¿Ustedes imaginan a un representante español llorando en directo al final de Eurovisión por obtener un segundo puesto? Solamente rebañar el último escalón del top 10, muy de vez en cuando, ya es sinónimo de festejo. No es el caso de Bulgaria. La ambición, ilusión y trabajo de algunas delegaciones como ésta llevó a Kristian Kostov a no poder contener la lágrima en la entrevista en directo en el post de la BNT, la televisión pública búlgara, en la que lamentaba haberse quedado a un paso del triunfo.

A pesar de los ánimos y felicitaciones tanto del reportero como del presentador, el jovencísimo intérprete de 17 años sentía haber decepcionado a sus compatriotras al no lograr llevar el festival de Kiev a Sofía. Con todo, Kristian fue recibido en su país como si fuera un héroe, y no es para menos. 615 fueron los puntos cosechados, más incluso que los obtenidos por Jamala cuando logró el micrófono de cristal para Ucrania, y muestra del buen hacer de una delegación acostumbrada hasta hace bien poco a encadenar fracasos.

Kostov posó para los fotógrafos y sus fans, y habló con los medios de comunicación, cuando pisó su tierra. Tras su regreso a Sofía, fue llevado en volandas a un estudio de televisión junto con las personas que le han rodeado estas semanas y sus amigos cercanos, para ofrecer sus impresiones, en las que ya se mostró radiante. Beautiful mess, producida y compuesta por Joacim Persson, Borislav Milanov, Sebastian Arman, Alex Omar y Alexander V. Blay. Lo cierto es que no solo Salvador Sobral ha sido el único gran vencedor de Eurovisión 2017 que también ha descubierto a esta joven estrella con un futuro de lo más prometedor.