La primera ganadora de Eurovisión e icono del festival, Lys Assia, ha fallecido hoy en el Hospital Zollikerberg de Zurich, según ha anunciado la televisión pública suiza. La intérprete había cumplido 94 años el pasado 3 de marzo. Por el momento se desconocen las causas del deceso.

Lys Assia representó a Suiza en la primera edición de Eurovisión en 1956, donde se proclamó vencedora con la canción Refrain, y en la que también participó con el tema Das alte Karussell. También abanderó a su país en 1957 con L'Enfant Que J'etais, octava; y en 1958, con Giorgio, segunda. 

Su relación con el festival llegó hasta nuestros días. Además de asistir como invitada de honor en muchas ediciones y eventos relacionados, y sus valoraciones anuales de las candidaturas a concurso, intentó representar de nuevo a Suiza en el año 2011, con la emotiva C'etait ma vie, con la que se clasificó en la octava posición de la final nacional. De nuevo, en 2012, volvería a la carga con All in your head que no superaría la semifinal on-line.

La última vez que estuvo en Eurovisión fue en Estocolmo 2016, a sus 92 años, protagonizando un meet & greet con la prensa y los fans, pero también la recordamos actuando en el Euroclub de Moscú 2009, o en el Congratulations 2005, entre otros muchísimos momentos en los que se ha dejado ver y querer. “El certamen es para mi como el elixir de la vida, por eso voy todos los años”, afirmaba.

También visitó Madrid en 2009 para participar en el congreso de OGAE España donde dio buena muestra de su gran sentido del humor y un perfecto español. Lys Assia no solo será recordada por su amor y su defensa a capa y espada de Eurovisión, también por ser una mujer adelantada a su época, moderna, feminista y solidaria, y muy comprometida con las minorías.

[cita]Eurovisión es para mí como el elixir de la vida, por eso voy todos los años[/cita]

Rosa Mina Schärer nació el 3 de marzo de 1924 en Lenzburg, Suiza. Sus primeros pasos artísticos los dio como bailarina, pero a los 16 años cambió la danza por la canción y el cine. Antes de hacer historia en Eurovisión, ya era una cantante muy popular en Suiza, Alemania y Austria gracias a éxitos como Oh mein Papa o Eine weiße Hochzeitskutsche que se hicieron muy populares en el periodo de posguerra. 

A lo largo de su carrera trabajó con estrellas mundialmente conocidas, como ella misma lo fue, como Frank Sinatra, Dean Martin o Josephine Baker, y llegó a cantar para personalidades como la Reina Isabel II de Inglaterra, que le regaló un carruaje de oro; el Rey Faruk de Egipto, que la nombró “reina por un día”; o Eva Perón.

Lys Assia se casó dos veces, la primera en 1957 con Johann Heinrich Kunz, quien fallecería solo nueve meses después, y en 1963 con Oscar Perdesen, un matrimonio que duraría 32 años hasta la muerte de él en un accidente de tráfico en 1995. En la última etapa de su vida retomó su actividad musical, en unas ocasiones con un enfoque nostálgico, en otras con proyectos de futuro poco habituales en alguien de su edad. “Cantar me devuelve la alegría de vivir, lo dejaré de hacer cuando nadie me quiera escuchar”.

Hasta siempre, Lys.

[cita]Cantar me devuelve la alegría de vivir, lo dejaré de hacer cuando nadie me quiera escuchar[/cita]