Hola amigos. Está claro que alguien como yo que he dedicado media vida a la radio, me siento en la gozosa obligación de dar la bienvenida al nuevo comentarista de Eurovisión en TVE, Joaquín Guzmán, un hombre que pasará a la pequeña gran historia de este medio por su programa “La Gramola” que tantos y tantos buenos momentos musicales nos ha ofrecido. Quizás no ha sido un hombre tan “mediático” como otros compañeros suyos pero, sin duda, es un gran profesional y por eso nos hemos de felicitar.

A mi me parece claro que el festival necesitaba una nueva voz, aire fresco que nos alejara de los tópicos más rancios de este certamen, explotados hasta la saciedad por el Sr. Uribarri. Hay quien ya ha criticado que Joaquín Guzmán declare no ser demasiado eurofan hasta el momento. Pero ¿qué queréis que os diga? si ser eurofan sólo sirve para decir que Grecia dará 12 puntos a Chipre y viceversa, prefiero alguien que sepa de música, como es el caso del nuevo comentarista. Y es que, amigos, he de confesarlo: a mi siempre me ha gustado mucho más el estilo por ejemplo de Beatriz Pécker, incluso en aquellos gloriosos certámenes de la década de los 80 en los que sacudía estopa a diestro y siniestro a los participantes más cutres.

Y es que al final quizás teníamos la perspectiva un tanto distorsionada. Eurovisión es un festival de canciones, aunque últimamente esté aderezado de espectáculo. Por eso, desde mi punto de vista, un comentarista ante todo debe saber de música y después una forma de narrar agradable, of course. Si a todo ello le sumamos un punto crítico, yo creo que estamos ante la combinación perfecta de lo que debe ser un comentarista.

Joaquín Guzmán puede conseguirlo sin grandes dificultades y encima como buen profesional, no me cabe la menor duda de que se documentara sobre el certamen antes de partir hacia Moscú. Eso es lo que hace un buen profesional y luego están los otros, los que les pones un papel en blanco y ya se creen los máximos expertos en cualquier cosa, vomitando lo primero que se les pasa por la cabeza (y no miro a nadie, sr. Canut).

Y precisamente esa sería la única petición que yo le haría a Joaquín Guzmán, que no se deje guiar por los topicazos de “todo a 100” que el entrañable “acusica” hace desde su blog. Comentarios, como ¿qué tendrán las chicas entradas en carne para gustar tanto a los eurofans? o esta canción es horrorosa y por eso quedará bien, parecen expuestos por alguien que pretende hacerse el graciosillo y no hay nada peor que un graciosillo sin gracia. Sr. Guzmán, le creo inteligente, muy inteligente, así que estoy seguro de que sus comentarios harán honor a ese rasgo, y no a la mediocridad que exhiben algunos cuando hablan del Festival.