DESTINO MALMÖ

Hola a todos, soy Manuel Constantinou y esta es mi primera y seguro que no última publicación en las columnas de eurovisión-spain. He decidido hacer mi propia sección porque este año por primera vez en mis doscientos sesenta y tres meses de vida, voy a estar en el Festival de Eurovisión. Sí, justo el año […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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DESTINO MALMÖ

Hola a todos, soy Manuel Constantinou y esta es mi primera y seguro que no última publicación en las columnas de eurovisión-spain. He decidido hacer mi propia sección porque este año por primera vez en mis doscientos sesenta y tres meses de vida, voy a estar en el Festival de Eurovisión.

Sí, justo el año que Ikea, por razones desconocidas todavía, pasó del evento, de manera que la televisión sueca optó por no complicarlo mucho e hizo la cosa aún más fácil: dejarnos a los eurofans de pie durante horas, minutos y segundos durante el concurso, que sumados en total se pueden contar como días enteros. Siempre hay que mirar las cosas en su lado positivo: si te quedas de pie muchas horas te haces más grande, siempre hablando de altura, al menos así me decía para consolarme mi abuela cuando me arrastraba a la iglesia los domingos por la mañana y me veía obligado a ceder mi asiento a los mayores. En fin.

Si os habéis fijado mi apellido es… muy guiri. Eso se debe a que no soy de España ni tampoco de Constantinopla, claro está. Soy de una isla a unos tres mil doscientos cincuenta y un kilómetros al este de Madrid que se suele confundir con Creta pero que normalmente se conoce con el nombre Chipre.

Tal y como ya he mencionado más arriba, este año voy a Malmö donde tengo planeado estar siete días para disfrutar lo que implica Eurovisión: ruedas de prensa, ensayos, euroclub, eurocafé, fiestas, etc. Me siento muy feliç / zoriontsu / feliz / incluso felí, llámenlo cómo quieran, ya que dada la horrible situación económica he cogido el hacha abandonada de la huerta de pepinos de mi abuela, la que os contaba antes, y rompí mi hucha que guardaba en el armario – fíjate qué difícil el español: “HaCHA rompe HuCHA” y, por suerte, salieron a chorros suficientes monedas que, tras convertirlas en dinero electrónico, me alcanzaron para reservar una habitación en la sueca ciudad del sur, el vuelo y las entradas. Y, entre nosotros, ¡menos mal que lo he hecho porque sino me habrían quitado el 6,6% para salvar la economía de mi país!

Aquí estoy pues, listo para Malmö, para conocer eurofans, para disfrutar a tope Eurovisión y con muchas ganas de compartir esta experiencia con los lectores de eurovisión-spain. Yo que soy fan desde hace muchos años voy a hacer algo que muchos quizás nunca hayan tenido la oportunidad, por lo que iré describiendo y analizando todas mis vivencias desde mi propio punto de vista.

Así que os invito a leer mis publicaciones y tomarlas con cariño, comentarlas, opinarlas… Total, decir todo lo que queráis (hasta cierto punto).

Kalispera!

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