próxima edición del festival. Con […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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EL CAMINO QUE LLEVA A ESTOCOLMO (PARTE I)

Sin darme cuenta, al inicio de la temporada alta, comencé a compartir en mis redes sociales unas breves notas sobre las candidaturas que se iban eligiendo para Eurovisión 2016. Unos pequeños apuntes sobre las primeras impresiones que me producían los cantantes, las canciones y las actuaciones de cada país para la próxima edición del festival. Con 13 representantes seleccionados, y a falta de las versiones finales y ensayos que me harán cambiar una o varias veces de opinión, me he decidido a recopilar estas publicaciones y compartirlas en mi pequeña habitación dentro de la casa de eurovision-spain.com que también es la vuestra, la primera de las cuatro paradas en el camino que lleva a Estocolmo, y tan ricamente.

Albania: Eneda Tarifa – Perralle.

Excelente pistoletazo de salida a Eurovisión 2016. Un temazo en bruto antes de pasar por la chapa y pintura albanesa con muchas posibilidades, una poderosa voz e interpretación y, sin ninguna duda, el mejor directo de la final del 54º Festivali i Kënges. Albania sigue fiel a su esencia y, al menos para mi, es de agradecer. Nota: 3/5

Irlanda: Nicky Byrne – Sunlight.

Irlanda despierta del coma inducido en los años 90. Se agradece que algunos países dejen atrás la caspa, y se acerquen a la radiofórmula, a la música que se escucha y triunfa hoy en día, y aproximen el festival al gran público. Nicky Byrne tiene una voz que no es del todo pop ni del todo rock pero con toneladas de carisma, y Sunlight suena muy pero que muy bien aunque, quizá, debería diferenciarse más de lo estándar y políticamente correcto introduciendo más electrónica y guitarreo. Nota: 4/5

Bélgica: Laura Tesoro – What's the pressure.

Bélgica da un paso atrás. La candidatura solo destaca por el derroche de carisma de Laura Tesoro pero, atención, porque muchas veces eso es lo más importante. What's the pressure es alegre y divertida, pero no sobresale ni para bien, ni para mal, y tiene el reto de superar el gafe que todas las actuaciones retro y de inspiración Motown han sufrido a lo largo de la historia eurovisiva, aunque siempre hay una primera vez. En función de lo que preparen sobre el escenario del Globen Arena, y ya hicieron un gran trabajo de la semifinal a la final nacional, tendrán más o menos posibilidades, pero de momento, para mi, es una duda. Nota: 3/5

Bielorrusia: Ivan – Help you fly.

Bielorrusia tiene muchas ganas de ganar Eurovisión, pero no termina de acertar con sus candidaturas, a menudo entre lo antiguo y lo bizarro. Este año no desentonan en su trayectoria insistiendo por enésima vez con una combinación pop rock con matices electrónicos y melenas ochenteras, con un cantante mediocre y desafinado, y una canción prescindible sin ningún gancho a la que tendrán que dar mucha chapa y pintura soviética para resultar mínimamente competitiva. Destacable la buena escenografía que al menos ayuda a la vista a falta del oído. Nota: 1/5

Austria: Zoe – Loin d'ici.

Con el sonido de Alizee o Mylene Farmer, y una belleza entre Brigite Bardot y Vanessa Paradis, llega una de mis primeras favoritas del año. Una voz dulce y limpia, una letra que entendemos a la perfección todos los que de vez en cuando nos sentimos “lejos de aquí”, y una mirada que traspasa la cámara, hacen de esta una propuesta diferente, interesante y con muchísimo encanto. La canción, no obstante, me pide más una escenografía protagonizada por una Lolita que por una Princesa Disney que le resta madurez y personalidad a la actuación. Nota: 4/5

Dinamarca: Lighthouse X – Soldiers of love.

Dinamarca en los años 80 siempre reciclaba la misma canción, con Trax, Anne Cathrine Herdorf & Bandjo, Birthe Kjær, Lonnie Devantier o Hot Eyes, estos últimos hasta en tres insoportables ocasiones. La barata costumbre la recuperaron en los dosmiles, con Jakob Sveistrup, Simon Mathew, Brinck, A Friend in London o Anti Social Medial, quienes uno tras otro presentaron prácticamente el mismo tema. Tal y como dije una semana antes en el programa de radio Eurovision Green Room, Lighthouse X eran los predecibles ganadores del Dansk Melodi Grand Prix 2016, más allá del fanwank con el temazo de Anja Nissen y el tostón de Simone, porque cumplen a la perfección con el patrón políticamente correcto del país en el festival. Dinamarca vuelve este año más antigua, manida y prefabricada que nunca, pero lo agradable, efectista y pegadizo no se lo quita en nadie, una copia que ha salido más brillante que otras. Nota: 3/5

Suiza: Rykka – The last of our kind.

Suiza tiene todas las papeletas para terminar por segundo año consecutivo en última posición, una cantante monísima pero más que justa de voz, una canción ni buena ni mala, y una actuación tan agradable como olvidable, una indiferencia que es sentencia de muerte en Eurovisión. Nota: 2/5

Georgia: Nika Kocharov & Young Georgian Lolitaz – Midnight gold.

Ni el indie ni el rock son una novedad en Eurovisión, aunque siempre se agradecen propuestas alternativas fuera de lo políticamente correcto, pero lo que sobre todo se agradece son canciones de calidad, independientemente del estilo, precisamente lo que en mi opinión le falta a esta candidatura. Si no soy un eurofan moderno por no gustarme Nika Kocharov & Young Georgian Lolitaz, y mucho menos Midnight Gold, no pasa nada, me quedo tan feliz con mis divas de ventilador, y con el buen rock eurovisivo de Softengine, Manga o Lovebugs. Nota: 1/5

Bosnia y Herzegovina: Dalal, Deen, Ana Rucner & Jala – Ljuvab je.

Bosnia y Herzegovina, un país que ha aportado grandes joyas a la historia de Eurovisión, decepciona en su esperado regreso al festival después de cuatro largos años de ausencia. Si existen las españoladas, las griegadas o las suecadas, también tenemos las balcanadas, mucho mejor valoradas por regla general, pero donde también las hay mejores y peores. Ljubav je es un pastiche de estilos y voces, con mucha inspiración y poca autenticidad, sobreactuada al extremo, y con nula química entre todos los factores. El Ayuntamiento de Sarajevo, eso sí, es precioso. Bosnia y Herzegovina ya puede ir rogando votos a todo el vecindario si quiere sobrevivir a la junta de vecinos. Nota: 2/5

Islandia: Greta Salome – Hear them calling.

Greta Salome repite con dos fómulas: La musical, la suya, mezclando pop y folk con especial protagonismo de su diabólico violín; y la escénica, de Loreen y Mans Zelmerlow, recogiendo lo mejor del misticismo de ella, y las proyecciones de él, dándoles entidad propia. El resultado quizá no es original pero desde luego es bellísimo. Con los restos de un buen cocido se puede hacer una riquísima ropa vieja. Nota: 4/5

Ucrania: Jamala – 1944.

Jamala tiene una de las mejores y más originales voces que he escuchado jamás, y el talento de adornar y transmitir cada nota con sus gestos e interpretación. 1944 es una canción valiente, en su sonido, su idioma, y su temática, más interesante y profunda que una canción ligera al uso, y no apta para todos los públicos, ni válida para todos los ámbitos. Ucrania regresa por la puerta grande, con una de sus mejores artistas, en la tendencia electrónica eurovisiva, pero con una propuesta totalmente alternativa y diferenciada de cualquier competidor que pueda surgir. “Que hablen de mi, aunque sea mal”. Nota: 5/5

Chipre 2016: Minus One – Alter ego.

Cuando nadie esperaba nada de Chipre, yo el primero, dan la sorpresa con un temazo. Todo el presupuesto de la infumable preselección del año pasado lo han debido invertir en lo lógico, una buena candidatura, con una producción de lujo, donde se nota la mano que mece la cuna sueca de Thomas G:Son, un videoclip a la altura, y un acertado cambio de imagen de Minus One. Chipre se posiciona ante un público objetivo, los rockeros, en el que apenas tendrá competencia, pero sibilinamente con un estribillo y una estética que también agradará a las fanas estándar. Nota: 3/5

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