Blanca Paloma lanzará su flecha vestida de arquera para enamorar a Europa. Con una versión diferente a la que vistió en el Benidorm Fest, la representante española reforzará su identidad sobre el escenario de Liverpool con una evolución estética en cuanto a las texturas, acabados y materiales de su indumentaria. “Se trata de un crecimiento escénico potenciado a nivel visual desde el vestuario y junto con el resto de la propuesta artística”, explica Paola de Diego, creadora del concepto a RTVE. Con el objetivo de mantener el espíritu que la erigió en abanderada –explicita Raul Amor, figurinista del ente público y estilista de la ilicitana en el festival– y después de un promo tour extenso en el que ha enseñado distintas variaciones, se retoma la idea original con una equipación compuesta por tres elementos que hacen deslumbrar a la artista.

En primer lugar, un pantalón, de inspiración de corte goyesco, también llamado de cintura alta al estilo torero, de cuero blanco. El diseño muestra un cruce en la cinturilla, de donde nace el corte del pantalón que genera una diagonal envolvente que se completa en el look con las otras dos piezas. La idea reside en ensalzar la fuerza del cuerpo al caminar y cada expresión del movimiento. La piel del pantalón, que simula a la de una serpiente, es una alusión a la naturaleza, a lo terrenal, una textura viva. Las escamas del simbolizan el cambio, la renovación, la fuerza, el crecimiento. “Te mudas de piel porque ya no cabes en ella, has crecido como persona, te quitas los complejos, las ataduras, las limitaciones y sigues creciendo como mujer, como artista, como ser humano”, explica el propio Amor.

Pero, sin duda, lo que más llama la atención es un corpiño que puede pasar a la historia como lo hicieron los respectivos vestidos de Massiel y Salomé. Blanca Paloma portará uno esculpido sobre molde, creando un efecto dúctil en un acabado que crea el contraste de lo imposible: “Es una escultura que se ha hecho sobre su propio cuerpo. Esta pieza reúne la fuerza, la pasión, el músculo, la dureza, la protección de la armadura, pero con formas suaves y orgánicas que le dan esa dualidad tan especial”, argumenta el estilista. La forma de corazón lo dice todo, así como el color granate, del que se había desprendido de manera intencionada durante la gira. “A lo largo de todas las actuaciones, ha ido siempre vestida de blanco. Yo tampoco quería jugar con los mismos colores y llegar al festival saturados, quería que volviera refrescado”, admite el figurinista. “Se trata de un metal moldeado, una armadura, una máscara que protege el cuerpo de nuestra heroína. Esa armadura que evoca el corazón, un estallido rojo que florece del pecho, de donde nacen las pasiones”, matiza Paola de Diego.

Y añade en declaraciones a la web de RTVE: “El brazo, que dirige la potencia de la palabra y el canto para ser elevado al aire, trenza piel y materia para ser el catalizador de todo ello”. Es decir, ese brazo entrelazado que se dispone a lanzar la flecha que sale de su pecho y atraviesa la garganta. ¿Se verá alguna real? Es la gran incógnita. Al propio diseñador le cuesta adjetivar de forma escueta el vestuario de la artista. “Aquí no solo está presente el diseño y la moda, también está la escultura, la arquitectura, la dramaturgia… Se han juntado varias disciplinas para crear arte, para contar la historia de Eaea a través del vestuario”, manifiesta emocionado.

Las bailarinas

En lo que respecta a las bailarinas –Angélica Moyano, Paloma Scharfhausen y Paula Valbuena– y sus dos palmeras –Desiré Paredes y Saray Frutos–, los trajes son similares a los de las preselección pero mejorados para que se sintieran cómodas. “El vestido tiene más caída, las rajas son más grandes para todo fluya mucho mejor. Las partes de piel va con tul para que el movimiento las acompañe plenamente”, explica Amor. “La propuesta propone una aparente homogeneidad para descubrir al observar después de una primera impresión, que cada una de ellas es diferente y porta una sabiduría, propia e individual. Esa diferencación física se hace presente en el vestuario”, explica Paola de Diego. “Eurovisión es un espectáculo audiovisual donde por supuesto prima una buena canción y una buena interpretación, pero el vestuario es fundamental para que una actuación impacte en el espectador. Por eso queríamos hacer un vestuario que se recuerde y pase a la historia del festival”, reconoce el figurinista de RTVE.

Para las distintas actividades y eventos que se celebran en torno al certamen los días previos. Amor aboga de nuevo por la moda española. Durante la Alfombra Turquesa del próximo domingo, Blanca Paloma vestirá de largo. De cara a la Opening Ceremony, el estilista ha trabajado con dos diseñadoras de moda y una de complementos. “Creo que me he superado con respecto a la bata de cola roja de Chanel del año pasado…”, dice generando aún mayor expectación de la que existe para ver a la representante española atrapando al jurado y al público con todos los elementos a su alcance.