Bastante tenemos con San Remo (25/6/05)

Ya hace 15 días que os abandoné a vuestro cruel destino (hundiros en las tablas de las votaciones) para poder hacer un trabajo de campo en un país muy poco Eurociego, Italia. Con excusa de un viaje relámpago volé a Turín, muy cerquita de San Remo, ese leviatán que a los fan de Eurovisión nos […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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Bastante tenemos con San Remo (25/6/05)

Ya hace 15 días que os abandoné a vuestro cruel destino (hundiros en las tablas de las votaciones) para poder hacer un trabajo de campo en un país muy poco Eurociego, Italia. Con excusa de un viaje relámpago volé a Turín, muy cerquita de San Remo, ese leviatán que a los fan de Eurovisión nos robó a uno de los países con mayor calidad musical de la cuenca mediterránea.

Y esta columna os explicará una de mis experiencias en aquel exótico país, fundador de dos de los festivales musicales europeos de mayor abolengo. Una, porque todas son muchas. Y uno tiene que ser celoso de su intimidad…

En una cena de gala (aquí donde me véis, uno ha ido a colegios de gente bien) coincidí con una serie de periodistas italianos, uno de ellos de la RAI. Imagináos mis ansias por preguntarle por el triángulo amoroso RAI-San Remo- Eurovisión. Este Eurociego sentía las ansias por saber. Y no me iba a conformar con la tan resabida respuesta “nosotros tenemos San Remo”.

La ocasión vino como caída del cielo, ni siquiera yo saqué el tema. Estábamos hablando sobre no sé qué artista famosa, que resulta que había estado casada con no sé quién. “Ah, pero… ¿estaba casada?” pregunto yo candorosamente. “Sí, con uno de los ex maridos de Massiel”, me contestó otra española. “¿Conocéis a Massiel? Es una cantante muy famosa en España… ganó Eurovisión”. Eso lo dijo ella, no yo.

Y el periodista de la RAI entró al trapo con una facilidad increíble. “Ah, Eurovisión… Eso se sigue celebrando, ¿verdad? Nosotros no lo cubrimos, pero algo leí en los teletipos de las agencias… ¿Dónde se celebró este año?”. “En Kiev”.

La otra española comentó que Italia ya no participaba, y el italiano dijo que no, que realmente no sabía por qué… Y después preguntó si en España se veía. Le comentamos el resurgimiento a raíz de OT, y luego el tema fue por otros derroteros, como que en Italia ese programa lo había presentado Miguel Bosé, y que sólo se había hecho una promoción de la Academia.

Podría haber tirado más del hilo, pero fue suficiente, no era plan de monopolizar la conversación, que uno es muy modesto. Podemos sacar varias conclusiones de esta mini-conversación: en Italia la gente cree que Eurovisión ya no se celebra, y si no lo lees en los teletipos de agencia o eres eurofan, no te enteras. Además, los italianos que conocen de su existencia no se explican la ausencia de la RAI de tan interesante evento paneuropeo.

Yo apuesto por la vuelta de este país al Eurofestival, como muchos de vosotros. Pero mi osadía va mucho más allá. Yo pienso en lentejuelas. Yo pienso en un Schlager latino. Yo pienso en Raffaella Carrá para que Italia vuelva por todo lo alto a la cúspide del ESCoreboard. Porque ahora que Austria se va, necesitamos algún país osado que ocupe su lugar… Pensadlo. Os doy 15 días, porque cumplido el plazo, nueva EuroCeguera.

PD: el sábado pasado, para festejar el ascenso a 2ªB del Real Oviedo, un energúmeno atravesó las calles peatonales del centro a toda velocidad en el coche con el entrañable La, la, la a todo meter. Y no era yo.

Roberto Oviedo.

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