La competición por ser la sede de Eurovisión 2017, con el nuevo procedimiento y reglas, parece estar igual de emocionante que el propio festival. La televisión pública ucraniana finaliza el próximo viernes el plazo de recepción de candidaturas, con seis ciudades oficialmente inscritas, y unos cuantos quebraderos de cabeza. Ese mismo día se desvelará el listado definitivo de aspirantes.

La nueva dimensión que ha tomado en los últimos años Eurovisión, entre la infraestructura necesaria y la cantidad de eventos y actividades relacionadas, así como el gran número de visitantes entre medios de comunicación y fans, reduce considerablemente el número de ciudades aptas para tal fin.

Consciente de todos los requisitos, el Ministro de Cultura, Yevhen Nyshcuuk, ha afirmado no disponer de ningún recinto adecuado para albergar la próxima edición del festival. Ninguna ciudad ucraniana cuenta con espacios cerrados para más de 10.000 espectadores, y las que cumplen con el aforo, como el Estadio Olímpico y el Arena de las favoritas Kiev y Lviv, necesitarían la construcción de una cubierta que descarta totalmente la posibilidad de la capital. 

Kiev cuenta con otra baza, el Palacio de los Deportes, donde ya se celebró Eurovisión 2005 y Eurovisión Junior 2009. Esta opción, la cual ha ganado peso en los últimos días, cumple por la mínima con la capacidad para 10.000 personas, pero se enfrenta a la incompatibilidad de fechas con otro evento, el Campeonato del Mundo de Hockey sobre Hielo.

El torneo se celebra entre el 22 y el 28 de abril, impidiendo las seis semanas de disponibilidad que requiere la UER, y pondría al gobierno de Kiev en la tesitura de tener que renunciar a organizar el campeonato más importante de este deporte con una gran afición en el país. La capital, no obstante, se resiste a perder la partida, y estudia la posibilidad de construir un nuevo estadio en las orillas del Río Dniéper, una idea que ya llevó a cabo Bakú con su majestuoso Crystal Hall.

La NTU y la UER tienen otro problema, el calendario. Los días fijados provisionalmente, 16, 18 y 20 de mayo, fueron modificados a propuesta de la televisión pública ucraniana al coincidir con el aniversario del genocidio de los tártaros de Crimea. Las fechas actuales, el 9, 11 y 13 de mayo, tampoco convencen a la UER, ya que se enfrentaría el martes y el jueves a partidos clasificatorios para la Liga de Campeones y la Liga Europea. El 23, 25 y 27 de mayo se postulan como la mejor opción para ambas partes, sin competencia ni incompatibilidades, y dando más tiempo a los ucranianos para tener todo a punto. 

Además de Kiev y Lviv, Dnipro, Kharkiv, Kherson y Odessa también juegan sus cartas, y están en la carrera por organizar Eurovisión 2017. El viernes conoceremos la lista definitiva de candidatas, con espacio para las sorpresas, y muchas ganas de saber donde viajaremos el año que viene.