AVALANCHA DE FAMOSOS: A PONERSE LAS PILAS

Si en los últimos años venía quedando cada vez más claro que no se podía acudir a Eurovisión con los deberes hechos a medias y al mismo tiempo aspirar a un buen resultado, todo parece indicar que definitivamente este año no valdrán las medias tintas. El Festival está resurgiendo de tal forma, que famosos eurovisivos […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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AVALANCHA DE FAMOSOS: A PONERSE LAS PILAS

Si en los últimos años venía quedando cada vez más claro que no se podía acudir a Eurovisión con los deberes hechos a medias y al mismo tiempo aspirar a un buen resultado, todo parece indicar que definitivamente este año no valdrán las medias tintas.

El Festival está resurgiendo de tal forma, que famosos eurovisivos de todos los tiempos se apuntan como uno más a participar en las preselecciones nacionales de sus respectivos países. ¿Quién iba a decirnos hace diez años, que en el 2006 cantantes como Carola, Kikki Danielsson o Barbara Dex aspirarían a participar de nuevo?

Ya el año pasado, la maltesa Chiara y la ganadora Helena, se arriesgaron a intentarlo de nuevo, incluso habiendo conseguido el podio en sus participaciones precedentes. También Gina G y Katrina lo intentaron por el Reino Unido. Pero es que este año, la cosa no queda ahí: Roger Pontare (Suecia 1994 & 2000), Sahlene (Estonia 2002), Birgitta Haukdal (Islandia 2003), Vanessa Chinitor (Bélgica 1999), Ines (Estonia 2000), Geir Rønning (Finlandia 2005), Tor Endresen (Noruega 1997), Ich Troje (Polonia 2003), Trine Jepsen (Dinamarca 1999), Fabrizio Faniello (Malta 2001)… …y todavía mejor: La hoy megadiva Anna Vissi (Grecia 1980, Chipre 1982) que aun ostenta la mejor clasificación de Chipre (compartida) 23 años después, y Vicky Leandros, vencedora en 1972 y cuarta clasificada en 1967, con dos canciones que figuran entre las más famosas de la historia del certamen.

Y la lista de famosos continúa. La epidemia ha llegado incluso a nuestras fronteras, y esta semana hemos sabido que las mismísimas Azúcar Moreno intentan participar por España 17 años después de su quinto puesto con la canción “Bandido” con la que saltaron definitivamente a la fama para no bajarse en todo este tiempo.

La competición este año seguro que promete y con famosos o sin ellos, TVE este año más que nunca no debe bajar la guardia. Deberá poner toda la carne en el asador por su parte para que el elegido esté capacitado para dar la talla. Una preselección en condiciones, con una gala atractiva y espectacular desde el punto de vista de la producción, dinámica y con presentadores a la altura de las circunstancias (siempre he dicho que a Beatriz Pecker le vendría este papel que ni pintado) que sepan de lo que hablan, sin matarnos con bloques publicitarios hasta la 1 de la madrugada de un sábado (el día que menos gente hay frente al televisor), y anunciada a bombo y platillo semanas antes de la fecha, creo que sería el marco necesario para que el público pueda elegir en condiciones a su representante.

Con todos los respetos, basta ya de invitar a Karina, Conchita Bautista y compañía. Ya no pega. ¿Hay alguien en España que no sepa todavía la batallita del momento periodistas-camerino de la Bautista, o lo del vestido de Carmen Sevilla? Pasemos página por favor… Una forma de anunciar la preselección días antes, podía ser pasar un trailer rápido con los estribillos de las canciones participantes, y de esta forma matar dos pájaros de un tiro: Anunciar la preselección, y promocionar un poco las canciones entre la audiencia para que les suene previamente de algo.

En esto de organizar buenas galas para las preselecciones, los nórdicos y muchos otros nos llevan años de ventaja. Pues a copiar. Si no copiar, tomemos ideas del Melodifestivalen sueco. ¿Por qué aquí no se puede hacer algo “parecido”? ¿Por qué Suecia tiene que ser la meca de todo esto? Para cuando Suecia ganó con ABBA, nosotros ya llevábamos 2 victorias, y eso que empezamos a participar más tarde.

La SVT ni tiene más medios que TVE, ni más dinero, ni más talento. Quizás más experiencia. Pues algún año tendremos que empezar. No se puede esperar a que sea la audiencia la que reclame algo así. Al contrario, es TVE quien debe arrastrar al público.

Ahora que en TVE están de aniversarios, ¿cuál ha sido en estos 50 años de TVE el programa más visto de la historia de la televisión en España? El Festival de Eurovisión de 2002, el año de Rosa. ¿Acaso de repente toda España se volvió Eurofan para dejar de serlo en solo un año? No. La audiencia respondió al fenómeno de Rosa, pero fue TVE quien tiró del carro para ganarse a la audiencia, y no al revés. Luego está claro que el público responde.

Los 18 millones de audiencia del 2002 son muy difíciles de repetir. Pero si no son 18, que sean 10. Ahora estamos en 5 ó 6, luego hay mucho margen para estimular al público. Demos un voto de confianza a TVE para que poco a poco tambien ellos aprendan de errores anteriores, y seguro que este año habrán tomado nota de los fallos del año pasado, que dieron como resultado una gala mediocre para los fans, y escasa de interés para el público en general, que al fin y al cabo son los más.

¿Prioridad a los cantantes consolidados o damos la oportunidad a los noveles? En mi opinión ni una ni otra. Se puede hacer una preselección mezclando a unos y a otros, y que gane el mejor. Si los famosos parten generalmente con más posibilidades, pues que vayan ellos. En ese caso a los noveles el simple hecho de haber competido en una misma gala junto a los mejores del panorama musical, ya les habrá servido de lanzamiento.

Creo que sería un error empeñarse en enviar sólo cantantes noveles con el argumento de lanzarlos, como sería un error dar preferencia a ciegas a cualquier famoso. En el primer caso, porque el resto de países empiezan a enviar a lo mejorcito que tienen, lo que supone un handicap insuperable para un novato, que acaba volviendo a España peor de lo que se fue, y porque no se puede empezar la casa por el tejado y querer lanzar en Europa a alguien que todavía no se ha comido un rosco en su propio país.

Y en el segundo caso, porque podemos vernos cegados por su condición de famosos y descuidar la canción en sí, con lo cual estamos en las mismas. Por eso, soy partidario de que a Eurovisión vaya quien se lo gane con su canción, sea famoso o novel. Es evidente, que después de haber relegado a Eurovisión a “La2” durante años, y del desprecio mediático que ha venido sufriendo, en España el público en general no tiene todavía demasiada cultura eurovisiva a la hora de elegir mediante televoto a su representante, razón por la cual puede que aún debamos sufrir unos cuantos años de decepciones en Eurovisión, e incluso le lleven a TVE a plantearse si todo eso de la preselección televisada merece la pena.

Pero solo es cuestión de tiempo hasta que el público vaya aprendiendo de sus errores. En esto en España estamos todavía en pañales mientras otros países llevan lustros organizando preselecciones. Además, estamos pagando ahora todo aquello de “Eurovisión es una horterada” que tanto se repetía en los años ’80, y no se puede cambiar a todo el país a la idea contraria en un tris. Empecemos nosotros por no enviar horteradas.

Mientras lo merezca, en Eurovisión puede ganar todo tipo de canción, sea balada, pop-rock, new age o folk, como lo demuestra la historia. Canciones en inglés, en idiomas mayoritarios, en idiomas minoritarios, en idiomas propios, o en idiomas inventados como los belgas.

Así que vayamos quitándonos las ideas preconcebidas y elijamos lo que sea pero de calidad. Y crucemos los dedos, que cada vez falta menos.

¡Hasta la próxima columna!

MIKI-ZAZPIKI (28-1-2006)

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