“Tres top 10 desde que Australia comenzara a participar en Eurovisión en Viena 2015 y la afición de todo el país por un festival que no para de crecer”, según Michael Ebeid, el director de la SBS, son las razones por los que la Unión Europea de Radiodifusión (UER) ha invitado, por una cuarta ocasión, nuestras antípodas a competir en el concurso europeo de la canción. “Con Guy, Dami e Isaiah, nuestra televisión ha mostrado el increíble talento de los artistas australianos y la diversidad cultural que tiene nuestro país hoy en día”, ha aseverado Ebeid.

“Es maravilloso estar de vuelta después de tres años consecutivos de grandes éxitos”, ha proseguido Paul Clarke, el jefe de la delegación australiana del certamen y productor del recién oficializado spin-off de la superproducción europea Eurovision Asia para la región del Asia-Pacífico. “Será todo un reto encontrar este nuevo representante y estamos ansiosos para desvelar más noticias sobre el proceso”, ha adelantado Clarke, quien planea una primera preselección nacional para Lisboa 2018 con la colaboración del sueco Christer Bjorkman.

La principal duda, tras la confirmación de Australia para la 63ª edición de Eurovisión, se centra en la posición de este país oceánico y su relación con el festival europeo y su hómologo del Asia-Pacífico. Lisboa 2018 podría ser la última invitación de nuestras antípodas al Eurovisión europeo. En el segundo semestre del año que viene, se celebraría la primera edición del recién oficializado Eurovisión Asia, del que la SBS y Blink TV son anfitriones, y cuyo ganador viajaría en mayo de 2019 a Europa para batirse con las naciones europeas.