Suiza fue uno de los fundadores de Eurovisión en 1956 y hasta esta fecha solo han faltado a la cita europea en cuatro ocasiones, en 1995, 1999, 2001 y 2003. A sus espaldas este país centroeuropeo solo ha conseguido dos triunfos, en 1956 con Lys Assia y en 1988 con Celine Dion.

Este año nuevamente la televisión suiza ha apostado por una elección interna. A pesar de la calidad de sus intérpretes, los suizos no parecen que hayan encontrado la fórmula para quedar bien en Eurovisión y llevan ya desde 2006 que no están en la final.

La televisión suiza estará representada en Oslo por el cantante Michael Von der Heide, que al igual que muchos cantantes ha cumplido su sueño de ir a Eurovisión. Ya en 1999 Michael quiso ir representando a Alemania con la canción Bye bye bar, quedando entre los cinco primeros.

En Oslo defenderá Il pleut de l'or, todo un himno pop en francés, curiosamente el único idioma donde los suizos han podido subir al podio en dos ocasiones. 

Von der Heide nació en Amden, perteneciente al Cantón de Sankt Gallen, hijo de madre suiza y padre alemán. A los 16 años ya daba clases de canto con la soprano Ginette Girardier. En 1995 ganó el premio “Schweizer KleinKunstPreis”, un premio que concede la Asociación de Artistas del teatro de Suiza, ya que Michael von der Heide desde que lo descubriera Girardier ha participado en varias obras teatrales, entre ellas el musical Lina Böglis Reise con el que recorrió Suiza en 1996.

En 1996 graba su primer disco, aunque no obtiene mucho éxito. Dos años después lanza 30º y consigue el puesto 18 de las listas de ventas, aunque su mayor éxito no fue precisamente ese disco, sino el que dos años después lanzaría, Tourist, alcanzando el quinto puesto en la lista suiza. Aunque ese trabajo se vende en Alemania y en Austria no consigue el mismo éxito que en Suiza, pero da la oportunidad a Von der Heide a darse a conocer en esos países de habla alemana.

Después lanzaría Frisch, Helvetia, 2piéces y el último álbum Freie Sicht. A excepción de Helvetia que no alcanzó el éxito esperado, el resto entró en las listas de ventas.

A pesar de todos los discos, Michael Von der Heide no tiene ni uno solo de oro, por eso quiere aprovechar Eurovisión e intentar conseguirlo de una vez por todas. ¿Quién sabe si este año consigue que nos vayamos en 2011 a Berna, Zürich o Ginebra?