Beth y Riga

La lluvia y el frío están siendo la tónica climática que envuelve la aventura eurovisiva de Beth en Riga. A las novias que se van a casar dicen que la lluvia les da mala suerte. Pero como no es el caso, Beth sigue figurando entre las favoritas de este año. El mismo Uribarri, que hace […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Beth y Riga

La lluvia y el frío están siendo la tónica climática que envuelve la aventura eurovisiva de Beth en Riga. A las novias que se van a casar dicen que la lluvia les da mala suerte. Pero como no es el caso, Beth sigue figurando entre las favoritas de este año. El mismo Uribarri, que hace poco no le veía posibilidades, ahora ya duda que incluso pueda estar entre las tres primeras. Nuestra representante del 2003 va escoltada por la delegación española encabezaba por su madre, madre sólo hay una, y los pygmaliones Nina y Ángel Llàcer. Uribarri es el que pondrá los puntos sobre la “íes”. Y además tiene el apoyo incondicional de los periodistas españoles y los eurofans de aquí y acullá. ¿Qué más se puede pedir?. Beth tiene esa pose de la relajación interior, propia del budismo practicante, aunque la procesión vaya por dentro.

Yo llegaré a la ciudad báltica el día 23 y veré los ensayos y el show de la XLVIII edición. Siempre he pensado que desde casa todo se ve mejor, pero este año no pude contenerme y he decido viajar a la cita de Eurovisión, como ave peregrina en busca del placer máximo que supone para mí presenciar uno de mis eventos preferidos en directo.

Beth asombra por su tranquilidad ante las cámaras y la pléyade de periodistas, fans y seguidores de Eurovisión. En los ensayos, tal y cómo se ve por televisión, se lo toma muy profesionalmente. Pero yo la veo poco entusiasmada. Recordando antiguos histerismos propios de nuestra delegación, es posiblemente la mejor opción que ha podido tomar la chica de Súria y sus acompañantes. Puede influenciar el típico carácter catalán, ese que dice “anem per feina”, vamos al trabajo, centrándose sólo en lo importante, que es quedar bien. Y con los catalanes no nos ha ido muy mal, exceptuando a Víctor Balaguer en el ’62 o José Guardiola en el ’63, pero aquello era otro tiempo. En cambio Salomé, primer lugar en el ’69, Sergio Dalma, cuarto en el ’91, Nina, sexta en el ’89 y Marcos Llunas, sexto en el ’97, son un buen ejemplo del temple catalán puesto en los diversos escenarios eurovisivos. Con todo, otro catalán cómo Bacchelli (1981), junto a las hermanas Ros en el coro, no tuvieron suerte, aunque eran esos años en que España corría una mala racha en el Eurofestival. Unido a eso, nuestro país no ponía mucha atención al Certamen porque la vida política, bastante tensa por cierto durante la Transición, lo acaparaba todo. Peor lo pasó Peret en Brigthon ’74, cuando España era “país non grato” en Europa debido a las penas de muerte que dictaba el Generalísimo que ya tenía un pie en el Pardo y otro en el Valle de la Caídos. De otro barcelonés, Alejandro Abad en el ’94, mejor correr un tupido velo, porque siendo un buen compositor, interpretando tuvo un ataque de pánico impropio de un profesional como él. Todo se disculpa si pensamos que los que dan la cara son ellos y nosotros criticamos cómodamente desde nuestro sillón.

Rusia con las TATU es la máxima rival, según las encuestas de las europáginas web, de Beth. Y es posible que le arrebate el puesto, porque aunque sean unas mal educadas, eso el público no lo vota. Lo aprecian los periodistas y acreditados que tienen que soportar los desmanes de la pseudodivas rusas. Pero que recuerden que otros intérpretes han ido de megastars a Eurovisión, versus Katja Ebstein (1970, 1971 y 1980), Mary Hopkin (1970), The Shadows (1975), Umberto Tozzi y Raf (1987), Albano y Romina Power (1976 y 1985) o Cliff Richard (1968 y 1973) y no han ganado. En cambio, personas sin pretensiones iniciales, se llevaron el primer lugar, como Johnny Logan en el ’80 y ’87, Céline Dion en el ’88 o ABBA en el ’74. Eso por sólo poner unos ejemplos de los muchos que hay.

Beth, hija, danos ese primer puesto que tanto anhelamos, y haz lo que hizo la Naumova el año pasado, guárdate lo mejor para el día 24. No desveles nada, porque la discreción puede ser tu gran baza, aunque no lo seas tanto el día del show, allí desmádrate, que eso da votos. En la sorpresa está el éxito.

Por Reyes del Amor, 21 de mayo de 2003

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