2011, EL AÑO DE LAS GRANDES SORPRESAS

Bueno, amigos, ya ha terminado una nueva edición del Festival de Eurovisión que se ha celebrado en Alemania con una brillantez que pocos podíamos prever cuando ibamos conociendo las canciones, surgidas de las distintas preselecciones. Por encima de que el resultado nos haya gustado más o nos haya gustado menos, hemos visto una gala dinámica, […]
Publicado el día 03 de diciembre de 2020
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2011, EL AÑO DE LAS GRANDES SORPRESAS

Bueno, amigos, ya ha terminado una nueva edición del Festival de Eurovisión que se ha celebrado en Alemania con una brillantez que pocos podíamos prever cuando ibamos conociendo las canciones, surgidas de las distintas preselecciones. Por encima de que el resultado nos haya gustado más o nos haya gustado menos, hemos visto una gala dinámica, con una gran variedad de estilos, con gran profesionalidad por parte de los participantes.

Muy pocos podían asegurar que Azerbaiyán se iba a alzar con el triunfo. Yo mismo les incluí en mi top 10, me resulta una canción agradable y en los comentarios de la web durante la gala, dije que me habían gustado más que en la semifinal donde no estuvieron finos en la interpretación. Lo bueno es que este país ha perseguido el triunfo, como lo hizo en su momento Rusia, y ya lo han logrado. Baku será nuestro siguiente destino eurovisivo, un poco lejano pero atractivo por lo exótico para nosotros.

Ya sé que muchos aludirán a los votos vecinales una vez más, al imperio de los países del Este, etc pero no nos quejaremos de los doce votos que nos dieron franceses y portugueses que nos salvaron de quedar los últimos. Incluso he oido las quejas de Chenoa porque Italia no nos dió ni un sólo punto.

El nuevo sistema de sortear la posición de los países en la votación, ha garantizado emoción a raudales hasta el final puesto que la victoria azerí ha sido clara y podía habernos chafado ese momento con cualquier otro orden. Ha sido, por tanto, un acierto de la UER que añade mayor expectación a uno de los momentos de por sí cumbres del Festival.

Ya entrando en los resultados, debo reconocer que lo único que celebro con alborozo es la segunda posición de Italia, una de esas canciones despreciadas por muchos eurofans porque supuestamente no es para el Festival. He llegado a leer comentarios que decían que se notaba la ausencia de este pais en Eurovisión. Se ha demostrado que los votantes del Festival son muchos más que los eurofans en sí y canciones de géneros poco atractivos para sus seguidores pueden triunfar. ¿Quién decía que el jazz no podía hacer un gran papel?

Menos me gustan otros clasificados en la zona alta. Muchos me habéis reprochado que en la anterior columna, no comentase algo sobre Suecia. Queda claro que yo no comento todas las canciones, sólo las que considero mejor y lo siento pero Eric Saade y su Popular no entraba en ese grupo. ¡Qué le voy a hacer!

Batacazo de los favoritos

Todos los años asistimos a grandes fiascos de los grandes favoritos pero muy pocos años como éste ha habido una conjura tan general. Las grandes estrellas de ese festival Blue ya habían levantado dudas sobre la posibilidad de que ganaran, aunque confieso que hasta el comienzo de las votaciones seguía postando por ellos.

Su actuación en lineas generales ha sido algo mejor que los ensayos pero quizás no han terminado de ajustar las voces en algunos momentos. No diría que ha sido una interpretación horrorosa pero les hemos visto mejores en los días previos al festival.

Una de las peores actuaciones de la noche ha sido, sin duda, la de Amaury Vassili, el tenor francés que llevaba en los primeros puestos, por no decir el primero, desde que se conoció su elección. La primera parte de la canción hasta el estribillo ha estado completamente desafinado, no es sólo que se bajase medio tono la canción es que no estaba en el tono. Es muy raro que un tenor falle de una manera tan clamorosa pero quizás el papel de favorito le provocó esa inseguridad. Y con ello, el mal resultado.

También ha sufrido un batacazo sonoro Estonia que perdió fuerza tras los ensayos pero se mantuvo entre los cinco favoritos en las casas de apuestas. Al final se hundió terriblemente en la clasificación, incluso por debajo de España que estaba en las apuestas muchísimo peor.

Tampoco los gemelos Jedward han obtenido el resultado que las apuestas de pago preveían tras ver sus ensayos. Es verdad que de los favoritos, es el que mejor ha resistido el tirón y ha quedado en un honroso top 10 pero claro, después de aspirar a los tres primeros puestos quizás les sepa a poco

Top 10

Vuelvo a insistir que en mi opinión brilla especialmente el segundo puesto de Italia que ya he comentado. Si ha sido sorprendente la victoria azerí, lo es también la presencia de Ucrania por la que pocos apostaban, tras haber renunciado a Jamala. Yo incluí a Mika Newton en mi top 10 pero no me esperaba esa cuarta posición si soy sincero. Desde luego esta balada ha ensombrecido a otras, como la austriaca, la eslovena o la lituana. Siempre suele quedar una canción de este estilo en los primeros y no el resto.

Más sorpresas si vemos la posición de Grecia que parece abonada al top 10, incluso cuando llevan una canción tan extraña para muchos. Eso sí, quizás se pueda explicar en el gran espectáculo que siempre brindan los helenos y 2011 no ha sido una excepción.

Sí era una de mis favoritas la canción de Bosnia-Herzegovina y me alegra que hayan conseguido un sexto puesto, el mismo que Dino Merlín ya logró en su anterior participación en el Festival. Parece que este hombre es una garantía de éxito para su país.

El rock de nuevo tuvo su presencia en los puestos altos gracias, en esta ocasión, a Georgia. A mí me gustaba esta canción y también les coloqué en ese top 10 al igual que a Lena que creo que se puede sentir orgullosa de haber encumbrado otra de esas canciones difíciles a esos primeros puestos, por delante de los favoritísimos Blue.

Cabe subrayar la presencia de dos países del Big Five entre los diez primeros y un tercero, el Reino Unido que se quedó a las puertas de esa barrera. En parte, es una buena noticia pero sabe a poco cuando teníamos a británicos y franceses como firmes candidatos al triunfo. Espero que les sirva de acicate y no les desmotive para futuras ocasiones.

¿Y qué decir de España?

El resultado de España se puede titular como la crónica de una muerte anunciada. Tan sólo los doce votos que nos dieron franceses y portugueses enmascara un resultado que podía haber sido aún peor pero tampoco demasiado. Hemos quedado el 23 de 25 así que peor ya hubiera sido el último puesto.

En este punto quiero dejar clara una cosa. Quiero felicitar a Lucía Pérez porque ha trabajado duro, ha demostrado un gran entusiasmo, ha puesto siempre buena cara aunque ya muchos vaticinaban el resultado. Además la felicito de todo corazón porque en el escenario, lo mejor de España fue ella, tuvo una actuación brillante, con una coreografía que a mí me gusto a pesar de las críticas. Creo que el trabajo de nuestra gallega, unido al de Lola González y a los bailarines, ha permitido sacar petróleo de una canción de baja calidad, antigua y poco digna de representar a la música que se hace en España.

La simpatía de Lucía ha logrado esos puntos que nos han librado de ese último puesto que si somos sinceros con nosotros mismos, era más que merecido por llevar una canción de ese estilo. Yo me quito el sombrero ante ella, al tiempo que me averguenzo de lo músicos de este país que en su ignorancia supina, no se dan cuenta de que esa es la imagen que queda de nuestra música ante 150 millones de europeos, australianos, etc

Por supuesto que no libro del desastre a TVE cuyo equipo ha conseguido un palmarés bochornoso en los últimos años. Quiero señalar con el dedo especialmente a Lola Molina, directora de Programación y Contenidos de TVE que es la responsable de una preselección en la que nos hemos tirado semanas esperando la llamada de un cantante famoso para participar en un festival sin tener las garantías de llevar una canción adecuada. Representar a España en cualquier certamen requiere de mucho trabajo y tengo la impresión de que aquí vamos a lo fácil, a conformarnos con cuatro pseudo compositores en lugar de convencer a los grandes para este reto.

Ya sé que puede sonar duro pero es lo que pienso. Esperar a que algún cantante famoso llame por teléfono causa risa y hasta sonrrojo. Espero que aprendamos la lección y nos pongamos las pilas para el próximo año, aunque soy pesimista porque siempre decimos lo mismo y nunca vemos resultados. Conste que a mi me importa menos la posición. Prefiero quedar 24 con una canción como la de Estonia, moderna que el 23 con algo que no represente a la música que se hace en España.

Estas son las primeras conclusiones y seguramente podremos analizar más en los próximos días.

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