Escribo esta columna tan sólo minutos después de haber terminado la gala en la que hemos elegido entre todos la canción con la que Pastora Soler va a representar a España en Baku. Por eso, me vais a perdonar si los argumentos son algo apresurados y el estilo no demasiado ortodoxo pero trataré de hacerlo lo mejor posible.

Desde la elección de esta sevillana como representante española, se ha obrado uno de los grandes milagros dentro del mundo de los seguidores del Festival. Por primera vez en décadas, muy pocos se han posicionado en contra de esta elección interna de TVE y sólo nos faltaba por conocer la canción que iba a interpretar en el escenario eurovisivo.

La gala que hemos presenciado en televisión, se ha convertido en una especie de homenaje a esa mujer que, como muchos han resaltado, ha tenido la valentía de aceptar el reto euro visivo y aunque no soy de los que piensa que se juegue su carrera musical ni mucho menos en Baku, es cierto que no todos los artistas españoles están dispuestos a imitarla.

Es verdad que acostumbrados a las preselecciones al uso, tipo Melodifestivalen, la de anoche le pudo resultar pesada a muchos que, en realidad, lo que querían es saber cuanto antes cuál de las tres canciones seleccionadas, resultaría elegida. Es cierto que se han producido momentos de desconcierto evidentes por parte de Anne Igartiburu pero que se han resuelto con la profesionalidad que le caracteriza. Para criticarla, hay que saber exactamente qué ha generado esas dudas, un programa en directo está lleno de imprevistos y la labor de un presentador es salir de ellos como pueda aunque a veces te dejen absolutamente vendidos, como ella misma comentó en alguno de los momentos.

Está claro que la gala de anoche era otra cosa, cubrir dos horas de televisión con tan sólo tres canciones es complicado y quizás hemos echado en falta referencias menos manidas a Eurovisión. Algunos incluso querrían un mayor repaso a la historia del festival o incluso a las canciones que serán rivales de «Quédate Conmigo», pero creo que el atractivo para un artista de aceptar una propuesta como ésta, es encontrar programas dedicados a ellos fundamentalmente. Se pudo hacer con más acierto pero estoy seguro que a Bustamante o Malú les gustaría tener un programa similar para ellos y eso constituy un atractivo más para futuras representaciones.

Ya he leído comentarios más duros sobre la gala que respeto pero no comparto porque creo que tenemos el chip un poco cambiado sobre el tipo de programa que TVE ha querido hacer y el que nosotros, o más bien alguno de vosotros, esperaba. Hay un dato positivo dentro de todo esto y ha sido la interesante presencia de los eurofans en la gala. Siempre nos hemos quejado de la falta de atención a nuestro colectivo y en el programa de esta noche, hemos tenido una representación de alguno de los seguidores más experimentados en este mundillo, como Victor Escudero, Santana, Juanma y Sandy (guapísima por cierto).

Me parece que ha sido una especie de reconciliación la que se ha escenificado entre TVE y los eurofans que ha tenido su culminación con el resultado final que coincidía plenamente con la postura mayoritaria de este colectivo.

En cuanto a las canciones, muchos me habéis preguntado estos días por mi opinión y yo siempre dije lo mismo. Quería esperar a la gala porque, a priori, la canción «Quédate Conmigo» me parecía la más impactante pero los dos primeros minutos me parecen un tanto monótonos. Cierto es que la canción en sí es un cúmulo de topicazos, de balada épica que me parece muy poco original. Pero igualmente es real lo que Óscar Gómez, uno de los jurados comentó, y es que llevamos a una cantante que consigue emocionar con una canción que interpretada por cualquier otra quedaría sosa o sobreactuada y chillona.

Lo mejor de Pastora Soler es que es capaz de emocionar y eso lo demostró anoche con esta canción. Todos sabemos que transmitir cualquier clase de emoción en Eurovisión es un elemento fundamental para situarse en buenas posiciones al final de las votaciones.

Como muchos de los seguidores de Eurovisión le ponen mucha pasión a todo, ya he leído comentarios exultantes de alguno de vosotros anunciando ya nuestra victoria y un hipotético festival en nuestro país el año próximo. Tranquilos, chicos, no creo que debamos ponernos un listón o darle importancia al resultado.

Es verdad que casi todos los años, una balada acaba en el Top 5 de la clasificación, es cierto que llevamos a una gran representante, a una mujer de gran trayectoria que se crece en el escenario. Todo eso es verdad y con todo eso es con lo que yo me quedo. Ahora que los europeos nos sitúen en el puesto 4, 12 o 23, sinceramente a mí me parece lo de menos. A todos nos gusta ganar pero nos debería gustar más la posibilidad de sentirnos orgullosos de nuestra representante aunque no cautive a los europeos.

A mí personalmente, y tras escuchar las tres canciones en directo, me parece que «Ahora o Nunca» se quedaba absolutamente descafeinada después de escuchar la canción elegida y «Tu vida es tu vida» me parecía también una buena elección aunque creo que notamos todos cómo Pastora la cantó correctamente pero sólo eso.

CRÍTICAS SIN SENTIDO

Fuera de la gala, esa pasión que muchos ponen en el Festival, ha llevado a una serie de criticas que para mi gusto tienen poco o ningún sentido. Desde esos conspiranoicos que pensaban que TVE apostaba por otra canción hasta los que pusieron de vuelta y media a Sole Gimenez por adoptar el año pasado una decisión que no gustó a muchos. Sinceramente me parece una falta de respeto tal a otra artista con una trayectoria profesional que ya quisieran muchos. He llegado a leer que a Sole Giménez le importaba un carajo Eurovisión como si eso fuera un delito y la inhabilitara para juzgar música.

¡Cuántas veces he leído: «yo que llevo 20 años siguiendo el Festival, apuesto por…» Parece que ese carné de seguidor, nos da una completa autoridad para decidir y eso me temo que no es cierto. ¿Cuántas veces se ha demostrado que los gustos eurofans no tienen nada que ver con el resultado final euro visivo? Muchas, casi todas, diría yo. Por eso, ni somos mejores ni peores para elegir una canción u otra porque los votantes de mayo son muchos más que los eurofans.

Me han contado que además un ex guionista masculino de alguna anterior gala eurovisiva, se ha pasado la noche despotricando en su Twitter de todo lo que se movía en la tele. Seguro que alguna crítica se puede hacer, como en su momento ya hicimos de aquel show en el que tuvo él algo que ver. Pero me suena a un cierto tufillo a resentimiento todos esos comentarios, sobre todo los mas injustos, los más desproporcionados y los que carecían del sentido del humor que podría ser el fuerte de este personaje, para el que le haga gracia, claro. Yo simplemente le transmito con todos los respetos que Risto Mejide ya hay uno y no creo que necesitemos dos en este país. Además para ser Risto Mejide, hay que valer y algunos no valen.

En resumen, este año no hay excusa, llevamos la canción que querían la mayoría de eurofans, una gran cantante y veremos qué ocurre en Baku.