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Escenario del Melodifestivalen 2018

Melodifestivalen 2018 ¡Ataque al corazón!

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Si los números cantaran

Melodifestivalen 2018 ¡Ataque al corazón!

Escrito por Jesús Manuel Rodrigo Céspedes

27 de enero de 2018


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Justo hoy, cuando faltan 100 días para el arranque de Eurovisión, queda una semana para que la preselección más emblemática de la temporada pre-eurovisiva. Los suecos se preparan para elegir a su representante en Lisboa a través de esa superproducción que es el Melodifestivalen. Después de la renovación del formato en cuatro semifinales de siete canciones y una final de doce participantes el concurso apenas ha variado. Sin embargo, parece que el sistema de votación no convence y que los nummer están desafinando…

 

ASÍ FUNCIONA LA FINAL DE MELODIFESTIVALEN

Antes de entrar en materia siempre hay que conocer de donde empezamos. En los tres últimos años, de 2015 a 2017, la final del Melodifestivalen se compone de doce canciones: las dos más votadas por el público en las cuatro semifinales y las cuatro ganadoras de los duelos del Andra Chansen.

Una vez interpretadas, el proceso para elegir a la ganadora se divide en dos fases. En primer lugar votan los 11 jurados internacionales, personalidades de cada uno de los países invitados y que otorgan 1, 2, 4, 6, 8, 10 y 12 puntos a sus favoritas. En total estos jurados otorgan 473 puntos (43 x 11).

Al público, que puede votar desde el inicio del programa, se le conceden algunos minutos más para votar después de que hayan votado los jurados. Es decir, el público puede decidir su voto en función de cómo han votado los jurados.

El televoto sigue un formato distinto al de los jurados. Para cada canción se calcula el porcentaje de votos obtenido sobre el total de votos emitidos. Según sea la proporción se repartirán un total de 473 puntos, los mismos que el jurado. Por ejemplo, en la final de 2017 Nano recibió un total de 1.627.843 votos. En total se recibieron en esa final del Melodifestivalen 13.566.778 votos. Por tanto, Nano se hizo con el 12% de los votos. El 12% de 473 son 57 y esa fue la cantidad de puntos que recibió del televoto.

Al final, los puntos que otorga el público se suman a los dados por el jurado y de ahí se proclama al ganador. En estos tres últimos años ambas partes solo han coincidido en la abrumadora victoria de Måns Zelmerlöw en 2015. En cambio, jurado y público discreparon en 2016 con Oscar Zia y Frans y en 2017 con Robin Bengtsson y Nano, respectivamente. En 2016 el público hizo ganador a su favorito y en 2017 el jurado consiguió imponer su criterio. Así que en cuanto a ganadores la balanza jurado-televoto está equilibrada.

LOS CAMBIOS EN EL JURADO PARA EL 2018

Acabamos de ver el sistema de los tres últimos años. Sin embargo, para la edición que está por venir se cambiará la votación del jurado. En vez de votar como decíamos más arriba votarán al estilo Eurovisión (puedes leer la noticia completa aquí). Consecuencias de esto: habrá más discriminación en las puntuaciones, antes cinco de ellas quedaban a cero puntos, o sea, al mismo nivel. En cambio, ahora solo dos se quedarán sin puntos y todas las demás se ordenan. Los puntos por posición también se ven afectados. Por ejemplo, la cuarta canción antes recibía 6 puntos y ahora recibirá 7 puntos. Las diferencias podéis verlas en la siguiente tabla:

ClasificaciónJurados
(antes)
Jurados
(ahora)
Diferencia
12120
10100
880
67+1
46+2
25+3
14+3
03+3
02+2
10º01+1
11º000
12º000

Es importante señalar que las mayores variaciones en las puntuaciones se dan en la zona media de la tabla, que ahora pasarán a recibir más puntos. En concreto, las seis primeras reciben 6 puntos más mientras que las seis últimas reciben 9 puntos adicionales. Por lo general, con las mejores canciones suele haber más consenso, por tanto, se repartirán siempre las mejores puntuaciones. Sin embargo, las posiciones tienden a ser más dispersas con las peores canciones y oscilarán más en las clasificaciones de cada jurado. Es decir, al final esos incrementos con el nuevo sistema corren el riesgo de diluirse entre los puestos medios y bajos, mientras que las mejores podrían conseguir un ligero incremento. No podemos hacer ninguna simulación de esto porque desconocemos las clasificaciones completas de los jurados, pero será interesante hacerlo cuando tengamos los resultados de 2018.

LA APLICACIÓN: CUANDO SUMAR ES MENOS

Una de las razones por las que se introduce este cambio en el jurado es porque consideran que el jurado tiene un mayor peso a pesar de que ambos aportan el mismo número de puntos. Quizá deberíamos replantear la pregunta. ¿No será que el televoto no tiene el peso suficiente?

Un sistema de votación o de valoración efectivo es aquel que discrimina, aquel que nos sirve para ver qué opciones están por encima de otras y cuáles por debajo. Un buen indicador es el rango entre la máxima puntuación obtenida y la mínima. En 2015, esta diferencia fue de 162 puntos, en 2016 40 puntos y en 2017 27 puntos. En el caso de los jurados estas diferencias fueron 112, 89 y 95 puntos. Es decir, los jurados han tenido unos rangos similares en estos tres años, en cambio, el televoto efectivamente ha perdido poder de decisión en los dos últimos años.

AñoMáxima Puntuación JuradoMínima Puntuación JuradoDiferenciaMáxima Puntuación TelevotoMínima Puntuación TelevotoDiferencia
2015122101121664162
201689089682840
201796195573027

Casualidad o no, lo cierto es que en 2016 se introdujo la votación por aplicación, que permite votar gratis hasta 5 veces por cada participante. Combinar la palabra “gratis” y “5 veces”, ha llevado a que la cantidad de votos emitidos en la final por la audiencia subiera del millón y medio de 2015 a los 13 millones en las finales de estos dos últimos años.

Seguro recordarás que en la pasada entrada sobre el voto internacional en el JESC 2017 también se usaba un sistema que permitía votar por varias canciones. Y también el resultado final de este sistema era poco discriminante. Es decir, que la gente pueda votar tan gratuitamente por varias opciones lleva a un reparto más igualado de los votos y con ello, a un reparto más similar de los puntos.

La gran cantidad de votos puede ser un agravante de esta situación, pero no una consecuencia directa. Veámoslo con el siguiente ejemplo. Tenemos un concurso en el que A ha recibido 50 votos, la canción B 30 y C, 20. Si este televoto repartiera 10 puntos, A se llevaría 5, B se llevaría 3 y C sólo conseguiría 2. Ahora supongamos que por la aplicación cada canción ha sumado 30 votos cada una, de forma que A suma 80 (50 + 30), B tiene 60 y C, 50. En este caso, si ambas tienen que repartirse ahora los 10 puntos, ahora A sumaría 4 puntos, B seguiría con 3 y C llegaría a los 3. En definitiva, los puntos se han concentrado.

Canción
SMS/Llamadas
Porcentaje
Conversión a puntos
Votos extras por la app
(reparto equitativo)
SMS/Llamadas + App
Porcentaje
Conversión a puntos
A
50
50%
5
+30
80
42%
4,21 -> 4
B
30
30%
3
+30
60
32%
3,16 -> 3
C
20
20%
2
+30
50
26%
2,63 -> 3
Total
100
100%
10
+90
190
100%
10

Otros pueden pensar que los votos de la app deberían ir ligados al éxito que ya ha tenido en el resto del televoto. Es decir, los 90 votos de la app se añadirían en proporción al 50-30-20, de forma que mantendrían la estructura de puntos 5-3-2.

CanciónSMS/LlamadasPorcentajeConversión a puntosVotos extras por la app
(reparto proporcional)
SMS/Llamadas + AppPorcentajeConversión a puntos
A5050%5+459550%5
B3030%3+275730%3
C2020%2+183820%2
Total100100%10+90175100%10

Estas dos situaciones son extremos. Si el reparto es igual para cada una, los puntos que se reparten van a tender a ser iguales cuanto más se vote por la app y por tanto, el televoto será nulamente discriminante. Si el reparto es en proporción al éxito de cada canción, la proporción se mantiene y el sistema es igualmente discriminante (ojo, se mantiene, no mejora la discriminación).

Lo más seguro es que en la realidad se dé una situación intermedia a estos dos extremos. En consecuencia, el televoto se encuentra entre ser igualmente discriminante que antes o serlo nulamente. Cualquier situación intermedia, por tanto, deja al televoto en una posición menos discriminante que antes. En definitiva este sistema de voto por app está restando discriminación al televoto y con ello peso frente al jurado.

Cuesta pensar que los productores de un evento tan importante como el Melodifestivalen, donde todo está calculado al milímetro, no se hayan dado cuenta de esto. Tenemos que valorar también las oportunidades que ofrece la app, como la participación en directo, compartir nuestros gustos con los demás, la predicción del ganador… e incluso el drama que genera.

En resumen, en vez de poner el foco en el jurado, quizá sea el momento de que en el Melodifestivalen le den un repaso al televoto para que vuelva a recuperar la emoción que empieza a echar en falta. Una solución sencilla podría ser convertir ambos resultados, los de jurados y televoto, en votaciones estilo eurovisión y sumarlas al final. Pero seguro que ellos pueden encontrar alguna con más magia… que no con más corazón.

Gracias por acompañarme en esta reflexión sobre el Melodifestivalen. Ahora te toca a ti opinar. ¿Crees que el jurado y el televoto están descompensados? ¿Se te ocurre alguna solución para solventar este dilema? ¿Te gustaría un sistema así en España? ¡Qué os aproveche el melfest 2018!

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