En la entrada anterior del blog estudiamos las difíciles relaciones que existían entre Grecia y Turquía a lo largo de la historia, pero no tratamos uno de los mayores focos de conflicto entre ambos países: Chipre.
Desde hace cientos de años, en esta isla coexistían la población de origen griego (78%) con la de origen turco (18%). Cuando se disolvió el Imperio Otomano en 1914, Chipre pasó a ser una colonia del Reino Unido. Coloquialmente, fue conocida entre la armada británica como su «portaaviones insumergible» de Oriente Medio. Por supuesto, ello conllevó tensiones entre las diversas comunidades de la isla. Por una parte, se inició la demanda chipriota por la autodeterminación que, con el paso del tiempo, evolucionó hacia un conflicto entre los dos grupos mayoritarios de la población. Mientras algunos partidos políticos y líderes sociales y religiosos grecochipriotas defendían la Ένωσις (Enosis), es decir, la unión de Chipre con Grecia, otros líderes turcos defendían la partición de la isla, la Taksim. Sin embargo, esta última opción no era viable, dado que la población turca no era mayoritaria en ningún territorio geográficamente contiguo, como podemos observar en el siguiente mapa del año en el que Chipre accedió a la independencia.
Las tensiones entre ambos grupos de población mayoritarios eran muy frecuentes. En 1950 se realizó un referéndum sobre la enosis, ganado con más del 90% de los votos, pero no aprobado porque sólo participaron los grecochipriotas. Finalmente, tras muchas discusiones sobre cuál debía ser el estatus de la isla, el Reino Unido le concedió la independencia en 1960.
Nada sería fácil en el pequeño estado desde entonces. Se intentó pactar un sistema de gobierno con un presidente grecochipriota y un vicepresidente turcochipriota, ambos con poderes de veto, y un parlamento y gobierno en el que el 30% de los cargos se reservarían a la comunidad turcochipriota. La fricciones surgieron en el día a día, hasta un levantamiento de la población grecochipriota en 1963 que llevó a la llegada de los cascos azules de la ONU al año siguiente.
Posteriormente hubo cuatro rondas de negociaciones internacionales para intentar dotar al país de una estructura institucional estable en la que todos los habitantes se sintieran representados. No tuvieron éxito. El golpe de estado en Grecia en 1974 fue usado como argumento por parte de Turquía para invadir militarmente el norte de la isla en la llamada Operación Attila que se prolongó por dos meses y llevó a un desplazamiento forzado de gran parte de la población. Como hemos visto en el mapa anterior, en 1974, los turcochipriotas representaban aproximadamente el 18% del censo y poseían el 10% de las tierras del país. Tras la invasión, la zona ocupada por el ejército turco llegó al 36% del territorio.
Si lo comparáramos con el mapa de España, la invasión sería equivalente a todo el norte de la península, dividiendo en dos Madrid, y ocupando la siguiente ciudad más poblada y motor económico, Barcelona.
La invasión se produjo en dos oleadas y en la segunda se llegó a ocupar la joya de la corona chipriota, la ciudad de Famagusta, centro del turismo internacional, y cuyo distrito hotelero Varosha continúa abandonado hoy en día. En el siguiente vídeo se puede observar la devastación de la que en otra época fuera el destino preferido de estrellas internacionales como Elizabeth Taylor, Richard Burton, Raquel Welch o Brigitte Bardot.
Varosha, el juguete roto de Chipre
Nicosia se mantiene en 2021 como la última ciudad dividida por un muro en Europa. En la vista aérea se puede apreciar la continuidad de la ciudad y, en el mapa, cómo se dividió, incluyendo incluso el antiguo recinto amurallado.
Por supuesto han habido varios intentos de reunificar Chipre pero, hasta el momento, no han dado sus frutos. La invasión turca se produjo hace casi 50 años y, hoy en día, todavía hay muchas personas que la vivieron y sus descendientes reclaman poder volver a sus hogares en el norte. Sin embargo, estas casas y tierras están ahora ocupados por turcochipriotas que, incluso procediendo de la Turquía continental, actualmente son la primera o incluso la segunda generación nacida en la isla.
Para la población chipriota es más fácil cruzar de un territorio a otro. Para los extranjeros, en cambio, no es posible viajar del norte al sur, pues sólo se puede acceder al norte a través de Turquía, y del sur al norte mediante unos pocos pasos habilitados. Para entrar a la zona norte se debe adquirir un visado en un papel aparte, ya que si se sella el pasaporte, significa que se reconoce la RTNC y no se puede volver al sur. Durante el tránsito de una parte a la otra se tiene que atravesar la zona de vigilancia de la ONU ya que, oficialmente, no existe frontera. Por el lado grecochipriota vigilan los soldados de la ONU y, por el norte, los soldados turcos.
El norte se autoproclamó en 1983 como la República Turca del Norte de Chipre, país que tan sólo ha sido reconocido por Turquía. En las siguientes fotos podemos ver la frontera de la calle Ledra, el documento para adquirir un visado y la entrada a la zona norte.
Con el estado dividido y la televisión chipriota representando tan sólo al sur de la isla, el país debutó en Eurovision en 1981 con el grupo Island y la canción Monika, alcanzando una meritoria sexta posición.
1981: Island - Monika
Desde entonces y hasta 1999, año en el que se instauró la libertad de idioma, Chipre cantó siempre en griego, aunque legalmente tanto este como el turco son oficiales en el país. La temática de sus candidaturas nunca incluyó referencias explícitas al conflicto en la isla, aunque sí referencias a la igualdad, como Evridiki en 1994 cantando que «también soy un ser humano», o Hara y Andreas Constantinou en 1997 haciendo referencia a la belleza de su tierra materna, conocida como la cuna de Afrodita, con el que igualaron el mejor resultado chipriota hasta el momento, un quinto puesto, conseguido previamente por Anna Vissi en 1982.
A partir del año 2002, con la libertad de idioma, Chipre siempre ha participado en inglés, a excepción de tres canciones en griego y una en francés con las no superó las semifinales. En cambio, en inglés, sí se clasificaron para la gran final siete de sus nueve candidaturas.
1982: Anna Vissi - Mono i agapi
1994: Evridiki - Ime antropos ki ego
1997: Hara & Andreas Constantinou - Mana mou
Mientras avanzaban sus participaciones en Eurovisión se seguían realizando negociaciones con el objetivo de conseguir la reunificación de la isla. El intento que más cerca llegó fue el Plan Annan que concluyó con un referéndum el 24 de abril de 2004 celebrado de forma separada en las dos comunidades. La participación fue de aproximadamente el 87-88 % en ambas áreas, pero mientras que en el norte fue aprobado por un 65% de los electores, en el sur el rechazo fue del 75%, por lo que no entró en vigor. Si se hubiera aprobado, Chipre se habría convertido en un estado confederal y la población grecochipriota hubiera recuperado una parte de los territorios ocupados, como podemos ver en el siguiente mapa.
Mucho se ha escrito sobre el por qué de ambos resultados. La conclusión generalmente aceptada es que el plan sin duda beneficiaba al norte que acabaría con su aislamiento desde 1974. Sin embargo, los grecochipriotas también rechazaron la igualdad legal que el plan daba a ambos territorios, ya que los turchochipriotas representaban tan solo un 35% de la población y un 25% del PIB de la unión. Además, no se detallaba cómo se financiaría esta reunificación, por lo que el sur dio por hecho que asumiría el coste, ni se ofreció una solución al problema del retorno a sus tierras de origen en el norte. Sí, el mismo problema tenían los turcochipriotas que desearan regresar, pero recordemos que fueron un total de 50.000 personas, muchas de las cuales habían emigrado de la isla al no querer permanecer bajo ocupación turca, y poseían aproximadamente un 5% de las tierras del sur, frente a los 200.000 grecochipriotas que tenían alrededor del 90% del norte. De haberse aprobado, Chipre se habría convertido en una república confederal y hubiera adoptado una nueva bandera.
Una semana después del fallido referéndum, el 1 de mayo de 2004, Chipre se incorporó a la Unión Europea, pero solo con el control del sur de su territorio. El gobierno chipriota tampoco solicitó que el turco fuera idioma oficial de la Unión, a pesar de serlo en la República de Chipre.
Y el 15 de mayo de ese mismo año se celebró la 49ª edición de Eurovisión en… Estambul. Chipre estuvo representada por la jovencísima Lisa Andreas, de padre inglés y madre chipriota, y la poderosa balada Stronger Every Minute con la que de nuevo se alzó a la quinta plaza y, además, por primera y única vez, recibió puntos de Turquía en una final, aunque sólo fuera un único voto.
2004: Lisa Andreas - Stronger Every Minute
También es cierto que los chipriotas hayan dado muchos puntos a Turquía, pues solo los han votado en dos ocasiones, en 2003, año del triunfo de Sertab Erener, y precisamente en 2004, cuando siendo anfitriona fue cuarta con Athena.
Turquía 2004: Athena - For Real
Esta falta de votos de Chipre a Turquía resulta más comprensible, ya que la emisora chipriota, la CyBC, tan sólo representa al sur de la isla, la comunidad grecochipriota. Turquía, sin embargo, comenzó a votar de forma más o menos regular a Grecia a partir de 2001, pero no a Chipre, salvo la excepción anterior.
La relación de amor eurovisivo entre Chipre y Grecia queda reflejada en las 32 (de 41) ediciones que los primeros han votado a los segundos, incluyendo 25 doces. Los chipriotas, a cambio, han recibido puntos de sus vecinos griegos en 28 (de 37) participaciones, 18 de ellas, doces. En ningún caso han cambiado los patrones entre ambos con o sin libertad de idioma. La última vez hasta la fecha que Chipre se presentó en griego en el festival fue en 2013 con An me thimasai de Despina Olympiou.
2013: Despina Oympiou - An me thimasai
2011: Christos Mylordos - San aggelos s'agapisa
Entre los años 2015 y 2017 se realizaron nuevas negociaciones entre ambas comunidades, pero no concluyeron con éxito. El crecimiento demográfico del norte aleja cada vez más la esperanza de la reunificación. Aunque resulta muy difícil dar cifras exactas, en 2017, la población es de aproximadamente 330.000 personas, 190.000 con nacionalidad turcochipriota, y de estos, la mitad son descendientes de la población original de la isla y la otra mitad inmigrantes turcos. Otras 125.000 personas tienen nacionalidad turca, incluyendo 30.000 soldados (y sus familias) desplazados a la isla.
Una encuesta realizada en el año 2014 ya nos muestra que las expectativas de la reunificación cada vez son más difíciles en la isla
El tiempo va consolidando un status quo que cada vez será más difícil de modificar. El norte se encuentra en una situación más complicada, ya que tan sólo mantiene relaciones con Turquía, país a través del cual se producen todas las entradas y salidas de su territorio y todo su comercio internacional desde 1974. Como en ocasiones una imagen vale más que 1.000 palabras, podemos ver una foto de Nicosia, la última ciudad dividida de Europa, donde se aprecia claramente el muro que delimita la parte chipriota a la izquierda y la «tierra de nadie», la zona de separación entre las dos comunidades controlada por la ONU, a la derecha, completamente en ruinas.
Mientras, unos chipriotas probablemente nacidos después de la invasión turca para los que la ocupación de su ciudad ya forma parte de su vida cotidiana, toman su café o su cerveza despreocupadamente en una de las tantas calles sin salida que dan al muro de contención de Nicosia.
Hay pocos factores para suponer que Eurovisión haya supuesto un acercamiento entre Chipre y Turquía. Más bien al contrario, reflejando sus frías relaciones. Tampoco parece haber contribuido a la mejora de la convivencia entre el norte y el sur de la isla.
Chipre es, además, el país más con más participaciones en el festival sin haberlo ganado nunca, pero no podemos acabar el artículo sin mencionar precisamente su mejor resultado histórico, la medalla de plata de Eleni Foureira y su Fuego en el festival de Lisboa. Canción a la que, por supuesto, le llovieron los 12 puntos de Grecia. Un año después y a tan solo 360 kilómetros de distancia, le sucedería Tamta con Replay, mientras que El diablo de la griega Elena Tsagrinou ha sido su último representante.