Mi gran noche. El clásico atemporal de Raphael, representante de España en Eurovisión 1966 y 1967, puso la mejor banda sonora a la gran final de Operación Triunfo 2017, la novena edición del formato más exitoso de la historia de la televisión española que ha renacido de sus cenizas en su regreso a la televisión pública. La gran favorita Amaia Romero (Pamplona, 19) se coronó ganadora con el 46% de los votos después de una magistral actuación con la que puso la guinda a su trayectoria en el concurso.

La gran final de OT fue seguida por 3.925.000 espectadores y un 30.8% de share, una espectacular cifra reservada para los grandes eventos, y todo a pesar de los insufribles horarios de la televisión en España y los imperdonables fallos de sonido que, al igual que en el estreno, deslucieron la gala. El cierre de esta novena temporada es el quinto más visto de la historia por detrás de la primera (Rosa), la segunda (Ainhoa), la cuarta (Sergio) y la sexta (Virginia), si bien es cierto que hay que tener en cuenta la fragmentación del mercado televisivo 10 años después de esos datos. Todo apunta a que Eurovisión 2018 reventará los audímetros como antaño. 

Amaia, Aitana, Miriam, Alfred y Ana Guerra, los finalistas, protagonizaron una emocionante y emotiva gala en la que, además de sus actuaciones, no faltaron los vídeos recordando sus mejores momentos y las valoraciones de los profesores y la suya propia a su paso por La Academia. La noche, además, contó con cuatro invitados de lujo, Raphael, Pablo Alborán y David Bisbal, quien no pudo actuar por los ya mencionados problemas técnicos, y Rosa López y su verborrea acompañando a Joe Pérez Orive, Manuel Martos y Mónica Naranjo en la mesa del jurado.

Después de City of stars, Shape of you, Shake it out, Soñar contigo o Love on the brain, Amaia parecía haber tocado techo, pero faltaba la sorpresa final. Su interpretación de Miedo, de M Clan, no solo justificó por si sola su triunfo, sino que fue una demotración, otra, del inmenso talento de la que será nuestra representante en Lisboa. Con sus compañeros, el jurado y el público en pie, la victoria de la navarra, la protagonista de la edición a todos los niveles, es más que merecida e indiscutible. Su primer premio, 100.000 euros. Amaia, además, ha alcanzado con Miedo su sexto número 1 en iTunes, siendo de lejos la concursante con mejores resultados comerciales.

Segunda, con el 42% de los votos, Aitana. La benjamina arañó el triunfo gracias a su indudable carisma y destellos de una brillantez demostrada en No puedo vivir sin ti, Procuro olvidarte o Arde, con la que también fue segunda en la carrera eurovisiva. A pesar de haber destacado como cantante melódica y en español, para la gran final volvió a su perfil de cantante internacional versionando Chandelier de Sia. La actuación demostró su gran evolución en La Academia y su enorme proyección discográfica.

Miriam completó el podium, para sorpresa de muchos, con el 12% de los apoyos. Su camino ha sido constante y firme, a pesar de un repertorio que no le ha hecho justicia y su carácter no siempre bien entendido por la audiencia. Probablemente fruto de los nervios, en su interpretación de Invisible de Malú volvieron a aparecer sus vicios vocales, como también es cierto que sus progresos interpretativos han sido notables. El respaldo final de los espectadores probablemente ha sido un alivio para la gallega que llegó a la final sin haber sido nunca nominada, pero tampoco nunca favorita. 

Alfred y Ana Guerra ocuparon la cuarta y la quinta posición. El catalán, representante de TVE en Lisboa junto a su pareja Amaia, comenzó su andadura en el concurso acompañado de su trombón y la terminó haciendo lo propio. Su versión de Don't stop the music, de Jamie Cullum y Rihanna, fue una auténtica delicia, no solo por la actuación en si, sino por lo placentero de disfrutar voces y música en directo y estilos poco habituales en la televisión española. Ana Guerra también se despidió con instrumentos en vivo y un tango, Volver de Carlos Gardel. A pesar de su limitación e inferioridad vocal, la canaria también dio buena cuenta de su brutal evolución escénica e interpretativa.

El Sondeo Eurofan de eurovision-spain.com clavó el top 5 de la gran final de Operación Triunfo. Amaia era la gran favorita para la victoria de nuestros lectores con un contundente 41.8% de los votos. Aitana, por su parte, se clasificaba en segunda posición con el 24.4%. Los seguidores, además, ya apuntaban al tercer puesto de Miriam con el 13.2% de los apoyos. Alfred y Ana Guerra, finalmente, cerraban la tabla con un 11.9% y un 8.7% de los votos, respectivamente. 

No podemos despedir esta última crónica sin hacer mención a tres personas claves en el resurgir de OT. Manu Guix, en representación de todo el equipo de profesores, quien ha asumido un rol de dirección musical y guía artística; Roberto Leal, el que sin duda es el descubrimiento televisivo de la temporada; y Noemí Galera, en su papel de directora en la teoría, madre en la práctica y una de las máximas artífices y responsables de este formato. Con sus virtudes y sus defectos, hace falta más música, más televisión, y más música en la televisión en España. ¡Hasta pronto!