Las delegaciones de Bulgaria, Chipre, Grecia, Malta y Moldavia han viajado este fin de semana a la capital de Bulgaria, Sofía, para grabar sus actuaciones de back up para Eurovisión 2021. Tal y como ya adelantó la UER, todos los países deben tener obligatoriamente esta grabación para garantizar que el festival pueda celebrarse en el caso de que exista cualquier circunstancia imprevista debido a la situación sanitaria en la que se encuentra el mundo actualmente.

Asimismo, estas actuaciones deben asemejarse en la medida de lo posible a cómo serían en el escenario de Róterdam por si se necesitasen para llevar a cabo el show. Victoria (Bulgaria), Elena Tsagrinou (Chipre), Stefania (Grecia), Destiny (Malta) y Natalia Gordienko (Moldavia) se han trasladado hasta un estudio en Sofía, donde pudieron ensayar la actuación antes de grabar el directo bajo la supervisión de un responsable de la UER.

Con esta iniciativa, la interacción entre representantes ha sido posible, ya que uno de los efectos secundarios que tuvo la cancelación de la edición pasada fue que los artistas no pudieron reunirse e intercambiar ideas. Así, se ha intentado llenar ese vacío con las medidas de seguridad adecuadas en estas grabaciones. De hecho, la representante búlgara se ha mostrado muy emocionada por conocer a sus homólogos de otros países. “2020 fue un año difícil porque no pudimos trabajar juntos, así que estoy muy feliz por conocerlos. Estoy segura de que lo pasaremos muy bien juntos”, ha reconocido.

Por su parte, Genoveva Christova, del equipo de Bulgaria, ha asegurado estar muy satisfecha porque Sofía sea parte de este proceso. “Bulgaria ya es un centro importante para proyectos cinematográficos y musicales. Ahora queremos demostrar que podemos celebrar eventos de televisión en vivo a gran escala. Agradecemos mucho a las cuatro delegaciones por confiar en nosotros”, ha afirmado.