CREÍ QUE SÓLO IBA A FALTAR RISTO EN ESTA PRESELECCIÓN

Escribo esta columna pocas horas después de que ya conozcamos las 313 canciones que pretenden acudir este año a Oslo y, por tanto, es un primer análisis rápido de algunos aspectos que me parecen llamativos. Junto a ello, analizará mi opinión sobre alguna de las canciones más comentadas en esta página aunque quisiera dejar claro […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
IMAGENES WEB-03

CREÍ QUE SÓLO IBA A FALTAR RISTO EN ESTA PRESELECCIÓN

Escribo esta columna pocas horas después de que ya conozcamos las 313 canciones que pretenden acudir este año a Oslo y, por tanto, es un primer análisis rápido de algunos aspectos que me parecen llamativos. Junto a ello, analizará mi opinión sobre alguna de las canciones más comentadas en esta página aunque quisiera dejar claro que son sólo eso: mis opiniones, tan poco importantes como las de los demás.Y lo de Risto en el título, es una broma ya sé que algo facilona por aquellos momentos en los que parecía que sólo los triunfitos iban a estar en la preselección.

En primer lugar, es destacable el notable descenso en el número de participantes en el proceso con respecto a años anteriores, en concreto la mitad si la memoria no me falla. La verdad es que alguno considerará este dato importante pero para mí no lo es tanto si pensamos en la morralla que se presenta y que al final no son más de 10 o 15 los que realmente cuentan en el proceso tanto éste año como los demás.

En segundo lugar, me gustaría agradecer a todos los compositores, músicos y cantantes que participan que se hayan decidido a hacerlo. Me parece que como eurofans, deberíamos estar contentos por ello aunque su candidatura no nos guste. No entiendo mucho esa manía de algún sector de poner a parir todo lo que se mueve de una manera tan insultante. Me parece que algunos deberían mostrar un poco de respeto hacia aquellos que se presentan aunque siempre es buena y razonable la crítica.

En tercer lugar, yo particularmente me felicito del interés que ha despertado el festival en canales de televisión privados y de emisoras de radio. Ya sé que lo de Karmele es un horror pero en el fondo, están consiguiendo que se hable del festival y eso siempre es bueno. Si encima eso ha animado a programas de los 40 y de Europa FM a apadrinar algún candidato, quizás vayamos por un camino que algún día cambie la mentalidad de las preselecciones. Quizás hoy apadrinen a El pezón rojo y mañana se les ocurra hacer lo mismo con Amaral.

Sin embargo, y en la parte negativa, constato que los grupos de música indie han desertado en gran medida del proceso de preselección. El protagonismo que hace dos años tuvo La Casa Azul y el año pasado La La Love you este año no tiene ninguna continuidad. Ya sé que hay algún grupo pero desde luego su propuesta no está a la altura de estas dos que he mencionado.

Tampoco me parece de recibo la cantidad de candidatos que, en teoría, han sido validados y, gracias al trabajo de mis compañeros y de muchos de vosotros, hemos comprobado que no cumplían uno de los requisitos fundamentales: no haberse publicado, editado o tocado públicamente antes del 1 de octubre. ¿Tanto trabajo cuesta comprobar esto?

Por lo demás, os confesaré que voy a seguir este proceso con un cierto relax. A diferencia de años anteriores, no hay ningún candidato cuya canción me guste tanto como para luchar por él en el proceso de selección en internet. Quizás vote a alguno pero desde luego no con el mismo ímpetu que años anteriores. Es de esos años que quiero ver la gala para hacerme una idea más exacta de cada una de las propuestas. Todas me ofrecen dudas, por unos motivos u otros.

Dicho lo cual paso a resumir mi opinión constructiva sobre alguna de las candidaturas que participan en la preselección, alguna de las más comentadas:

Karmele (o como se llame en este proceso). Ya he dicho que Telecinco hace bien en posar su mirada en el festival y así luego no se entenderán muy bien las criticas que anualmente se hacen en La Noria hacia el festival por parte de gente que hace años que no lo ve. De Karmele está todo dicho: no canta, no baila, no se sabe la canción pero ella tiene una ilusión. Lo único que lamento es que su ilusión va a romper la que tenga el cantante que quede en la posición número 11. Por lo demás, hija tranquila, que ya el jurado te pondrá en tu sitio si no lo hace antes el televoto. Disfruta con tu paseo triunfal en internet.

Coral. Ya sé que es la gran favorita para muchos de vosotros y lo fácil sería seguiros la corriente pero nunca ha sido mi planteamiento ese. La canción no está del todo mal pero no me gusta la voz engolada de esta cantante, sus desaforados gritos en un final que es auténticamente caótico. Yo creo que una balada, o más bien un himno, debe ser agradable al oído y sinceramente a mi no me resulta agradable su canción. De hecho, me pone en algunos fragmentos algo nervioso. Y para mayor inri, no se le entiende pero eso ya lo habéis comentado muchos.

Venus. Algunos temen el directo de estas tres chicas, yo no tengo ni idea la verdad. La canción simplemente me recuerda a otra época del festival que yo creo que ya está un poco pasada. Este tipo de canciones ya no triunfan ni en el Melodifestivalen, lo siento.

Daniel Diges. Cuando escuché por primera vez esta canción, recuerdo que hice una encuesta entre mis amigos de Facebook porque no sabía si me encantaba o me horrorizaba, una extraña sensación. Una vez analizada, he llegado a la conclusión de que la música me entusiasma, la propuesta me parece original pero lo de “algo pequeñito, algo chiquitito” me suena a otras gloriosas letras eurovisivas como “ella no es ella, ella es la otra”. No obstante, me gusta lo diferente para Eurovisión.

Samuel y Patricia. Empezamos el repaso a alguna de las baladas por una de las que menos me dice. Quizás está escrita para gente más joven pero me parece básicamente sosa, al igual que su imagen.

Ainhoa. Me gusta esta balada, sobre todo el inicio aunque luego en el estribillo ya me emociona menos. Me suena el estribillo a las baladas de otras épocas pero bueno, tiene mi aprobado si es que eso sirve para algo.

Blas Cantó: Sin duda, si hay una canción que se aproxima a mis gustos, es ésta. Una balada sencilla que consigue emocionarme. Quizás le falta un poco de fuerza que se podría conseguir con la intervención de algún coro en fragmentos de la canción. Además Blas no debería quedarse como a la mitad en algunas subidas aunque sin gritar, eh.

Anabel Conde. A mí me hace muchísima ilusión que Anabel vuelva a una preselección para Eurovisión puesto que la industria musical de este país creo que la ha tratado muy mal. Reconozco que en la primera escucha me gusto su canción aunque luego creo que está también un poco anticuada. No obstante, os pediría que la apoyáramos para que esté al menos en la final. Su trayectoria, y su canción, lo merecen.

Lorena. Lo siento, a mí su canción me aburre.

José Galisteo. Tampoco vocaliza y además se parece demasiado la propuesta a otras, como Sakis Rouvas, salvando las distancias.

Y no quiero olvidarme en este primer comentario de dos propuestas que al menos el primer día no han obtenido muchos votos pero que a mí me parecen interesantes. Por un lado, Javi Mota que presenta una canción también mejorable con algo de fuerza pero muy elegante, desde mi punto de vista y por otro, Bizarre que han vuelto a la carga con una canción interesante, aunque el recuerdo que yo tengo de su directo en 2008 no es precisamente bueno.

En fín, esto es un primer análisis, seguramente mis compañeros en futuras columnas irán completando, e incluso discrepando, con todas las mias pero eso es lo divertido de este proceso, ¿no?

 

 

 

Conversación