Desquite de Karina

Sí queridos amigos, Karina se ha desquitado de su segundo puesto eurovisivo de 1971 y ha ganado la Primera Edición del programa “Vivo Cantando” que ha emitido Telecinco durante casi dos meses. Aunque la comparación es desmesurada, tanto por el margen de tiempo que las separa como por la repercusión internacional que pueda tener, sí […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Desquite de Karina

Sí queridos amigos, Karina se ha desquitado de su segundo puesto eurovisivo de 1971 y ha ganado la Primera Edición del programa “Vivo Cantando” que ha emitido Telecinco durante casi dos meses. Aunque la comparación es desmesurada, tanto por el margen de tiempo que las separa como por la repercusión internacional que pueda tener, sí debemos reconocer que Karina, la mujer con cara de niña, ha conseguido que en España, por lo menos y nada menos, se la reconozca como una nueva estrella, que fugaz volará por este caluroso verano del 2003. ¿Va a hacer Telecinco como las cadenas francesas que rescatan a las viejas glorias en especiales variados? a saber.

Los productores de Getmusic-Endemol, que parecen estar en todos los cotarros musicales que tengan que ver con el lema “ha nacido una estrella”, van a grabar un disco con temas antiguos, nuevos y de dúos con Karina a partir de la próxima semana y cheque de 25.000 euros como adelanto de su futuras ventas. En segundo lugar quedó Braulio, mejor que el decimosexto de Eurovisión ’76, y tercera Helena Bianco. ¿Quién lo iba a decir? de las brasas surge un nuevo fuego. Karina no grababa discos en serio desde finales de los setenta, cuando a ella, cómo a todos los participantes de “Vivo Cantando” se les cerró las puertas de las discográficas, allá por 1980. La eclosión del tecno, la música punky, y el rock remasterizado desbancaba las viejas glorias de la canción, excepto a Georgie Dam que seguía produciendo sus temas del verano religiosamente. Ellos también vivieron su etapa de carpeteras y carpeteros detrás para pedirles un autógrafo, pero cómo los años no pasaban en balde, se les apeó del carro “famosil” cuando las chicas y los chicos preferían las dotes canoras de Los Pecos, Alaska y Los Pegamoides, Miguel Bosé o Iván. Eso en el ámbito español, porque en el internacional eran otras las preferencias.

El esquema de rescatar viejas glorias ya se intentó con otros eurovisivos a finales de los noventa. ¿Os acordáis del grupo de cantantes que formaron un conjunto variopinto dónde estaban Betty Missiego, Tony Ronald, Micky, etc? Cantaban temas de los sesenta y setenta. Pero cómo no se competía no salieron de la mera anécdota evocadora. Para los prolíficos productores catalanes de Getmusic el show del “Vivo cantando” no ha podido ser más beneficioso. La gente quiere concursos encarnizados, la competencia es lo que vale, como la vida misma. Para los componentes del concurso, tampoco les irá mal durante un tiempo, porque todos sabemos que la televisión es eso, si sales en ella existes. Este resurgir será recargar las baterías ya gastadas, no muertas, para sus protagonistas. Espero que no los quemen porque ya no están para esos trotes. No olvidemos que Karina no hace mucho tuvo serios problemas con su garganta. Hay que cuidarse y no cargarse la gallina de los huevos de oro.

Por su parte para Helena Bianco, antigua componente de Los Mismos, la pasada noche en Cornellà, sería cómo revivir “Pasaporte a Dublín” dónde también ganó Karina la preselección para ir al Festival de Eurovisión de 1971. Agridulce sino que le ha tocado vivir a Helenita, teniendo más voz que Karina. Quizá le falta ese toque “inocente” que gusta tanto a la gente en España. Cuando se daban los votos por Comunidades Autónomas, parecía estar algo acongojada, aunque no quiso perder la sonrisa para no salirse de lo políticamente correcto, cómo ya hizo dos galas atrás cuando declaró “que ella no era tan conocida por sus matrimonios” en referencia a Karina, su rival. Quizá hubo un malentendido del que ella se retractó la semana pasada. Quiso decir que no iban por ahí los tiros y arregló la polémica declarando que “a Karina no le convenía esa publicidad cirquera que hacían en otros programas de la cadena sobre sus conflictivos y desconcertantes matrimonios”. Y a mí todo esto me recordó otra polémica habida en “Pasaporte a Dublín”, cuando Dova y Concha Márquez Piquer, competidoras por ir a Eurovisión, criticaron las “falsas lágrimas de Karina cuando agradeció entre sollozos al público de TVE que la eligieran a ella para ir a Dublín ‘71”. Jaime Morey, Dova y Junior no fueron a la cita dónde se dieron los resultados del ganador porque pensaron que había tongo en los votos. Precisamente Uribarri, el siempre eterno, estaba delante ya que le hizo una entrevista justo después de emitirse el fallo. Y os remito a la prensa de la época, el Lecturas de 19 de marzo de 1971. Karina declaró con la modestia que la caracteriza “que con su poquita voz intentaría dejar el pabellón español lo más alto posible. Daré todo lo que llevo dentro”, según artículo de José Antonio de las Heras para Lecturas del 2 de abril de 1971. Los titulares también anunciaban que “1971 sería el año boom de Karina”. Pero fue el cénit, porque después su carrera empezó a declinar algo, sobre todo cuando se separó de su unión sentimental y profesional con Tony Luz, autor de “En un mundo nuevo”.

Ahora las lágrimas de Karina sí eran de pura emoción, como las de su hija mayor. Es mucha la hiel vivida y de nuevo toca un poquito de miel. La veremos junto a Carlos Latre en “Crónicas Marcianas”, con Teresa Campos por la mañana, cuando acabe el verano, y oiremos su “Fiesta”, “Las flechas del amor”, “Romeo y Julieta”, en las discotecas. Suerte, Maribel porque eres estupenda.

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