3.500 toneladas de material a través de 350 camiones y trailers. Es la infraestructura que poco a poco empieza a llegar al complejo Wiener Stadthalle, en Viena, que va a acoger el 60º Festival de Eurovisión. A lo largo del día de ayer se han ido descargando las primeras remesas de material con un meticuloso protocolo de seguridad, a través de escáner, perros rastreadores y registro de vehículos.

Fue de manera puntual, a las siete de la mañana, cuando comenzaron a llegar los primeros camiones con las primeras cajas y maletas, supervisados por los directivos de la ÖRF, cadena pública austríaca, los responsables de la administración local y la policía. “Como organizadores, nos lo tomamos muy en serio, con una gran responsabilidad”, declara el director del canal, Alexander Wrabetz. “No vamos a dejar nada al azar y existe un complejo protocolo de control”, asevera.

La construcción del escenario comenzará ya esta semana y se prolongará a lo largo de cuatro semanas, para realizar luego pruebas técnicas y simulacros de realización en directo antes de dar paso a los ensayos individuales, que comenzarán el lunes 11 de mayo. A la par, los otros cinco pabellones del complejo, donde se ubicarán el centro de prensa, el backstage o las salas de producción, también se irán instalando y adecuando durante este mes.

Como viene siendo habitual en el primer día de contacto con el estadio, se ha instalado la cámara que realizará un time lapse de todo el montaje del escenario a lo largo de estas semanas y que, como es tradición, se emitirá previsiblemente en una de las tres galas de Viena 2015. Christoph Malin y Matthias Hosp, encargados de la instalación de este simbólico comienzo, han explicado que “la motivación en el equipo es enorme”, ya que se mima todo, “se hace con mucho corazón”.

La ÖRF ha agradecido el esfuerzo del gran equipo que a lo largo de estos meses, y en especial en las próximas semanas, “está trabajando a toda velocidad” y de manera “incansable” para hacer un show muy medido, a la altura.

MICROSOFT Y AUSTRIAN AIRLINES, PRINCIPALES PATROCINADORES

La Unión Europea de Radiodifusión ha dado a conocer esta semana la última marca patrocinadora que se suma a más de una decena de compañías que han querido formar parte del sello Eurovisión en su desarrollo en Austria. Así, el monstruo informático Microsoft se ha convertido en el patrocinador tecnológico de esta edición, siendo el principal apoyo financiero junto a Austrian Airlines.

Tras ellos, una larga lista apoyan a la ÖRF y la UER al desarrollo del festival, como la marca de refrescos Almdudler, la filial de Frigo en Austria Eskimo o el propio Ministerio de Medio Ambiente del gobierno estatal.

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