Una vez iniciado el mes de enero y con las fiestas navideñas ya superadas, Televisión Española anunciará en los próximos días sus planes para el Festival de Eurovisión de Viena. Todo parece indicar que la elección será interna, como ocurrió en 2012 y 2013 con Pastora Soler y El Sueño de Morfeo. De otra manera, algo se estaría ya moviendo entre posibles artistas y compositores para una preselección, como ocurrió a principios de enero pasado. Por el momento, el mutismo es absoluto. Incluso me atrevería a señalar al artista con el que TVE ya habría firmado el contrato para ser su abanderado en tierras austríacas: Edurne.

Pasemos a razonar la más que posible elección interna de la cantante madrileña. Tres han sido los nombres que más han sonado en las últimas semanas: Diana Navarro, Raúl Gómez y Edurne. Sus candidaturas han estado encima de la mesa de los despachos de Federico Llano, jefe de la delegación española en Eurovisión y subdirector de Festivales de TVE, y Toñi Prieto, productora ejecutiva de programas musicales de TVE.

En el caso de Diana Navarro, Warner Music presentó a TVE su candidatura, siguiendo la misma estrategia que con Pastora Soler en 2012, y buscando el mismo objetivo final: que el paso de la malagueña por Eurovisión suponga un antes y un después en su carrera profesional, y la encumbre, como ya pasó con Pastora, como una de las mejores voces del panorama musical patrio, con el retorno en promoción, venta de álbumes y conciertos que ello supondría tanto para Diana Navarro como para su compañía.

Ahora bien, la propia artista posiblemente haya sido la última conocedora de la estrategia de Warner. Y a pesar de su interés por estar en Viena siendo fiel a su estilo que representa las raíces españolas, se ha encargado por activa y por pasiva de desmentir a través de su cuenta oficial de Twitter que ella sea la elegida por TVE. Si realmente lo fuera, no hablaría de una forma tan franca, ni lo desmentiría tan rotundamente. Simplemente, o no hablaría, o se limitaría a lanzar balones fuera.

En el caso de Raúl Gómez, su elección directa es muy poco probable, de acuerdo al criterio empleado en los últimos años por TVE de que para hacer un ‘dedazo’ los artistas deben ser consagrados y tener una dilatada carrera profesional. A pesar de haber ganado El Número Uno, Raúl Gómez no tiene en su haber credenciales suficientes para ser elegido de forma directa. Ahora bien, talento, aptitudes y perfil de posible ganador en Eurovisión le sobran. Pero eso, para la cúpula directiva de TVE, parece no ser suficiente.

Además, el joven cantante viene avalado por Sony, una gran compañía discográfica, pero también por el equipo de management que acompañó a Ruth Lorenzo en Copenhague. Por un lado, una ventaja por el bagaje y el expertis que ello conlleva, pero, por otro, un inconveniente, porque probablemente TVE, si tiene que elegir entre varias candidaturas potentes, decida no repetir de equipo por eso del ‘qué dirán’ y guardar las formas repartiendo juego entre diferentes discográficas, representantes y oficinas de management. Raúl Gómez ni siquiera se ha pronunciado en redes sociales sobre esta posibilidad. Su estrategia, hasta el momento: la discreción. Sólo en una reciente entrevista con eurovision-spain.com, desvelaba sus intenciones de acudir a Viena, si surgía la posibilidad, y que estaba componiendo nuevos temas para ello.

¿Y Edurne? ¿Qué pasa con Edurne? ¿Qué hace pensar que definitivamente ella es la elegida? Primera razón, el autor y productor de sus temas. En estos momentos, la cantante madrileña se encuentra grabando nuevos temas con Tony Sánchez-Ohlsson, uno de los autores de Quédate Conmigo y I love you mi vida, que representaron a TVE en los festivales de 2007 y 2012. Además, el conocimiento, la experiencia y el interés de Sánchez-Ohlsson por Eurovisión es patente, y siempre que TVE le ha necesitado para presentar canciones a diferentes preselecciones, el autor canario ahí ha estado. Como ejemplo, el Run/Mas que le compuso a Brequette en muy pocos días para la preselección exprés que TVE realizó el año pasado, un tema que quedó en segundo lugar y que cosechó mucho éxito entre los eurofans. Tanto Federico Llano como Toñi Prieto son conscientes de que un proyecto eurovisivo encargado a Sánchez-Ohlsson y su equipo puede ser sinónimo de calidad y éxito, y que va a contentar a gran parte del sector eurofan y, tras ese sabor agridulce del año pasado, por qué no encargarle este año el proyecto de Viena 2015.

Segunda razón. Edurne dejó en diciembre su trabajo como presentadora del programa de Cuatro Todo va bien para dedicarse, según ella misma anunció, a un proyecto musical de envergadura internacional. ¿Sabía ya que sería ella la elegida para Viena? Es posible, como también lo es que TVE no permitiría que su candidata para Eurovisión 2015 trabaje en una cadena de la competencia. Cuestión de incompatibilidades.

Anunciada su salida oficial de Cuatro, medios y eurofans inmediatamente apuntaron hacía ella como la sucesora de Ruth Lorenzo. Sintomático es, y he aquí la tercera razón, que ni ella, ni nadie de su equipo, ni su compañía discográfica, Sony, hayan desmentido su participación en Eurovisión 2015, como sí lo ha hecho Diana Navarro. Simplemente, ante la presión mediática generada antes de las Navidades, su equipo se apresuró a desviar la atención, echar balones fuera y aclarar que el proyecto al que se va a dedicar Edurne es su próximo álbum, lo que, por otro lado, no es incompatible con Eurovisión. Uno de los nuevos temas que incluya en ese álbum, producido por el experto eurovisivo Sánchez-Ohlsson, puede ser el elegido para representar a TVE en el festival de Viena. O incluso, varios de esos temas pueden servir a TVE para hacer una preselección, y de paso justificar que es la audiencia la que elige entre varias canciones su preferida para estar en Viena, como con Pastora Soler y El Sueño de Morfeo.

Cuarta razón. Su trayectoria profesional. Su participación en numerosos programas de televisión como Operación Triunfo 2005, MQB: ¡Más Que Baile! o Tu cara me suena, su papel de Sandy como protagonista en el musical Grease, cinco álbumes hasta la fecha y más de 500.000 seguidores en Twitter, son avales suficientes para que TVE pueda justificar su elección interna. No ocurría lo mismo el año pasado con Ruth Lorenzo, ni pasa con Raúl Gómez.

Quinta razón. Su pertenencia a Sony juega a su favor, ya que TVE se garantizaría así una alternancia en otorgarle el proyecto eurovisivo a diferentes compañías discográficas que operan en España, después del monopolio de Warner entre 2010 y 2013, y Roster Music, en 2014. Digamos que se puede vestir como un ejercicio de pluralidad entre discográficas, un movimiento políticamente correcto para la cadena pública.

Sexta razón. La propia Edurne quiere ir a Eurovisión y estaría encantada de hacerlo en 2015. Así lo anunció en una reciente entrevista con eurovision-spain.com, en la que insinuaba que el mejor tema que ella llevaría al festival es “el que está por llegar”. Pues ya queda muy poco para que llegue.

Hecho este ejercicio de razonamiento e intentando encajar todas las piezas del puzle eurovisivo español, ahora sólo falta esperar al anuncio oficial de la impredecible, y repito, IMPREDECIBLE, Televisión Española.